El MAFIOSO ITALIANO.

Alessandro: Buenos dias, Alice.

Alice: Buenos dias, Alessandro

¿Dormiste bien?

Alessandro: Si, de hecho, ya es tarde deben de pensar que estoy enfermo.

Dijo con una sonrisa burlona.

Alice: ¿Y lo estas?

Alessandro: No, solo dormí muy bien, espero que tú tambien.

Alice: Si dormí muy bien, pero quería preguntarte si ¿estabas despierto hace rato?

Alessandro: Mas o menos desde que dijiste que si yo te gustaba, lo triste es que no escuche respuesta.

Alice: Que vergüenza.

Alessandro: No tienes nada de que avergonzarte, pero dime ¿si te gusto?

Alice: Si, pero la cosa es que no sé si es por agradecimiento o de verdad es amor.

Alessandro: Bueno que te parece si dejamos que el tiempo haga lo suyo, yo tambien me siento atraído por ti asi que quiero que el tiempo nos diga que pasara con nosotros.

Alice: Estoy de acuerdo.

Alice miro a su alrededor y se sentó en la cama.

Alessandro: ¿Buscas tu bola de pelos?

Alice: Si, no lo veo.

Alessandro: Seguro que bajo a la cocina por su desayuno, mira la puerta está abierta.

Alice: Seguro mira que se hizo muy amigo de tu mamá.

Alessandro: A ella le gustan y el se deja mimar por ella, bueno voy a arreglarme te veo para desayunar.

Alice: Si y gracias por quedarte conmigo anoche.

Alessandro: No fue nada, la verdad es que yo tambien me sentí bien al estar contigo.

Un ligero sonrojo se poso en las mejillas de Alice cuando el salió de la habitación ella se fue a duchar no creía lo que había pasado, pero sentía que su corazón se le saldría del pecho.

Por su parte Alessandro también estaba muy feliz, al igual que Alice se ducho y ambos se acomodaron.

Justo los dos salieron de sus respectivas habitaciones al mismo tiempo y bajaron juntos a la planta baja para desayunar, al llegar vieron a Leonardo hablando con la mamá de Alessandro y Alex que están con ellos.

Mamá de Alessandro: Ya le iba a decir a Leonardo que llamara un médico.

Alessandro: No seas exagerada mamá, Estoy bien.

Leonardo: Es que o estás enfermo o tuviste un buen descanso.

Alessandro: Tuve un buen descanso así que dejen de hacer tanto drama, yo también merezco despertar tarde uno que otro día ¿no?.

Mamá de Alessandro: Y aquí tenemos al ogro nuevamente, no me vuelvo a preocupar por ti.

Dijo la mamá de Alessandro con un todo decaído y hasta sufrido, pero él sabía que era drama y lo era, ya que cambio automáticamente cuando se dedicó a ver a Alice.

¿Y tú querida¿ ¿como dormiste?.

Alice: Muy bien, con un poco de miedo por los truenos, pero también dormí muy bien.

Mamá de Alessandro: Que bueno, me alegra que descansaras y que tú primera noche en esta casa fuera la mejor, el pequeño Alex vino a mi y ya le di su desayuno.

Alice: Muchas Gracias, señora.

Leonardo: Bueno ahora vamos a desayunar, ya sabes que tu mamá no desayuna si no estás en la mesa y me tiene aquí nada más que viendo lo rico que se ve.

Alessandro: Por favor, yo sé que lo primero que haces antes de hacer cualquier cosa es comer, así que no me vengas con estas muerto de hambre.

Leonardo se sentó en la mesa junto a los demás mientras se quejaba.

Leonardo: Mira, tú normalmente te levantas tres horas más temprano que hoy así que no me culpes por tener hambre, que jefe tan desconsiderado me gasto.

Dijo haciendo un gesto como si se secara una lágrima.

La pobre de Alice se sonrojo.

Mamá de Alessandro: Alice estás algo roja, ¿no tendrás fiebre?.

Alice: Me siento bien, gracias.

Alessandro sabía que esa conversación la estaba poniendo un poco incómoda por lo ocurrido anoche y parece ser que entre su mamá y Leonardo no lo iban a dejar en paz.

Alessandro: Bueno vamos a comer.

Todos comenzaron a comer tranquilamente hasta que el minino se le montó en el regazo a Alessandro mientras desayunaba, él no dijo nada y siguió comiendo, después de terminar Leonardo se levanto.

Leonardo: Voy a traerte los papeles para que leas y firmes.

Alessandro: Está bien.

Después Alice termino su desayuno empezó a buscar a Alex, Alessandro sabía que lo buscaba, ya que miraba para todos lados, Leonardo le trajo los papeles.

Alessandro: ¿Buscas a Alex?.

Alice: Si, hace un momento estaba aquí y ya no lo veo.

Alessandro: Está aquí conmigo, mira se durmió en mis piernas.

Leonardo miró como el gato dormía en las piernas de Alessandro y no lo podía creer, podía jurar que si esto pasaba dos semanas atrás el pobre animal estaría muerto.

Leonardo: De verdad que creo que estoy alucinando.

Alessandro: Deja de molestar Leonardo.

Mamá de Alessandro: Yo no estoy alucinando, veo perfectamente así que dejemos trabajar a estos hombres.

