La Duquesa Abandonada

En el ducado del norte no sé hace un festival de primavera, pero en la capital si, el castillo está lleno de invitados y es una ocasión perfecta para que Mos nobles presenten a sus hijas.

El principe no está para nada emocionado, solo recuerda que hace algunos años Aina y el compartían atuendos, ella desde muy temprano se alistaba para salir a la ciudad con el.

-Fui un estúpido, jamás podré recuperar su amor.

-Estas listo, debes bailar con las jóvenes que vendrán

-Papa...

-Nada, debes casarte, debes tener un heredero, Dunkan ya tiene un hijo y tú no puedes quedarte atrás, debes ser mejor.

-Solo, quería ser como el, empuñar mi espada, el prometió ayudarme y tú me alejaste de él.

-El solo busca una oportunidad para quitarte lo que es tuyo.

-Si así fuera el estaría aquí, ni siquiera vendrá, el está por regresar a las minas.

-Ahi es su lugar, no debe intervenir, así que apúrate.

El rey sale de su cuarto y Kiram siente un vacío, no tiene amigos, Aina que en algún momento fue su acompañante ya no está, incluso Dunkan venía en primavera, desde hace más de dos años que no viene.

-En realidad estoy solo, antes los tres estábamos aquí, ahora ellos hacen su vida, el tiene lo que fue mío y tengo que recuperarlo.

Lo que no sabe es que Aina no es la misma, ella no siente nada por él, ni siquiera el cariño de niños, ella tiene los recuerdos, pero no los sentimientos hacia él, lo que ahora le importa es Luciel, en la historia original él era una persona que creció sin una madre, Aina nunca lo fue y la acabo matando.

-Aina, Luciel se volvió a ir?

-Si, me di cuenta cuando se fue, deberías verlo bajar lentamente para no ser descubierto.

-Debería agradecerle, asi puedo dormir contigo.

-Jaja, si él se está esforzando mucho, te vas mañana?

-Si, pero solo una días, no me quedaré mucho tiempo, Luciel me dijo que no quería que me fuera, no me gusta dejarlo mucho tiempo, me consuela que tú estés aquí, puedes cuidarlo como hasta ahora.

-Claro que si, te lo prometo.

-Aina, sabes que tengo sentimientos por ti estos meses me he sentido muy bien a tu lado, quiero que esté matrimonio funcione.

Aún voltea y lo ve a los ojos, acaricia su rostro y lo besa, así ambos saben de sus sentimientos.

-Yo también quiero que estemos bien, como un matrimonio, puedo confiar en ti.

-Te lo prometo.

-Bien ahora duerme, mañana te vas temprano.

-Eso es difícil estando a tu lado.

Dunkan siempre que la tiene a su lado está nervioso, poder abrazarla y verla dormir es fascinante.

-Aina, si me sigues besando así, no me voy a ir, eres mala.

-Bien, bien, vamos con Luciel nos está esperando.

Luciel se despide de Dunkan, ahora la despedida es diferente, ahora Luciel ya no llora y Aina está con él, siente un poco de alivio, no estará solo.

Aina retoma sus actividades, Luciel sus clases, sus maestros viajaron a la capital y ya están de regreso.

Noel está en el despacho trabajando con Aina, cuando entra el capitán, solo para informarle que el caballero contratado si es apto para ser caballero de Luciel, ella está feliz esperando que Luciel también lo esté cuando lo conozca.

Luciel está con el capitán y Aina, el caballero Gustavo lleva el uniforme del ducado, está parado con su espada frente a ellos.

-Mamá, quien es?

-Él es Gustavo será desde hoy tu caballero, él te va a proteger todo el tiempo, debes confiar en él, ten en esta caja, está el broche con el escudo de la familia, sabes dónde va?

-Si, en su traje, el será mi amigo?

-Si, será tu amigo,Lucían sabes lo que hace un caballero personal.

-Cuida a la persona a la que le hace su juramento, debe poner su vida sobre esa persona.

Aina le indica a Luciel que vaya con él, Luciel camina hacia el caballero, que se pone de rodillas al verlo.

-Yo Luciel Graham, te acepto a ti como mi caballero.

-Yo Gustavo Martí, Juro lealtad a mi señor Luciel Graham, heredero del gran Ducado del norte, prometo ser leal y protegerlo sobre mi propia vida.

Luciel le pone su broche en su traje, le sonríe y va con él, para platicar un rato, Aina va con Noel a trabajar.

-Noel, el tiene familia?

-No, es huérfano, ingreso a la academia por el patrocinio de la emperatriz.

-Entonces su familia eres tu.

-Como? Nosotros...

-No es necesario que me cuentes, no tengas pena, tú tienes una cabaña aparte, ahí pueden estar los dos, nadie los va a molestar.

-Gracias mi señora.

-Ahora vamos, debemos ver las bodegas

Aina prepara todo para la primavera, manda a llamar a la modista y está vez encargará ropa para Dunkan, él le pidió algunos trajes, Luciel le pidió ropa parecida a la de su papá, ella encargará vestidos nuevos.

Dunkan después de unos días llega a las minas, supervisa unos asuntos, posteriormente va a la frontera donde todo está en calma, el general también ha llegado, en esta rotación por el invierno él estará a cargo durante seis meses.

-Majestad, necesito su firma.

-General no me llames así, pueden escuchar.

-Para mi familia usted es el legítimo heredero y aunque no sea el príncipe es de la familia real.

-Está bien, pero solo tú, como están las cosas, está vez no quiero estar mucho tiempo, mi familia me espera.

-Hay calma, los informes dicen que el Emperador está enfermo, aun así el príncipe dice que no quiere una guerra, esperemos que así sea.

-Yo también, solo estaré 15 días en lo que las minas empiezan a trabajar, también debo ir a supervisar las minas de los presos, esa trabaja aún en invierno y se debe supervisar.

-Si majestad, yo me haré cargo de la frontera.

Las minas son tres las más importantes, en las grandes montañas del norte, una de ellas es nueva y otra que es de carbón, es donde los sentenciados a cadena perpetua y otros crímenes cumplen su condena, esa mina trabaja todo el año sin descanso, sobre todo antes del invierno.

Dunkan trabaja lo más rápido que puede, sin saber que alguien tiene otros planes, un carruaje sale de la Baronía de Larisa, ella supone que Dunkan la sigue amando y la ayudará, intento mandarle cartas al príncipe, pero jamás fueron contestadas, ahora su esperanza es Dunkan.