AL PRECENCIAR LA MUERTE DE SU MADRE IRINA PERDIO SU VOZ Y POR CULPA DE SU PADRE FUE OBLIGADA A CASARSE Y DESPUÉS DE DOS AÑOS DE MATRIMONIO FUE OBLIGADA A DIBORCIARSE Y A CASARSE VON OTRO HOMBRE AL QUE NO CONOCÍA.
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CAPÍTULO 23
NARRADOR
Después de la conversación que Irina tuvo con Dmitry y que terminara pasando una noche de pasión en el sofá del despacho hasta agotarse, Dmitry ya no le ocultaba nada, cada mensaje que Steven le escribía para contarle los panes de Inés. Él se los mostraba a Irina, ella sabía que su hermana la odiaba, pero jamás pensó que tanto, ella ya estaba al tanto de la herencia que le dejó su madre, así que Dmitry consiguió un abogado que la representará para que en cuanto nazca el bebe ella obtenga su herencia sin mayor problema y sin ver a su familia.
Inés volvió al departamento de Steven pidiendo perdón diciéndole que lo amaba y una sarta de mentiras, Steven sabia perfectamente que estaba mintiendo, pero Dmitry le había pedido de favor que se mantuviera cerca de ella y así mantenerlo al tanto de todo y a cambio él lo ayudaría a hacer crecer aún más su empresa y a ser alguien importante. Así que Steven fingió creerle todo lo que Inés decía y la perdonó, incluso fue amoroso con ella y la trata muy bien, pero es solamente para que ella confíe en él y poder estar al tanto de todos sus planes, además de esperar el nacimiento de su hijo con Inés.
Por otra parte, Celeste estaba muy pensativa con respecto a lo que le había dicho Irina sobre que en la empresa había muchas secretarias bonitas y se moría de los celos, en especial cuando Víctor trabajaba hasta tarde, eso le hacía pensar que se quedó solo con su secretaria en la oficina haciendo algo más que trabajar. Por lo que sin darse cuenta los últimos días ha estado llamando a Víctor cada treinta minutos durante la noche cuando trabaja hasta tarde, eso a Víctor le parecía extraño, ya que el tiempo que celeste lleva en la casa jamás lo llamaba por nada, siempre eran su madre o Irina las que le decían cuando ella o sol necesitaban algo, esta noche no pudo contestar las llamadas de celeste, ya que estaba en una cena de negocios y por si fuera poco su celular murió, así que llegó tarde a casa y decidió subir a la habitación de celeste para darle un beso a sol, pero para su sorpresa celeste venía saliendo y no lo dejó a darle el beso de buenas noches a sol como de costumbre.
-¿Por qué no puedo darle su beso? -pregunta Víctor sin entender nada, porque él desde que ellas están aquí le da un beso a Sol de buenas noches.
-No quiero que beses a mi hija después de haber besado a cualquier mujer por ahí -expresa Celeste y los ojos de Víctor se abrieron mucho.
-¿Qué dices?, yo no he besado a nadie -Víctor sin entender.
-¿Y en dónde estabas porque hoy no me contestaste? -Dice Celeste y Víctor se dio cuenta de lo que estaba pasando y una sonrisa se dibujó en su rostro.
-Mi teléfono se descargó y estaba en una cena de negocios, no estaba con ninguna mujer -Víctor.
-Si la típica escusa del teléfono descargado -Celeste, Víctor disfrutaba verla celosa, pero estaba cansado y no quería alargar ese juego, así que la arrincona contra la pared y la miró fijamente a los ojos.
-A la única mujer que quiero besar es a ti -acercó sus labios a los de celeste, quien permanecía inmóvil y la beso de manera dulce y calmada. Celeste, aunque estaba un poco nerviosa, también lo besó con algo de miedo.
-Sé que aún no estás lista y no te voy a presionar, por eso le daré un beso a Sol y me iré a ducharse, pero quiero que tengas muy en claro que tú me encantas y esperaré por ti el tiempo que sea necesario. Yo no necesito otra mujer, te necesito a ti -Víctor dejó un pequeño beso en sus labios y como esta no se movía entro a la habitación y le dio un beso a Sol, luego salió.
-Descansa hermosa -Víctor se fue a su habitación, tomó una ducha y se acostó a dormir con una sonrisa en el rostro, se sentía el hombre más feliz del mundo, ya que por fin pudo besar a Celeste y aunque a él le hubiera gustado más tenía que ir despacio.
Por su parte, Celeste no sabía qué hacer, estaba congelada en la puerta de su habitación si le había gustado mucho el beso de Víctor, pero aún sentía miedo y estaba inquieta. No sabía si entrar en su habitación o seguir ahí parada, al final sacudió sus ideas y entró a la habitación para tratar de dormir, pero al final no pudo evitar sonreír a recordar el beso que Víctor le dio.
Ella nunca había sentido un beso tan tierno, los que aquel hombre le daba siempre fueron a la fuerza y la lastimaba, por eso ese beso que Víctor le dio la lleno de ilusión y la hizo sonreír, aunque aún sentía un poco de miedo, pudo sentir que podría ser feliz en algún momento junto a Víctor y su hija.