Ella necesita dinero desesperadamente. Él necesita una esposa falsa para cerrar un trato millonario.
El contrato es claro: sin sentimientos, sin preguntas, sin tocarse fuera de cámaras.
Pero cuando las cámaras se apagan, las reglas empiezan a romperse.
NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Doble cara
...💎...
...CAPÍTULO 12 ...
...----------------...
...EMMA RÍOS...
Abrí la puerta del despacho sin pensar demasiado.
Y ahí estaba ella.
Bianca.
Piernas cruzadas, el cabello rubio perfecto cayendo sobre un vestido rojo que mostraba más de lo que tenía.
Y Leonardo, de pie frente a la ventana, con las manos en los bolsillos y esa postura arrogante que me sacaba de quicio.
Apenas crucé el umbral, Bianca me miró con desprecio.
—¿Eres tonta o qué? —soltó de golpe—. ¿No sabes tocar antes de entrar?
Mi ceja se arqueó automáticamente.
—Disculpa, no sabía que había protocolo para entrar a las habitaciones de mi propia casa.
Bianca soltó una carcajada seca.
—Oh, por favor, tu “tu casa”. Qué tierna. ¿De verdad crees que este pequeño show de esposa te hace parte de algo?
Me crucé de brazos, sonriendo con calma.
—Bueno, si el show está tan bien montado, supongo que al menos soy buena actriz. ¿También estás actuando, o ese papel de ex tóxica te sale natural?
El rostro de Bianca se tensó al instante.
Leonardo giró la cabeza, visiblemente irritado.
—Basta las dos —ordenó con voz firme.
Pero Bianca no se detuvo.
—Ella no entiende nada, Leo. —Me señaló con un gesto teatral—. No sabe que todo esto es una farsa. Que tú solo buscabas un reemplazo porque creíste que yo estaba muerta.
Vale… necesito saber bien ese chisme. Urgente. Pero mantén la compostura, Emma. Que no se te note la curiosidad.
—Vaya —dije, fingiendo indiferencia—. Entonces veo que te encanta el drama Leonardo.
Bianca bufó.
—Tú no sabes nada, niña. Él es mío. Siempre lo fue.
Sonreí, con esa calma que solo da el orgullo.
—Te voy a corregir en algo, Bianca. —Di un paso al frente, sin apartar la mirada—. Yo no necesito pelear por el amor de ningún hombre para sentirme suficiente. Si eso es lo que tú haces, es tu problema, no el mío.
El color desapareció del rostro de Bianca.
Leonardo apretó la mandíbula, y por un instante, juro que vi una chispa de satisfacción en sus ojos.
—Ya fue suficiente —intervino él al fin, acercándose a su ex—. Bianca, vete.
—¿Qué? ¿Así? —protestó ella, dolida—. ¿Me sacarás a mí y no a esta impostora?
—No hagas esto aquí —le respondió sin mirarla.
Bianca soltó un resoplido y me lanzó una última mirada cargada de veneno.
—Esto no termina aquí, “señora Blake”.
—Ay, por favor —repliqué—. Asegúrate de cerrar la puerta cuando termines de dramatizar tu vergonzosa salida.
Bianca salió dando un portazo tan fuerte que las cortinas temblaron.
Leonardo se pasó una mano por el cabello, exhalando con frustración.
—No tienes idea del desastre que acabas de provocar.
Yo levanté una ceja.
—¿Yo? No, disculpa, yo solo entré por la puerta. Quien gritó fue tu barbie personal.
Su mirada se endureció.
—No le digas así.
—¿Por qué? ¿La vas a defender? —repliqué, cruzándome de brazos—. Porque si vamos a hacer eso, entonces hablemos también del hecho de que me gritó, me insultó y prácticamente me declaró la guerra.
Él se acercó, su sombra cubriéndome.
—No es momento de discutir eso.
—Claro que no —dije, sarcástica—. Mucho mejor discutir lo que yo hago, ¿no?
Leonardo me miró con ese gesto entre enojo y celos que no sabía si odiar o disfrutar.
