mi futuro marido se revolcaba con mi hermana. para evitar que ellos sean la vergüenza de la familia me tendieron una trampa drogandome y dejándome en la habitación con un desconocido.
5 años después la empresa de mis padres cae en bancarrota y me necesitan. pero vuelvo a mi casa con mi pequeña sorpresa.
NovelToon tiene autorización de Pitufina💞 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
3
Hoy es el día en que volveré a la empresa, tengo entendido que al estar en tan malas condiciones, tiene varias ofertas de compra. Que si se piensa bien dejarían bastante plata en los bolsillos de mi familia, pero me conviene que vuelva a crecer como antes o de lo contrario no voy a poder ganar plata para mis necesidades y las de los que están a mi cargo.
María se ha encargado de preparar el desayuno para nosotros tres, es mi ángel y se lo digo cada vez que puedo, ella me salvo de quedarme en la calle y encima me acepto no solamente a mí sino también a mi bebe.
Hija esperó que hoy tu día sea muy productivo y que puedas conseguir lo que te propones- me dice mientras bebemos nuestros cafés.
Tranquila tía, vas a ver que todo sale de manera espectacular, voy a sondear primero como está todo y luego haré varios planes y ajustes para que vuelva a ser lo que era y quizás quien dice, crezca aún mucho más- le digo con confianza. Durante mis años de exilio pude recibirme no solo en administración, sino también en contaduría, mis trabajos me permitían poder estudiar en los intervalos de descanso y terminaba siempre rindiendo libre, porque no llegaba a ir a todas las clases. Al igual que en la primaria y en la secundaria, en la facultad tuve únicamente 9 y 10, recibiéndome con los mejores promedios. También hice curso de inglés y alemán, para defenderme en caso de necesitarlo, porque en Ushuaia había mucha gente de otros países, aunque todo hablaban el inglés por más que fuesen rusos o japoneses.
Si alguien te molesta mami, solamente debes decirme, yo te defenderé- me dice Ignacio, mientras terminaba de tomar su leche chocolatada.
No debes preocuparte por eso, vamos debemos salir rumbo al jardín o llegarás tarde en tu primer día- le digo levantándome de mi asiento, le doy un beso a mi tía y agarro mi cartera - hoy compraré varias cosas para llenar la heladera y la alacena, no salgas tía, quiero que te cuides-
Tomo de la mano a mi bebe y salimos, es hermoso el día y demasiado cálido a lo acostumbrados que estábamos en el fin del mundo. El jardín también quedaba cerca de casa y la empresa a varias cuadras más, así que podía hacer todo el trayecto caminando.
Espero que te vaya bien en tu primer día mi amor, vendré a buscarte a las 4.30 cuando salgo del trabajo- le dije luego de darle un beso en su mejilla.
Ignacio a pesar de ser tan pequeño y tener solamente 5 años, es sumamente inteligente, quizás el haberse criado siempre entre adultos, le había dado una madurez diferente a la de otros niños de su edad. Eso le trae a veces problemas para relacionarse, suele aburrirse rápido de los juegos para chicos, y le encanta pasar tiempo jugando al Scrabble o a cualquier otro que sea de formar palabras.
Le enseñé a leer y a escribir, para que no se aburriera cuando debía acompañarme a mi trabajo y cada jueves a la noche hacíamos noche de películas con él y mi tía, yo llevaba dulces y ellos ya me esperaban con los pochoclos.
No dejes que nadie te intimide, mami- me dice dándome una gran sonrisa. Luego da media vuelta e ingresa en el jardín.
Sigo mi camino hasta la empresa, veo a varios trabajadores llegar en autos de lujo y vestidos de manera perfecta. no entiendo como si la empresa está en bancarrota ellos pueden aún darse esos lujos.
Ingreso en el edificio sin que nadie me detenga, la gente de seguridad está demasiado ocupada con sus celulares como para notar mi presencia. Me acercó al ascensor y subo, tocando el piso 20, donde sabía que estaba la oficina del presidente, mi nuevo lugar de trabajo.
Al salir me encuentro con una secretaria igual de joven que yo.
Buenos días, ¿tiene cita?- me dice mirándome de arriba hacia abajo.
No la necesito, supongo que ya te avisaron que hoy vendría el nuevo presidente ¿verdad?- le digo fulminándola con la mirada, todos en este lugar son ineficientes para sus trabajos, por eso sé estaba viniendo abajo.
La señora Florencia aún no ha llegado- me dice queriendo intimidarme.
Ni va a venir tampoco, me presento mi nombre es Giselle Blass la nueva presidente de Cosméticos Moon- le digo y sigo mi camino a la oficina, dejándola con la boca y los ojos bien abiertos.
Sobre mi nuevo escritorio tengo los libros de contabilidad y todos los proyectos que la empresa debía terminar antes de fin de año para salvarse de la bancarrota. Es increíble que esta empresa esté cayendo, mi abuelo la forjó desde abajo y mi padre siempre supo mantenerla, pero al haber pasado a manos de una mujer a la que lo único que le importa es tener todos los de última moda, la empresa terminó cerrando varias sucursales en el mundo. Hoy por hoy solamente contaba con la central, la de Francia, la de España y una medio chica en Grecia.
Quiero una reunión con los inversores y los principales jefes de cada departamento, en la sala de reuniones en tres horas- le digo a mi secretaria por el teléfono de la oficina, me imagino que su cara debe ser un poema. Ahora recuerdo de donde se me hacía tan familiar, ella es amiga de mi hermana una de las tantas tontas que compraban todo lo que veían en las vidrieras, me pregunto ¿cómo llego a ser secretaria del presidente? Y si ahí entiendo los gastos innecesarios que habían llevado la empresa a la ruina. Esa chica no tiene ni siquiera un curso de administración hecho, las carpetas que me dejo son un desastre, los nuevos maquillajes ni siquiera salieron al mercado porque no se le hicieron ni el marketing ni las propagandas necesarias para darlos a conocer. Esto es un desastre y tengo tres horas para leerlo todo y dar aunque sea una solución a corto plazo que nos lleve a algo grande antes que a fin de año esto valga nada.
Bien, empecemos a leer y a sacar simples planes para poder armar como corresponde una buena administración de lo poco que nos queda.