Alice ven conmigo.

Alessandro: ¿A dónde vas con Alice?.

Mamá de Alessandro: Vamos a salir, quiero comprar ropa y algunas otras cositas.

Alessandro: En ese caso...

Busco en su pantalón y saco una tarjeta.

Toma Alice, con esta tarjeta podrás comprar lo que quieras.

Alice: No, yo no he trabajado ese dinero, ¿como podría gastarlo?.

Alessandro: Ya veremos en qué podrás ayudar, Pero necesitas comprar tus cosas y también a Alex, cómprale un castillo para que duerma y rasque sus uñas, ya que no quiero que dañe los muebles.

Alice: Está bien.

De pronto el celular de Leonardo comenzó a sonar.

Leonardo contestó.

Leonardo: ¿Si?.

.....

Leonardo: ¿Dijo su nombre?.

.....

Leonardo: Hazla pasar, pero con escoltas hasta la puerta desde aquí yo me encargo.

Y colgó la llamada.

Alessandro: ¿Qué pasa?.

Leonardo: Llegó una invitada, parece ser que quiere hablar contigo, su padre es el jefe del este.

Alessandro: Sí, sé quién es, mi padre tuvo la idea de ponerlo como líder hace años y por los informes ha hecho un gran trabajo.

Pero, ¿qué querrá su hija?.

Leonardo: Ya veremos, ¿la hago pasar al despacho?.

Alessandro: No, ella no viene a hacer negocios o al menos no me interesa, vino aquí sin avisar previamente que agradezca que al menos le voy a dar unos minutos.

Leonardo fue hasta la puerta por la invitada al verla realmente era una mujer hermosa y deslumbrante.

Leonardo: Buen día, ¿usted se llama?.

Gabriella: Mi nombre es Gabriella.

Leonardo: El señor Alessandro, la atenderá a pesar de no haber avisado de su visita.

La mujer siguió a Leonardo hasta el comedor donde seguían sentadas Alice y la mamá de Alessandro.

Gabriella: Buen día, mi nombre es Gabriella.

Alessandro no se levantó de la mesa y seguía con la vista en los papeles que tenía en sus manos.

Alessandro: ¿Le ocurrió algo a tu padre para que hayas venido a mi casa sin invitación o un aviso previo?.

Gabriella: No, lo que pasa es que yo estaba en Francia y no pude venir a darle mis condolencias por la muerte de su esposa.

Esa fue una revelación para Alice, puesto que ella no sabía que Alessandro era viudo.

Pero se mantuvo sentada sin decir nada.

Alessandro: Mmmm... Ya lo hiciste así que por favor retírate.

Gabriella: Pero señor, también venía por algo más.

La voz de Gabriella se volvió más suave casi como una caricia al oído.

Alessandro no era tonto, sabía que ese cambio en el tono de voz era porque quería algo más que dar las condolencias.

Mamá de Alessandro: Alessandro, me voy con Alice.

Alessandro: Si mamá, la cuidas bien por favor.

Mamá de Alessandro: No te preocupes hijo.

Alice se levantó y se puso a un lado de Alessandro cosa que a la mujer que estaba del otro lado no le gustó y puso mala cara cosa que no pasó desapercibida por la mamá de Alessandro.

Alessandro: ¿Qué ocurre Alice?.

Alice: Alex.

Alessandro: Ve con mi madre y déjamelo él esta muy agusto aquí.

Prometo que lo cuidare bien.

Gabriella estaba enojada, el tono de voz que Alessandro usaba con esa mujer era suave, sin perder lo autoritario, pero suave cosa que no hacía con ella siendo la hija de uno de sus jefes.

Alice salió del comedor con la mamá de Alessandro dejando solos a los tres.

Leonardo sabía que está mujer la había visto antes, pero no recordaba dónde y eso era un problema para él.

Alessandro: ¿Y bien?.

Gabriella: ¿Quisiera saber si tiene otra candidata para ser su esposa?.

Alessandro: Bastante directa diría yo, pero si tengo otra candidata para ser mi esposa y es la mujer que acabas de ver salir del salón.

No es muy común que venga la hija de uno de mis hombres para decirme si tengo esposa, normalmente tu padre tendría que preguntar.

Gabriella: Mi padre no lo quiso, dice que soy muy joven, Pero yo lo amo a usted desde hace muchos años y desafortunadamente su esposa falleció y pensé que podría tener una oportunidad.

Alessandro: No Estoy interesado en ti, es más no recuerdo haberte visto antes como piensas que simplemente te voy a aceptar solo por ser hija de uno de mis hombres.

Gabriella: Solo pido una oportunidad, esa niña aún no es su esposa.

Otra de las cosas que quería pedir era ¿si podría quedarme aquí unas semanas?.

Alessandro: ¿Para que?.

Gabriella: Es que recibí un atentado y mi padre me mandó para pedir asilo en su casa, ya que es la más segura del país.

Mire aquí mi papá le mando una carta, no miento tiene su firma y el sello de la organización del este.

Alessandro no estaba seguro, está mujer era un misterio y un enredo, tenerla en su casa podría convertirse en un problema, Pero sabe que si fue algo que le pidió el padre de ella era difícil de negarse.

Alessandro.

Alice.

Alex.

Gabriella.