El Cachorro Del Rey

Alain caminaba con Isabela a la salida, finalmente había terminado su primer día de clases y ya tenía una amiga.

- ¿Quién viene por ti Isabela? - Pregunto Alain.

- Ah, mi mamá, pero los lunes por su trabajo llega un poco tarde -Respondió la pequeña.

- Entiendo - Alain la miro y sonrió, recordando que en la escuela anterior si mamá en ocasiones llegaba tarde por él.

- Alain - La voz de su mamá lo saco de sus pensamientos.

Sus ojos azules miraron al frente para encontrarse con ella, una enorme sonrisa se dibujó en sus labios.

- ¡Mami! - Grito con emoción y corrió hacia ella.

Astrid recibió con los brazos abiertos a su pequeño, se puso a la altura de él y lo abrazo, llenándolo de besos.

- ¿Cómo estuvo tu primer día mi amor? - Preguntó colocando sus manos sobre sus mejillas.

- Muy bien. Mami, hice una amiga muy bonita - Respondió con emoción y señaló a la pequeña pelirroja.

Astrid miró a la pelirroja con sus mejillas sonrojadas, estaba al lado de la maestra.

- Se llama Isabela- Agregó el pequeño.

Astrid miró de nuevo a su pequeño su rostro de felicidad era suficiente para saber que su primer día había sido excelente.

- Me alegro mucho mi amor- Dijo - vamos a casa.

Alain asintió, se dirigió de nuevo hacía Isabela y agitó su mano de un lado a otro.

- ¡Nos vemos mañana Isabela! - Gritó emocionado.

El rostro de Isabela se iluminó, al fin tenía un amigo, un niño muy lindo que no se burló de ella y le dijo que era bonita.

- Isabela - La llamaron.

- ¡Mamá! - La pequeña corrió hacia su madre que recién llegaba. - Pensé que llegarías tarde - Dijo ya en brazos de ella.

- Bueno, pude salir temprano, ya que Alfa y Luna estaban en una reunión - Respondió la mujer de cabellos marrones al igual que sus ojos. - ¿Te divertiste hoy? - Pregunto mientras caminaba con ella.

- Sí, llegó un niño nuevo y nos hicimos amigos - Respondió emocionada.

Isabela le contaba a su madre el día tan feliz que tuvo ese día y lo ansiosa que estaba por qué fuera mañana para estar con su nuevo amigo.

****************

Astrid llegó al palacio con el pequeño, Kaelen tenía sus reuniones privadas por lo que no era necesario continuar en la oficina, además no es como si hubieran avanzado en la agenda, pues aquel rey pasó toda la mañana dándole placer.

- Mami ¿Puedo dormir un rato antes de la comida? - Pregunto el pequeño.

- ¿Te sientes mal? - pregunto con ligera preocupación.

- No mami, solo fue un día divertido, pero cansado - Respondió.

Astrid asintió aliviada, llevo a su pequeño a la recámara que compartían. Para que pudiera tomar su pequeña siesta.

***************

Kaelen llego a la reunión, no sería en el palacio, pues prefería mantener todo en secreto, hablar con los ancianos del consejo que han jurado su lealtad a él y lo apoyan incondicionalmente.

Así que Danilo preparo todo para qué se llevará a cabo a las afueras del reino, en una mansión perteneciente a la familia Beta del Reinó Greven.

- Majestad - los ancianos se levantaron al verlo, estaban en la sala.

- Gracias por venir - Dijo Kaelen haciendo una seña para qué tomarán nuevamente asiento.

- Nos tiene muy intrigados con la reunión, Majestad - Dijo uno de ellos.

- ¿Pasa algo? - Preguntó la única mujer entre ellos.

- si- Dijo Kaelen y dirigió su mirada a los cinco ancianos presentes. - Encontré a mi pareja destinada - Terminó.

El silenció invadió la sala, los ancianos no podían creer lo que su rey acababa de decir, pues ya estaban al tanto de la reunión que tendrían la próxima semana.

- Enhorabuena, Majestad - Dijo la mujer - Fue bendecido por la Diosa Luna - Agregó.

- Es cierto, con su bendición entonces todavía podemos tener esperanza de que la Diosa Luna no nos ha abandonado - Dijo otro de ellos.

- Eso no es todo - Interrumpió Kaelen miro a Danilo quien asintió para qué continuará- Tengo un Cachorro con ella -Continuo.

Todos quedaron en silencio analizando las palabras de su rey, se miraron esperando que alguno de ellos haya entendido.

- La conocí hace cuatro años, pero no de la forma correcta por lo que ella desapareció todos estos años, hasta hace poco que volvió, con mi cachorro - Explico.

Los ancianos asintieron.

- La reunión entonces no debería llevarse a cabo. Usted ya tiene su destinada, la reina de Greven - Dijo otro de ellos.

