FÉNIX

Karina ayudo a su madre a curar en parte las marcas que habían quedado después de los azotes con el cinturón que había recibido de parte de su padre.

Al anochecer Fernando regreso a su casa como si nada hubiera ocurrido.

Se sentó en la mesa esperando que su esposa le sirviera la cena, durante años había sido de la misma manera, el golpeaba a su esposa y ella debía atenderlo aunque las heridas de su cuerpo fueran dolorosas y le impidieran cumplir con sus responsabilidades en el hogar.

Aunque Fernando tenía los medios para pagar una empleada doméstica que se ocupará de la preparación de los alimentos, a Fernando no le gustaba si no la exquisita comida que preparaba su sumisa esposa.

____ Trajo la cena caminando con dificultad, él al verla frunció el ceño en señal de fastidio.

____¿Dónde están mis hijos? Llamalos para que vengan a cenar conmigo, sabes que me gusta cenar con mi familia completa.

La mujer obedeció como un corderito a su pastor. A su llamado acudieron los dos hijos mayores, menos Karina quien se había disgustado con su madre por su sumisa actitud.

____ ¿Y Karina dónde está? Preguntó Fernando con evidente molestia.

____ La niña no se siente bien, la encubrió

____ Muy poco me importa como se siente, ve a traerla de una buena vez, ya te lo he dicho mujer me gusta sentarme a la mesa con toda mi familia reunida. Ordenó enojado.

Ella no tuvo más remedio que ir a llamar a Karina la cual estaba haciendo tareas en su laptop.

____ Princesa se que no quieres ver a tu padre, pero por favor baja, no quiero que el suba a buscarte. Dijo suplicando tras la puerta.

Karina tomó aire y se levantó de su silla y salió de su habitación.

____ Insisto mami, odio la actitud que tomas después de ser maltratada por ese señor.

____ Hija aunque no te guste es tu padre y como tal debes respetarlo.

____Mami el respeto no se exige, se gana y Fernando Sotomayor no se ha ganado el respeto de ninguno de los miembros de esta familia. Soltó enojada Karina.

Karina y su madre bajaron a cenar. Karina ni siquiera saludo algo que irritó demasiado a Fernando.

____¿Dónde están tus modales señorita?

____ Se quedaron en el mismo lugar donde se quedaron los tuyos. Espeto mirándolo enojada.

____¡Karina Sotomayor! Recuerda que aún eres una mocosa y me debes respeto. Grito enojado Fernando poniéndose de pie.

Karina también se paró frente a él de manera desafiante

____ Ja, respeto, ¿cuál respeto? ¿el mismo que tu nos das a madre y a mí? Pues entérate Fernando Sotomayor, hasta que tú no aprendas a respetarnos no esperes que yo te respete. Karina arrojo a la mesa la servilleta y se fue de regreso a su habitación.

____ ¡¡KARINA, VUELVE AQUÍ!! Gritó aún más enfadado Fernando, siendo completamente ignorado por la joven de 17 años.

____Esto es tu maldita culpa mujer, te dije que no mimaras tanto a esa muchachita, ahora ella no me respeta.

La mujer temblaba ante la mirada de advertencia de su esposo.

Sus hijos mayores no decían nada solo comían en silencio, como siempre eran indiferentes ante los constantes abusos y maltratos a los que era sometida su madre.

El viejo Fernando Sotomayor después de cenar se fue directo a su despacho pensando en los últimos acontecimientos del día, el jamás había golpeado a su hija y está vez había cruzado la raya y la había lastimado.

Aunque Fernando no lo decía, Karina era su debilidad, cuando ella nació él había tenido un cambio positivo en su matrimonio e incluso en su trabajo como empresario.

Pero su machismo lo rebasaba, por lo tanto no estaba dispuesto a bajar su cabeza y pedirle disculpas a su pequeña hija.

Karina había heredado su temperamento fuerte y decidido. A pesar de sus escasos 17 años era una joven con un temple que hacía agachar la cabeza a más de uno.

Un año después...

Finalizaba el cuarto semestre de arquitectura, para Karina había sido un año muy difícil, pues su machista padre no quería que ella estudiara una carrera profesional, ya que consideraba innecesario que una mujer surgiera y se destacara en el mundo profesional y menos en los negocios.

Fernando estaba convencido de que él lugar de una mujer estaba en su casa dedicada a las labores domésticas.

Pese a todas las trabas que su padre le puso para estudiar ella se mantuvo firme en su decisión y le dijo a su padre que si no la apoyaba para estudiar ella se iría de la casa y empezaría a trabajar para pagar sus estudios, algo que evidentemente su padre no permitiría pues pesaba más su deseo de mantener su fachada de padre, esposo y empresario ejemplar.

