"valla basura de juego"
dijo Li jane al terminar un juego del tipo novela visual, prontamente arrojo el juego en el pequeño tinaco de basura de su cuarto, y se acostó en su cama tratando de olvidar aquella mala experiencia.
Esa misma noche una voz susurro a Li Jane mientras dormía.
"pequeña mocosa, ¿como te atreves a tirarme así?
Li Jane se asustó y levantándose de su cama se percató que ya no estaba en su cuarto, paraded de piedra gruesa, una chimenea, y un techo de vigas de madera, sí Li Jane había sido transmigrada a un mundo de fantasía específicamente al juego del que se burlo. Pero al verse en el espejo Li Jane palidesio, ella era la protagonista de ese juego, y esa protagonista al final moría por haberse robado el novio de su amiga...
"Ahora sufrirás de lo que te burlabas mocosa" una voz exclamó, haciendo que Li jane temblará de pánico.
¿podrá Li Jane sobrevivir en este infernal juego?
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Capítulo 5: La magia y el Conde Krauser Von Mortis.
El salón de clases en el que me encontraba estaba finamente adornado con lámparas colgantes como en los castillos, ¿creo que se les llama lámparas de araña? los pupitres del salón eran como esas mesas largas en las que podían estar 2 o más estudiantes y había cuadros de personas distribuidos en distintas zonas de las paredes del aula, quizá personalidades importantes de este mundo.
Ya en mi asiento me enfoqué en los alumnos, no vi a ninguno de los personajes del juego, intenté hacer contacto visual con algunos de los otros estudiantes pero todos advertían sus miradas en ese mismo instante, evitándome.
Me sentía aislada...
Algunos de los estudiantes ya conversaban entre ellos, aunque en voz muy baja, quizá por temor al profesor.
Al ver la escena completa, recordé que el día anterior también era el primer día de clases en mi escuela, mis amigas, mi madre, extrañaba a todos.
Finalmente, el profesor cerró el reloj de mano que sostenía, generando un ruido metálico. Todos, al escuchar el ruido, cesaron de conversar. El profesor levantó su mirada y observó detenidamente a todos los estudiantes, a mí incluida.
"A partir del día de hoy seré su profesor en la aplicación de magia, llámenme profesor Krauser Von Mortis" exclamó el profesor con un tono severo.
En el aula se sentía una tensión en el ambiente, es entendible este profesor, el conde Von Mortis es uno de los más severos en esta escuela, en la novela todos le temían, pero nunca se especificó la razón, sólo se sabe que el conde Von mortis fue un gran mago respetado y temido por muchos.
El profesor vestía un traje negro con una camisa blanca, su cabello era blanco y peinado hacia atrás, sus expresiones al hablar eran de desprecio aunque, en ocasiones, sonreía ligeramente de forma sarcástica, su aura era la de un villano sin ninguna duda.
"Bien, ahora, para saber su conocimiento general en magia, ¿quién me dice cuántos tipos de magia hay"?
Al observar a su alrededor, el profesor notó que nadie levantaba la mano.
"¿hm? ¿nadie? Bien, entonces escogeré al azar... Tú, la chica de ahí, responde mi pregunta"
pensé por unos minutos que me señalaba a mí, resultó que le hablaba a una chica que se encontraba detrás de mí.
"Los distintos tipos de magia que hay son..." respondió la chica con un tono nervioso típico en los primeros días de clase, pero el profesor la interrumpió.
"El que responda mal recibirá un castigo... Bien jovencita, prosiga"
La chica siguió. "Las distintas clases son, de curación, clarividencia y elementales" dijo la chica apresurada. "También hay de otros tipos aunque no son muy comunes." Finalizó la chica.
"Bien excelente, ahora el joven de ahí... Dígame, ¿ qué órgano es el que acumula la magia?"
"Es el corazón, señor."
"Muy bien."
Así siguió el profesor preguntando al azar a los chicos. Los que ya respondían tenían una expresión de alivio, mientras que los que aún no habían respondido aumentaban su nerviosismo.
Yo, por mi parte, no estaba alterada, no tenía por qué estarlo, estaba confiada, pues conocía muy bien toda esta información. Así que venga, pregúnteme lo que quiera, señor...
"Tú, la jovencita con alas" dijo mientras me señalaba con su varita.
Rayos, por eso dicen que se debe tener cuidado con lo que se pide...
"Dime, ¿qué es lo más importante en la vida de un mago según los reglamentos de la escuela?" Preguntó mientras levantaba una de sus cejas y dejaba escapar una ligera sonrisa.
"Lo más importante es..." Me levanté y respondí pero..."¿ehh? ¿Lo más importante? ¿Qué era?" Murmuré.
mi mente quedó completamente en blanco, ¿mis emociones me habían traicionado? no, no era eso... ¡Lo que realmente ocurría es que esa pregunta nunca se hizo en la novela!
"¿Qué sucede, señorita? ¿No conoce la respuesta?"
yo, por mi parte, sólo me limité a sacudir mi cabeza de derecha a izquierda.
El profesor a continuación hizo una seña con sus manos para que pasara al frente. Ugh, me preguntaba, ¿será ese el castigo? ¿Me humillará enfrente de todos?
temblorosamente hice todo el recorrido hasta que finalmente estuve al lado del maestro.
Ya enfrente pude ver a todos mis compañeros... No había ninguna cara familiar de la novela, eso sí, ver de cerca al profesor no era para nada agradable. Aunque a juzgar por su físico puedo decir que el profesor de joven era muy apuesto.