- El linaje - Dijo la mujer - Si no es de linaje digno, Vander no aceptará - Miro al Rey.

- ¿Acaso es de linaje bajo?- Pregunto.

Kaelen negó.

- Primero deben saber que mi cachorro ya tiene su licántropo, él me dijo que hay un enemigo que lo quiere - Continúo.

- Es sorprendente que con solo cuatro años ya tenga a su licántropo -

- Majestad, el reino es capaz de proteger a su Cachorro...

- Lo sé. Pero el linaje de mi Mate es peligroso dependiendo como lo quieran tomar - Kaelen paso sus manos por su cuello.

- Puede confiar en nosotros majestad - Dijo la mujer.

- Mi mate es sucesora de la sacerdotisa de la luna. Chandra Cameron -

Y nuevamente el silenció invadió la sala. Aquella confesión no la esperaban, nunca se hubiera imaginado que aún existiera aquel linaje ancestral.

- Como se darán cuenta, no podemos arriesgar a la futura Reina y mucho menos al heredero al trono de Greven, primero tenemos que averiguar quien es el enemigo que quiere a nuestro príncipe – Intervino Danilo.

Los ancianos se miraron unos a los otros, ellos entendían la gravedad de aquel asunto, y sabían que Vander y el resto de los ancianos que estaban de su lado, no aceptarían simplemente a la pareja destinada del Rey, solo por la bendición del vínculo de la Diosa Luna.

- Necesito que me ayuden a detener a Vander, la única para mi es mi Mate, la madre de mi cachorro, pero no revelare a un su linaje, primero debo asegurarme de quien mierda quiere dañar a mi hijo – Dijo con firmeza Kaelen.

Los ancianos asintieron, sabían que su rey estaba haciendo todo de manera tranquila, y por supuesto que, si negaban a ayudarlo, simplemente el Rey Lycan haría todo a su manera, destruyendo al Consejo de ancianos.

- Cuente con nosotros majestad, le daremos el tiempo necesario para que puede encontrar al enemigo – Se levantaron los cinco e hicieron una reverencia.

Su lealtad con su rey era absoluta y que él haya sido bendecido con una Mate y un cachorro con un linaje asombroso y único, era la esperanza que Greven necesitaba, para volver a creer en el vínculo del destino y el encuentro entre parejas destinadas.

***************

Astrid miraba a su cachorrito dormir, él se durmió mientras que le volvía a contar lo divertido que fue su primer día de clases y cuan feliz estaba por haber conocido a Isabela.

- Te mereces lo mejor mi cachorrito – Beso su frente con ternura y lo arropo.

- Si, lo merece –

Escuchó una voz femenina, miro a todos lados, pero solo estaba ella, su cabeza comenzó a doler de nuevo, cerro sus ojos tratando de asimilar aquel dolor, era diferente a los demás.

- Tranquila, deja de bloquearme…-

Nuevamente dijo aquella voz que provenía en su mente, pero mientras más clara era su voz, mas incrementaba el dolor de cabeza.

- Carajo – Coloco ambas manos en su cabeza.

La respiración de Astrid se agitó, el dolor se expandía en todo su cuerpo, aquella voz seguía hablándole, pero ya no entendía lo que decía, se levantó de la cama, dio un par de pasos y cayó de rodillas. De repente todo se calmó, la voz, el dolor, el temblor de su cuerpo.

Astrid abrió sus ojos, pero no estaba en la recamara, estaba en un lugar oscuro, no, había pequeñas estrellas que iluminaban el lugar y frente a ella la Luna llena, tan hermosa, tan majestuosa, frente a la Luna se dibujo la silueta de una loba de pelaje gris azulado y sus ojos eran de un hermoso color blanco perla.

- ¿Quién eres? – Pregunto Astrid levantándose del suelo.

- Kali – Respondió la loba. Era la misma voz que ha estado tratando de comunicarse con ella.

- ¿Eres mi loba? – Preguntó de nuevo, caminando hacía a ella, pero mientras se acercaba ella se desvanecía.  – Espera…Espera – Dijo caminando lo más rápido que podía.

- Necesitamos la marca, la marca del Sol – Dijo antes de desaparecer.

Astrid miro como las estrellas empezaban a ser absorbidas por aquella oscuridad, incluso la Luna llena se desvanecía, el miedo comenzó apoderarse de ella.

- Astrid, solo la marca del Sol, nos protegerá de la Oscuridad –

Astrid se abrazo así misma, el aire era espeso y frío, todo su cuerpo temblaba, ya no sabía si era por el terrible aire congelante o el miedo que invadía todo su ser, su cuerpo empezó a sentirse débil, sus ojos se cerraron nuevamente y lo último que vio fue la oscuridad ocultando a la hermosa Luna llena.

***********