El MAFIOSO ITALIANO.

Sus miradas se cruzaron unos pocos minutos, Pero Alice la desvío inmediatamente, no quería tener problemas con la mujer de este hombre.

Alice: Espero que le guste señor, no soy la mejor chef, Pero de hambre no me muero.

Alessandro: ¿Cómo es que acabaste siendo vendida por tus propios padres?.

Alice: Bueno, mi padre siempre ha tenido ludopatía y mi madre al principio era buena conmigo, Pero cuando cumplí los 10 años mi padre perdió una cantidad razonable de dinero y mi mamá en vez de salir de ahí junto conmigo se quedó y empezó a consumir drogas cuando tenía 15 años me di cuenta de de que se vendía para tener dinero, yo empecé a trabajar desde los 11 para poder comer y tener mis cosas, no quise salir porque al menos tenía un techo.

Trabajaba en una tienda de víveres como cajera, hasta esta noche que al llegar a mi casa unos hombres estaban en la sala diciendo que mi padre les debía 15 mil dólares y como no los tenía dijo que yo sería el pago hasta que salí corriendo y me lo encontré a usted en el camino.

Alessandro: ¿Cuántos años tienes?.

Alice: 20 años.

Alessandro: Yo no vivo en esta ciudad, ¿me seguirías a cualquier lado?.

Alice: Claro, usted me salvó de esos tipos, lo seguiré hasta el fin del mundo si usted quiere.

Alessandro termino su comida y ella recogió y lavo todo dejando la cocina tal y como la había conseguido, ella se sentó en el sillón en silencio a esperar que el regresara, puesto que se había ido la habitación al poco rato salió en un traje azul marino y camisa blanca que era a la medida.

Alice: Disculpe señor, quería pedirle algo.

Alessandro: ¿Qué podría ser?.

Alice: Ayer me salí corriendo de casa y no saque nada, sé que es un hombre ocupado, pero ¿podría llevarme a buscar mis cosas?.

Alessandro: Vamos, Pero que sea rápido hoy tengo muchas cosas que hacer antes de irme de esta ciudad.

Alice: No se preocupe, no es mucho lo que tengo que buscar, Pero no puedo tener esta ropa todo el tiempo y además tengo que buscar mis papeles.

Alessandro: Vamos.

Ambos salieron de la casa y llegaron las camionetas donde se montaron para ir a la casa de Alice, durante el camino nadie dijo nada, Leonardo no estaba así que solo eran ellos dos y el chófer.

Al llegar a la casa de Alice, Alessandro pudo observar que era muy humilde la fachada estaba muy descuidada y no tenía muy buen aspecto.

Alice: Trataré de tardarme muy poco señor a esta hora no hay nadie en casa.

Alessandro no sabe por qué lo hizo, pero bajo del auto y la siguió hasta dentro de la casa, el lugar era un completo asco, botellas, colillas de cigarro y ropa por todos lados al llegar a una puerta pudo ver que tenía un candado y ella tenía la llave su cara debió tener un signo de interrogación por lo que ella le dijo.

Alice: Tuve que ponerle candado a mi cuerpo, mi padre se metía aquí para robarme el dinero para apostarlo.

Al entrar era un cambio total a lo que había afuera, el cuarto de Alice era muy ordenado, no tenía mal olor y aunque no había ningún tipo de lujo no estaba feo, ella tomó un bolso y metió su ropa, zapatos.

Cómo no tenía mucho en 3 bolsos entraron todas sus cosas y al final tomó sus papeles, por último agarro una caja que usaban para transportar animales.

Alessandro: ¿Qué es eso?.

Alice: Mi gato, mis padres le pegaban cuando yo no estaba así que compré está transportadora y le meto agua y comida para el día en la noche cuando llegó lo saco a hacer sus necesidades, es muy bueno.

Su nombre es Alex.

Alessandro: ¿Alex?.

Alice: Sí, bueno ya tengo todo vámonos.

Ella cargaba con todas sus cosas, como la había traído y no puso peros con el animal no quería tentar su suerte así que no le pidió ayuda, Pero cuando iban saliendo había una mujer junto a un hombre en la sala.

Mamá de Alice: ¿Qué haces aquí? Tú debes estar con los hombres de anoche si no regresas con ellos van a matar a tu padre.

Alice: No voy a regresar con nadie, adiós.

Ella iba a salir cuando su mamá la tomó del brazo y le dio un fuerte golpe en la cara y sin querer solo la caja donde venía el gato y este chillo al caer.

Mamá de Alice: Otra vez ese estúpido gato, se va a morir.

Alice con las manos temblorosas iba a tomar a gato cuando recibió otro golpe y está comenzó a llorar, cosa que molestó mucho a Alessandro, no entendía por qué verla llorar era como un puñal en su cuerpo.

Así que saco su arma y a punto.

Alessandro: Toca esa caja y va a ser lo último que ustedes ratas asquerosas van a hacer en sus vidas.

Al ver el arma los dos se quedaron pasmados de miedo.

Alessandro: Alice recoge al gato, nos vamos.

Alice hizo lo que Alessandro le pidió rápidamente y salió de ahí casi que corriendo y subió al auto tirando sus bolsos y abriendo la caja para saber si el gatito estaba bien.

Dentro de la casa...

Alessandro le colocaba el silenciador al arma que cargaba les dio un disparo a cada uno y salió de la casa como si nada.

Al subir a la camioneta Alessandro fue sorprendido por el abrazo de Alice mientras lágrimas aún corrían por sus mejillas.

Alice: Gracias señor, salvo a Alex.

Alessandro: No fue nada, no me gustan las injusticias, ya he perdido mucho por no saber escuchar.

Alice no dijo nada y abrazo al gato con cariño, Alessandro la veía y pregunto.

Alessandro: ¿Piensas volver a ver a tus padres algún día?.

Alice: No, ellos son la razón por la que viví un infierno, sabe leí en una revista que muchas veces nos quedamos en nuestro infierno porque es lo único que conocemos, anoche mientras usted torturaba a esos hombres me di cuenta de que infierno lo hace uno mismo, ellos hicieron cosas o tomaron decisiones que los llevaron a ese punto, tal vez usted no sea un santo, pero me ayudo cuando más lo necesite y eso es algo que jamás voy a olvidar.

Así que es mejor no volver a saber de ellos en mi vida.

Alessandro: Bien, te voy a dejar en mi apartamento por unas horas, necesito hacer unas cosas, luego pasaré por ti y nos iremos.

Alice: Está bien señor.

Y así se hizo, Alessandro fue y la dejo en el apartamento, después fue a la empresa y por la tarde cuando llegó por Alice ya estaba lista para viajar, pero antes le dio una bolsa con unas tazas de comida.

Alice: Pensé que a lo mejor no había comido nada y le guardé del almuerzo que hice.

Alessandro: Gracias, ahora vamos Leonardo nos espera en el aeropuerto.

Durante el camino el se comió lo que ella preparó y al llegar subieron al avión para volver a casa, Leonardo no podía con el asombro Alessandro Rossi aceptando un animal en su avión privado eso si que era algo nuevo, Pero una esperanza se instaló en él.

Leonardo: ¿Será que está chica podrá ablandar el corazón de Alessandro?.

Pensó y luego de eso metió su cabeza en el montón de papeles que tenía que revisar, regresaban a casa y con una nueva integrante en el grupo.