Karina se había convertido en una hermosa mujer, de cabello negro largo, ojos azules, labios carnosos, curvas perfectas, y cintura delgada. Además que había sido bendecida con una estatura adecuada y el tamaño perfecto de bubis y derrier.

Algo que indiscutiblemente llamaba la atención de los hombres que la miraban. Ella era muy esquiva con ellos por lo que rara vez entablaba conversación con alguno y mucho menos le permitía ningún tipo de cercanía.

Su rechazo hacia el sexo opuesto se debía al machismo marcado en su padre y hermanos que día con día vivía.

Unos días antes, Fernando había sido invitado a dar una entrevista, en un canal reconocido de la ciudad, por haber ganado el premio al empresario del año.

El canal le pidió a Fernando que asistiera con su "ejemplar famila" para dar una entrevista.

Aún en contra de su voluntad Karina asistió en compañía de su madre y hermanos.

El solo hecho de haber aparecido en el canal de televisión más prestigioso del país había sido suficiente para que la hermosa joven llamara la atención de miles de televidentes entre ellos, el magnate Juan Diego Morales.

El magnate era un hombre Alto, de ojos grises profundos, porte varonil, abdominales marcados, cuerpo atlético, músculos prominentes, rostro serio barba delineada y una chequera que muchos morían por poseer.

La sola presencia del hombre atraía la atención de quienes le veían, en especial las mujeres que se morían por obtener un poco de atención del escurridizo magnate.

Juan Diego rara vez veía televisión, pero ese día estaba en su penthouse descansando de un largo y tedioso viaje de negocios, entonces encendió la tv para distraerse un poco y allí vio la entrevista de Fernando Sotomayor, escucho por un rato las respuestas que el empresario daba a las preguntas que le hacía él periodista, de repente la cámara enfoco a la hermosa joven Karina Sotomayor, la cual mostraba desinterés y aburrimiento por la entrevista de su padre.

Diego se quedó impactado con la belleza de la joven y su actitud desafiante.

Enseguida tomo su teléfono y marco el número de Ernesto su hombre de confianza.

📱 Ernesto te tengo una misión, investiga al empresario Fernando Sotomayor, quiero saber todo acerca de su vida, sus fortalezas y debilidades, además que quiero que averigues todo lo referente a su bella hija.

📱Muy bien señor Morales, ¿para cuándo necesita la investigación?

📱En dos días máximo.

📱Entendido señor.

Juan Diego corto la llamada con una gran sonrisa en sus labios.

____ ¡Serás mi mujer, la madre de mis hijos, mi reina! Dijo él en voz alta mientras continuaba viendo en el televisor la imagen de Karina.

Dos días después Juan Diego ya tenía en sus manos la investigación completa de Fernando Sotomayor, en la que se destacaba el hecho de que era un empresario intachable, de buena reputación en los negocios y se decía que era un padre de familia "ejemplar".

Indagando un poco más también supo que el deseaba conseguir un buen inversionista para su empresa de diseño.

Juan Diego vió la oportunidad perfecta para acercarse a la familia Sotomayor y por ende a su objetivo, Karina.

Indagando en la vida de la joven se enteró que estudiaba arquitectura y que era amante de la pintura.

Además de que iba al gimnasio a hacer ejercicio todos los días en las mañanas.

El magnate organizó una visita al gimnasio para encontrarse con la hermosa mujer que lo tenía delirando.

Karina disfrutaba de su tiempo de ejercicio, porque eran las horas en las que podía salir del infierno que era vivir en su casa junto a su padre y hermanos.

Juan Diego estaba esperando el momento en que Karina ingresará al gimnasio para hacer su aparición.

Karina iba ingresando con los auriculares puestos y sus ojos fijos en un libro que traía en su mano.

En cuanto el la vió encontró la oportunidad perfecta para hacerse notar de la jóven.

El aflojó un poco la tapa del termo de agua que llevaba en su mano, de manera que al tropezar con ella se derramará el agua.

Juan Diego caminó hacía ella simulando ir concentrado en su teléfono.

Ella se fue acercando más hacía él y sin darse cuenta chocaron, el agua cayó sobre el libro que ella sostenía en su mano.

____ Disculpa, venía distraído, no había notado tu presencia, dijo él fingiendo vergüenza. Mientras admiraba de cerca la belleza de Karina.

No sé preocupe fue un accidente. Dijo ella mientras sacudía el libro el cual estaba empapado.

____ Lamento haber arruinado su libro, permítame ver de qué libro se trata para reponerlo.

____ No se preocupe, como le dije fue un accidente, permiso.

Karina continuo su camino hacia el gimnasio.

Juan Diego se quedó mirando a Karina alejarse cada vez más convencido de que la quería en su vida.

Él ingreso al gimnasio y se ubico en un sitio estratégico donde la pudiera ver...