AMOR INESPERADO.

Mateo sonrió complacido y se retiró sin volver atrás, Mateo llevó a Diana, hasta la habitación qué por muchos años hubiera ocupado, Antes de dejarla sobre la cama Mateo la beso una vez más, le fue difícil tenerla tan cerca y no besarla, así que se dejó llevar por su instinto.

Apenas Diana pudo recobrar el aliento le dijo, - no debiste besarme, ya no había nadie quien nos viera.

- Este beso fue por todos los que no me diste frente a mi familia.

Diana se preocupó un poco, pero al momento siguiente cambio de parecer.

- Aunque yo no te haya besado , yo correspondia a tus besos.

- Si, pero es diferente debes mostrarte más, cariñosa.

Diana bajo la cabeza y se disculpó.

- Lo siento, en verdad lo intenté solo que me cuesta un poco tomar la iniciativa.

- Está bien no pasa nada solo es cuestión de práctica, sonriendo le dijo puedes besarme ahora.

Mateo se acercó a Diana, pero está no tenía intenciones de besarlo; sin embargo, el moría por sentir sus labios una vez más.

Al ver que Diana no reaccionaba, Mateo se molestó y apretando la mandíbula le dijo bésame me lo debes, Diana no sabía si besarlo o salir corriendo, ya que para ella los besos de Mateo eran una tortura cada que lo tenía cerca, cada que él la besaba y le hacía caricias Diana perdía toda la fuerza de voluntad estaba completamente a su merced.

Diana pensaba que si lo besaba, tal vez no pudiera detenerse, pues su cuerpo temblaba y ansiaba correr a sus brazos y perderse en el.

Mateo aún esperaba impaciente su beso, Diana sabía que no lo iba a hacer cambiar de parecer así que rápidamente se acercó y le dio un beso en la boca y se retiró, eso molestó aún más a Mateo qué rápidamente le dijo y en tono aún más molestó.

- Esos no es un beso, así que es mejor que me des un buen beso o pagaras las consecuencias.

A Diana no le quedo a de otra que acceder a su mandato.

Diana se acercó lentamente, mientras sentía como su corazón latía acelerado y sus pies temblaban.

Ella se levantó de puntillas para alcanzarlo y como el no tenía intención de agacharse un poco a Diana no le quedo de otra que colgarse de su cuello para obligarlo a bajar un poco la cabeza, y sin pensarlo se apoderó de su boca y lo beso, suave y dulcemente, Mateo se dejó llevar disfrutando este beso al máximo.

La forma en que Diana lo besaba lo transportaba al paraíso, su beso era tan cálido y dulce muy diferente a los besos que él le daba a ella, desesperados llenos de pasión y deseo.

Diana no quería parar, Mateo era como una droga ala cuál se estaba volviendo adicta; sin embargo, se obligó a alejarse de él, Mateo al sentir que Diana dejaba de besarlo no lo permitió, y la tomó con más fuerza para seguirla besando.

Aunque Diana trato de poner resistencia finalmente termino cediendo dejándose llevar por el beso de Mateo.

Mateo dejo de besar a Diana y aun abrazados le dijo dulcemente al oído,- Fue el mejor beso de toda mi vida, lo llevaré en mi mente como un tatuaje en la piel difícil de borrar.

Diana sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo y sintió como la fuerza la abandonaba, sentía una pesadez qué no le permitía alejarse de él, Diana recargo su cabeza en el pecho de Mateo en una acción muy íntima.

Ambos sentían qué sus cuerpos decían todo lo que no podían decir en palabras.

Después de unos minutos así Diana sintío qué el sueño la invadía y antes de quedarse dormida en sus brazos se alejó de él, Diana buscaba donde dormiría, ya que la cama era matrimonial y no había, algún sillón o algo donde poderse acomodar.

Mateo pareció entender todo por la expresión de Diana y sonriendo traviesamente le dijo ni modo tendremos que compartir la cama.

Diana un poco afligida y preocupada le dijo.

- Mateo no debimos quedarnos.

- Diana tú aún no conoces a Mariana Cuando ella dice algo es difícil hacerla cambiar de opinión, así que lo mejor que pude hacer, fue sacarte y salir de allí, ya que si hubiera tomado una copa más me sería imposible dormir contigo a mi lado.

Diana entendió a lo que se refería, y pensando en lo que pudiera haber podido pasar, se puso roja al tiempo que pensó que su relación solo eran por un contrato, y una pizca de tristeza la invadió, por un momento había pensado que Mateo sentía algo más por ella.

Mateo deseaba fervientemente hacerle el amor y decirle cuanto la amaba qué día a día se le hacía más difícil imaginar su vida sin ella; sin embargo, no quería hacer nada que terminara dañándola o dañando la confianza que Diana le tenía, Mateo deseaba enamorarla para asegurarse qué nunca lo dejara y cuando él sintiera qué el corazón de Diana le pertenecía le declararía su amor.

Mateo se dirigió al closet y saco una camisa blanca de seda, se la dio a Diana, mientras tras le decía que se le vería bien de pijama, Diana no tenía otra opción así que sin pensarlo la tomó, le agradeció para después, entras al baño, Diana se dio un baño y se prepararon para dormir.

Al salir del baño o la camisa puesta y aún secando su cabello, Mateo se quedó con la boca abierta, Diana se veía tan sexi que Mateo se la comía con la mirada.

Diana se dio cuenta, así que abriendo la puerta del baño le dijo, que era mejor que se fuera a bañar y con agua fría.

Mateo obedeció y entro al baño. Diana aprovechó para acomodarse a dormir, ella se acostó en un lado de la cama tratando de no ocupar mucho espacio, e intentaba dormir aunque no lo logro cuando volvió Mateo ella fingía estar dormida Para evitar tener algún contacto con él.

Pensaba que si el pensaba que estaba dormida solo se acomodaría y se dormiría el también.

Al entrar Mateo su decepción fue notoria, al encontrarse a Diana dormida, no imagino que se dormiría tan pronto.

Mateo se acomodó en su lagar y acercándose a Diana, le hablo suavemente, pera comprobar si ya estaba dormida.

Al no tener respuesta Mateo se acercó para abrazarla y acomodarse a dormir.

Diana no podía creer lo que estaba haciendo, le incomodaba sentir a Mateo pegado a su espalda, pero, por otro lado, le daba miedo que el intentara hacer algo más, si ella se movía y descubría qué estaba despierta.

 A Diana no le quedo de otra que obligarte a dormir así.

Por otro lado, Mateo tenía una sonrisa dibujada en su rostro, pues aunque pensó que Diana estaba dormida, por la respiración descubrió qué no era así.

Él se le acercó para que ella reaccionará, pues la verdad era qué no tenía sueño y no quería estar solo, el quería platicar con ella.

Sin embargo, Diana no reaccionó así que el la abrazo pegándola muy cerca a él y se dispuso a dormir.

 Ambos fingían dormir hasta que finalmente se quedaron dormidos.

Después de dormir por algunas horas Diana despertó con mucha sed al parecer la cruda por las copas que había bebido ya le estaba llegando.

Al sentir que aún Mateo la tenía abrazada Diana se movió lentamente para no despertarlo y salió de la cama, se alumbró con el celular, al prenderlo vio que eran casi las 3 de la mañana, pensó qué podía bajar sin preocupación a la cocina por un poco de agua, pues aún era noche para que alguien anduviera levantado.