—Háblame de Martín.
—¿Qué pasa con Martín? —pregunté, fingiendo inocencia.
—No te hagas la tonta, Emma —replicó, la voz grave—. Te vieron con él.
—¿Y? —di un paso hacia él—. No firmé ninguna cláusula que dijera “prohibido salir a respirar”.
Su ceño se frunció más.
—No necesito que te relaciones con alguien que puede arruinar todo lo que planeamos.
—¿Planeamos o planeaste? —lo interrumpí—. Porque cada vez parece que te beneficia más a tí que a mí.
Leonardo suspiró, tratando de mantener la calma, pero la vena en su cuello lo traicionó.
—Eres imposible.
—Y tú un controlador con complejo de dios —le devolví, mirándolo desafiante—. No tienes derecho a reclamarme por Martín cuando acabo de discutir con Bianca.
Sus ojos se clavaron en los míos.
—Eso no tiene nada que ver.
—Claro que sí —repuse—. Tiene todo que ver. Porque tú estás aquí diciéndome a quién puedo ver, mientras tu ex entra a tu despacho cuando sele venga en gana y tú te acuestas con ella cada que puedes. ¡Perdóname si no entiendo la lógica!
Hubo un silencio denso.
Leonardo bajó la mirada, respiró hondo y caminó hasta su escritorio.
—Si terminaste, necesito que mañana prepares tus cosas.
—¿Perdón?
—La boda será antes de lo previsto —dijo, con voz fría—. Viajamos a Grecia mañana.
Mi corazón dio un salto.
—¿Qué? ¿Así, sin avisar?
—Ya estás avisada.
Nos quedamos mirándonos, la tensión colgando entre ambos como una cuerda lista para romperse.
Yo sonreí, más por orgullo.
—Perfecto. Iré a empacar entonces.
Subí a mi habitación con el corazón golpeando en el pecho.
Cerré la puerta de mi habitación con un portazo y me dejé caer en la cama, mirando el techo.
Todo me parecía un mal chiste.
—“No tienes idea del desastre que acabas de provocar”—repetí en voz baja, imitando el tono arrogante de Leonardo—. Por favor, el único desastre aquí es su ego.
Me giré hacia un costado, viendo el vestido blanco colgado junto al armario, ese que Susan había elegido para mi viaje.
Grecia… mañana.
¿De verdad iba a casarme con ese hombre en tres días?
Tragué saliva, sintiendo una mezcla rara de ansiedad, miedo y curiosidad.
Golpearon la puerta.
Tres toques suaves, casi musicales.
—¿Puedo pasar? —la voz dulce y calmada de Gisela resonó del otro lado.
—Adelante —dije, sentándome en la cama.
La puerta se abrió y apareció Gisela, con su estilo relajado pero elegante: pantalón beige, blusa suelta, cabello recogido en una coleta alta. Siempre olía a flores y paz, algo que en esta casa era escaso.
—Vaya cara traes —comentó, acercándose—. ¿Mi hermano otra vez?
—Tu hermano, su ex, su ego, su contrato, su drama —enumeré—. El combo completo del caos de ese hombre.
Gisela soltó una risita mientras se sentaba a mi lado.
—Tranquila, no te desgastes tanto. Si te sirve de consuelo, la mayoría de la gente no sobrevive más de dos semanas lidiando con él.
—Qué alentador —ironizé, llevándome las manos a la cara—. No sé cómo lograste crecer con alguien tan… intenso.
—Fue un reto —dijo con una sonrisa—. Pero también tiene su lado bueno.
—¿Cuál? —pregunté, arqueando una ceja.
—Es que cuando Leo se preocupa por alguien, aunque no lo diga, lo demuestra a su manera. A veces hace cosas que parecen absurdas, pero tienen sentido si sabes mirar más allá.
—Bueno, si gritarme y traer a su ex loca a casa es una muestra de cariño, entonces sí, se nota mucho —resoplé.
Gisela soltó una carcajada.