"Bien jovencito de ahí, dime qué pasa si aplico magia sobre la mano de esta chica?" dijo el profesor mientras me tomaba de la mano.
"......"
El chico, sin embargo, no respondió nada, sólo miraba con una cara pálida como anticipando una horrible escena. Yo miraba con preocupación al profesor, preguntándome en qué estaría pensado.
Lo que imaginé fue una de esas escenas graciosas en donde el profesor o profesora estricto golpea a sus estudiantes, generando un alivio cómico, pero esta no era esa situación.
"¿No sabes? bien, si aplico magia sobre la mano de esta chica, pasaría esto" Cuando el profesor pronunció esas palabras, su mano junto con la mía empezó a brillar de un tono verdoso oscuro con ligeros matices de negro.
"ouch ouch" yo me quejaba del dolor.
El profesor me miró y mientras sacaba un libro de su bolsillo con su otra mano libre dijo: "Lo más importante en la vida de un mago, señorita, es la educación! usted fue la única estudiante que no saludó antes de tomar su asiento y, no conforme con eso, su entrada fue digna de una bestia! ¡Destruyó parte de las instalaciones de la escuela!" Con cada palabra que pronunciaba, su tono aumentaba y también la intensidad de la luz verdosa crecía.
Así que era eso, pensé que me había salvado por llegar a tiempo, pero se me olvidó algo importante, algo lógico, había destruido las ventanas, parte de las instalaciones de la institución era obvio que sería regañada. De algún modo se podría decir que tenía la realidad muy alterada. Esto no era como en los juegos en los que, a pesar de destruir todo un escenario lleno de NPC, el jugador no recibe ningún tipo de castigo. Esta escuela era estricta, era obvio que tendría algún sermón para mí.
¿Entonces el profesor miraba el reloj esperando que yo saludara y me disculpara, quizá?
Miraba a mis compañeros esperando que alguien me ayudara, que alguien extendiera su mano y simpatizara conmigo, una equivocación mía. Los estudiantes estaban todos perplejos, una reacción de esperarse.
"Entienden? Aquí en golden crown enseñamos a gente decente, los únicos que crean bárbaros son esos indisciplinados de CrimsonRoyale", exclamó finalmente el profesor mirando a los demás estudiantes.
"Ahhhhhhhh" Yo Gritaba por el dolor y lágrimas salían de mis ojos mientras el profesor apretaba mi mano con mayor fuerza. Pude sentir cómo mi mano se aplastaba y escuché cómo mis huesos se rompían.
"A usted jovencita no le pondré una amonestación, sin embargo..." Dijo el profesor, mirándome con una sonrisa espeluznante.
"¡Profesor, ya basta! ¡Deje de lastimarla!" Una voz exclamó, la voz de un joven, uno de los estudiantes me estaba defendiendo. ¿Pero quién? Al cambiar mi mirada hacia el que me defendía, noté que era el vampiro mujeriego Laski, aunque no lo pude ver con mucha claridad, ya que la intensidad de la luz me había segado. Una espada que sobresalía de su uniforme y una figura atlética, al juzgar por su silueta, era sin duda él.
¿Por qué no lo noté antes cuando estaba sentada? Qué extraño... También había algo en su voz que me resultaba familiar.
El chico rápidamente se interpuso, tomando del brazo al profesor.
"El reglamento de la escuela también prohíbe el uso de magia para abusar físicamente y emocionalmente dentro del plantel, no puede defender el reglamento si usted tampoco lo cumple, tío Krauser... Digo profesor."
"Hmm, eres tú, Laski sabía que harías algo como esto." El profesor hizo una cara de insatisfacción y finalmente me soltó.
Yo caí al suelo, vi mi mano... Estaba completamente aplastada, ya no tenía la forma de una mano normal.
"La clase continuará en el patio de la escuela, diríjanse allá inmediatamente" Finalizó el profesor y, dando una vuelta, tomó sus pertenencias del escritorio y salió del salón. todos rápidamente se retiraron del salón.
Todos pasaron de mí, como si se tratara de un fantasma... Todos excepto aquel vampiro...
"¿Te encuentras bien?" dijo el chico mientras tocaba mi hombro.
"m-mi mano" Yo todavía en el suelo. Le mostré mi mano para que observara, pero sin levantar mi cabeza...
"¿hm? yo veo tu mano normal"
Mi mano estaba normal, como si no hubiera pasado nada. Hace unos instantes estaba aplastada pero ahora estaba normal. A pesar de eso, la sensación que aún la sentía como si tuviera la mano aplastada era horrible.
Ahora que lo pienso, el día anterior había ocurrido lo mismo, seguía olvidando el estado en el que estaba. Este no era un cuerpo humano, no estaba en mi mundo. Decidí adaptarme rápido pero es como dicen, es más fácil que hacerlo.
"Vamos, levántate, dame la mano" dijo el vampiro extendiendo su mano.
Yo estuve hesitante por unos segundos, finalmente tomé su mano y me levanté, me volví para ver su rostro, pero este mundo cada vez se volvía más extraño, cosas inesperadas continuaban pasando, esta vez era el rostro del vampiro Laski, uno de los protagonistas de la historia.
Este personaje en la novela es un chico de cabello blanco, ojos carmesí y ligeros colmillos que se dejan ver cuando habla. Ese no era el rostro que contemplaban mis ojos, era uno distinto, pero a la misma vez uno que era muy familiar para mí...
"¿D-Dantés?"
Tenía el rostro del chico que estaba evitando el día de ayer. Mi amigo de la infancia, Dantés.