El hijo del señor Maldonado se a convertido en todo un hombre, es un gran ceo conocido, Y el cree que el amor no es para el. Pero la pequeña Mia llega para cambiarle la vida. El se convertirá en un hombre totalmente distinto al estar junto a ella.💙
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Mía Smith.
Salió de la ducha, y se puso un pantalón de vestir negro y una camisa de abotonar del mismo tono, se peino el cabello para un lado, y se rocío un poco de su llamativo perfume. Tomo su teléfono y llamo a la mejor florería de la ciudad, ordenó que se le llevarán las mejores coronas de flores que tuvieran en existencia.
Bajo a la sala, tomo las llaves de uno de sus autos, se subió en el y puso su GPS directo a la gran mansión Smith.
Manejo al rededor de una hora, para encontrarse con una enorme casona, llena de figuras de piedra por todos lados, al abrirse las grandes rejas, pudo encontrarse con un gran jardín lleno de hermosas flores y en medio de él una hermosa fuente en forma de cascada, Sin duda nada que ver con su mansión, la de él no tenía nada de eso, era una casona sin colores, lo único que tenía de más era una enorme piscina que hasta la fecha no se había convencido de llenar.
Bajó de su auto, y sintió un aire que lo hizo erizarse de tal manera que hace tiempo no le sucedía, sabía que estaba muy tenso, tal vez aún no superaba muchas cosas. Así que tomo la decisión de entrar de una buena vez, su intención solo era, pasar al lugar, dar el pésame y retirarse de nuevo, ya que no soportaría la tensión del momento.
En seguida se paró en la gran puerta e hizo sonar el timbre, está fue abierta por el mayordomo, él le dirigió a la gran sala, donde se estaba despidiendo al Señor Smith. Entre la gran multitud de gente, Sergio logro pasar y ahí fue cuando pudo observar la caja de madera color blanco, con adornos dorados a los lados, Y ahí estaba de nuevo, inundando de esa horrible tristeza. Junto a la caja estaba una chica que lloraba en silencio, Seguramente era de la nieta del Señor Smith. El le había hablado a Sergio demasiadas cosas de su nieta, Y si era tal como la había descrito. Era una jovencita de alrededor de 20 años, sus cabellos eran dorados y caían en su cara, tenía un tono de piel, muy claro, tenía una estatura muy bajita, y claro comparado con la estatura de Sergio que media 1.75, la de la jovencita era una burla, ella apenas media 1.54. Era de cuerpo muy atractivo, no era gorda pero tampoco estaba delgada, su peso era alrededor de 68 kilos, Tal vez todo el peso lo cargaba ese gran trasero y esos proporcionados senos, pero por supuesto que Sergio no estaba pensando en eso. El sólo quería salir de ese lugar. En ese instante se acercó su amigó Oliver.
Oliver: Amigo, pensé que no vendrías, ya sabes por todo lo que ha ocurrido.
Sergio: No puedo esconderme toda la vida.-Dijo en tono molesto, pero por dentro moría de ganas de salir de ese lugar.
Oliver: Tranquilo, yo solo decía. Ya te has presentado con la nieta de Jack?.
Sergio: Aún no me atrevo, entiendo su dolor y no debe de tener ganas de conocer a nadie.
Oliver: Deberías de darle el pésame.
En ese momento Sergio, Camino hasta el frente de la gran multitud y tomo sutilmente del brazo a Mía.
Mía se dió la vuelta y lo miro con sorpresa.
Sergio le palmeó el brazo un par de veces y le dijo.
Sergio: Te acompañó en tu dolor.
Mía: Muchas gracias Señor.