—Créeme, eso no fue planeado. Bianca es una bomba andante. Pero sí quiero pedirte algo: trata de disfrutar esto, Emma.
—¿Disfrutar qué? —pregunté incrédula—. ¿Mi vida como esposa contratada?
—Exacto —respondió, sin perder la sonrisa—. Vas a viajar, conocer lugares hermosos, usar ropa que cuesta lo que una casa, y encima tendrás un contrato que te salva de preocuparte por el dinero de tu hermana. Si vas a estar en esta locura, al menos hazlo con estilo.
No pude evitar sonreír un poco.
—Eso sonó tan Gisela que hasta me dieron ganas de hacerme las uñas.
—Y no le prestes atención al imbécil de mi hermano —agregó, levantándose para mirar por la ventana—. A veces se mete tanto en su cabeza que olvida que los demás tenemos emociones. Pero no lo hace con maldad, simplemente… no sabe hacerlo de otra forma.
Sus palabras me hicieron pensar.
¿Y si realmente él adelantó todo por algún motivo que no me contó?
Sacudí la cabeza. No, imposible. Leonardo Blake no hacía nada “por bondad”.
En ese momento mi celular vibró sobre la mesa de noche.
Una notificación.
Era del hospital.
La abrí y el corazón me dio un vuelco.
“Estimada Sr Ríos, la cirugía de la paciente Sofía Ríos ha sido reprogramada para dentro de una semana por ajustes en la agenda del equipo médico.”
—¿Tan de repente? —pregunté, mirando la pantalla—¿Así de la nada van a reprogramar la cirugía?
Gisela giró al instante.
—¿Qué? ¿No te dijo?
—¿Decirme qué? —fruncí el ceño, confundida.
Gisela soltó un bufido de fastidio.
—Ese pendejo no te dijo… —Se pasó la mano por el cabello, negando—. ¡Claro que no! Por eso adelantó la boda.
—¿Qué? —me levanté de golpe—. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
—Todo, Emma —respondió, mirándome con seriedad—. Leo ha estado muy atento con lo que pasa con tu hermana en el hospital. Quería asegurarse de que tuvieras tiempo para estar con Sofía cuando entrara a cirugía. Por eso movió la fecha de la boda. Dijo que, así, cuando llegue el día de la operación, ya estarías más tranquila y no corriendo entre pruebas de vestuario, vuelos y estrés.
Me quedé muda.
Literalmente, sin palabras.
—¿Él… hizo eso? —pregunté al fin, apenas en un hilo de voz.
—Sí —confirmó Gisela, con un encogimiento de hombros—. No sé porque no te lo dijo. Supongo que no quiso mostrar interés. Así es mi hermano: un idiota con corazón de acero… y fondo blando. Aunque lo niegue.
Sentí un nudo en la garganta. No sabía si estaba más confundida o conmovida.
—Pues… genial —murmuré al fin—. Ahora no sé si quiero abrazarlo o lanzarle una silla.
Gisela soltó una carcajada suave.
—Haz ambas cosas. Primero la silla, luego el abrazo.
Me reí también, aunque el nudo en mi pecho no desapareció.
Había algo detrás de todo esto que no lograba descifrar. Leonardo no era el tipo de hombre que hiciera algo “bueno” sin una razón. Pero por primera vez, dudé de esa imagen fría que tenía de él.
Quizá, solo quizá, no era tan amargado como aparentaba.
—Gracias, Gisela —dije finalmente—. No sé cómo soportas vivir con tanto drama familiar, pero te admiro.
—Con humor y vino —bromeó ella, guiñándome un ojo mientras se dirigía a la puerta—.Descansa, futura novia. Grecia te espera.
qué terrible tener que lidiar con una persona, que se supone debe amarte y velar por tí, en cambio lo que recibes es pura miseria.
Bien dice la Biblia: "de la abundancia del corazón, habla la boca"........🤔
los golpes de la vida hacen madurar y formar otra perspectiva de la vida !!!!!.....🤔😌