Todos dicen que ella es la villana, que su pobre hermana, la heroína, es una victima de sus maldades y envidias, así que ella les demostrará lo que en verdad es ser villana y les arrebatará todo, a los que se atrevieron a menospreciarla. Layla Amary, los hará desear haberla tratado mejor...
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capítulo 16...
Los preparativos para la boda estaban listos, el tiempo había pasado volando, el tiempo acordado había llegado, ahora esa boda era de lo que se hablaba, incluso lo de la duquesa ha quedado en el olvido. Denis tenía en sus manos el sobre con la invitación, él creyó que en algún momento, Layla lo pensaría mejor y se olvidaría de ese compromiso, creía que ella lo buscaría, en su ilusa mente, cree que en algún momento, Layla lo quiso y por eso siempre estuvo molestando a Felicia, nada más alejado de la realidad y es que la boda era un hecho y era su tío quien se casaría con esa joven que se supone, debió ser su esposa.
La emperatriz veía a su hijo irritado y arrepentido, pero Celestine no cambiará de opinión, además, hace una semana fue a ver a Layla, quería que cambiará de opinión, que aceptará de regreso a Denis, pero la chica estaba decidida, Denis, ya no era una opción para ella.
— se que no debería decir esto, pero, ve a hablar con ella, si ella sabe lo que sientes, podría recordar lo mucho que te quería.— sugiere la emperatriz.
— ¿ella realmente me quiso? No lo sé...— menciona dudoso.
— lo hizo, por eso le afecto cuando creyó que estabas con su hermana. Ve y has que se case contigo esta misma noche.— menciona la emperatriz.
Esta era la última oportunidad de obtener de regreso a Layla, no dejará que ella se case con Hades, él no puede aumentar su influencias, la concubina una vez se lo dijo, ella debe de mantener el trono como legado de su familia y Hades, es un obstáculo. Denis decidió hacerle caso a su madre, así que salió rápidamente rumbo al ducado, no puede dejar que Layla se case con Hades, es un loco de las guerras y además, con él jamás podrá formar una familia.
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Tan pronto llegó a la mansión, Felicia corrió a recibirlo, pero se decepciona cuando lo escucha preguntar por Layla.
— ella no esta aquí, se fue al pueblo, estará en un hotel hasta la hora de la ceremonia que será en el templo.— menciona Felicia.
— se lo agradezco señorita Felicia, yo, me retiro.—
— espere, alteza, si usted no tiene acompañante para la boda, ¿podríamos ir juntos?— pregunta emocionada.
Denis se queda en silencio, pero después de unos segundos le dice que si, aunque se siente mal por mentir, porque puede que quizás nisiquiera haya boda. Rápidamente se dirige al pueblo, necesita averiguar en que hotel se esta quedando Layla. Por supuesto, Felicia no sabía que en realidad Layla se ha ido al ducado de Hades, donde se hará la ceremonia, pues será el sacerdote quien acuda a la mansión para oficiar la ceremonia, detalle que debió saber si hubiera abierto la invitación.
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En la mansión Mondragon, Celestine entra a una habitación en compañía de Melinda, ella trae una caja enorme y al dejarla en la cama, Layla se acerca para abrirla, era un hermoso vestido blanco y el velo. Otras doncellas entran llevando los accesorios que usaría con el vestido.
— este día, serás la novia más hermosa del imperio.— menciona Celestine.
Y así comenzó la preparación, mientras que en su despacho, el mayordomo de Hades le entrega el traje que debe de usar para la ceremonia, también le informa de los últimos detalles y de la llegada del sacerdote. Más tarde, el asistente le informa a Hades, que la emperatriz ha cancelado a última hora, asegurando que tiene un asunto de suma importancia que debe de resolver. Hades solo sonríe, es mejor no tener su presencia, esa mujer nunca le agrado, su forma de ser era similar a la concubina de su padre, una mujer altanera codiciosa, que solo gusta de vivir en lujos. Además el que no asista, será solo una ventaja más, porque la sociedad hablará de lo resentida que esta, porque Layla no quiso casarse con el príncipe heredero.
Por otro lado, Melinda regresaba del pueblo y corre ha avisarle a Layla que el príncipe heredero la estaba buscando, se veía desesperado, preguntando en todos los lugares de hospedaje.
— dile a los guardias que no dejen pasar al príncipe si llega a venir. No quiero que arruine esta noche.— menciona molesta.
Ese estúpido príncipito no la humillara en una noche importante, seguramente la busca con desesperación porque su ego de "hombre perfecto" ha sido herido al ver que ella no le suplicó.
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La hora llego, todos estaban en sus respectivos asientos, esperando la tan esperada entrada de los novios, Felicia estaba a lado de su padre, pero estaba con la mirada triste, el príncipe no llegó a recogerla y además escuchó de las doncellas que Denis solo buscaba a Layla desesperado. Ella aprieta los labios, estaba molesta, porque ella creía que Denis la quería y que por eso siempre la protegió de Layla. La ceremonia da inicio, los novios hacen su entrada, ambos caminando hacía el altar, Layla llamaba la atención con su hermoso vestido, además de que su futuro esposo se veía bastante atractivo en aquel traje de novio.
Los dos caminan hasta llegar al altar, donde el sacerdote los esperaba, dando inicio a todo, el sacerdote daba su discurso, siendo escuchado atentamente por la pareja, aunque atrás de ellos, algunos murmuran sobre la inasistencia de los emperadores, incluso el príncipe heredero no había asistido. Aunque claro, fuera de la mansión, el príncipe heredero había llegado, finalmente supo donde se haría la boda, estaba molesto, ¿acaso Felicia le mintió?, se atrevió a mentirle de manera tan descarada; los guardias no le permiten el paso y si continúa insistiendo, uno de los guardias iría hasta el palacio para informar sobre su falta de respeto.
— aunque usted sea el príncipe heredero, si arruina la ceremonia, el duque Mondragon puede solicitar un castigo para usted.— advierte uno de los guardias.
Esto hizo que el príncipe se sobresalte y es que tenía razón, por lo que optó por alejarse. Mientras tanto, Hades y Layla daban sus votos para el matrimonio e intercambian anillos, mientras se miran con cariño o era así para los que presencian ese momento, se veían como una pareja enamorada. El sacerdote los declara una pareja casada y da su permiso para el beso que sellara el matrimonio.
Hades se inclina y le da un tierno beso a Layla, el cual ella corresponde, siendo aplaudidos por los asistentes, menos Felicia, quien observa con molestia a la pareja, mientras ella es infeliz, su hermana, quien siempre la trato mal, obtenía felicidad, mientras que ella, no pudo asistir con el príncipe y además su madre se había ido.
Los novios caminan lejos del altar y al salir de aquel lugar, los sirvientes, les piden a los invitados pasar al jardín, donde se hará el banquete y se les servirá bebidas, mientras los recién casados se han ido a tomar un descanso antes de regresar a la fiesta. Layla ha entrado a una sala, donde las doncellas les sirven agua fresca y algo de fruta, además de que se aseguran de retocar el vestuario y maquillaje de la chica. Mientras que Hades, había ido a su estudio, porque uno de los sirvientes se acerco para pedir hablar con él a solas, informando sobre el escándalo que estaba armando Denis fuera de la mansión y se retira.
[¡Ridículo!, deberíamos solo matarlo y arrojarlo a un precipicio.] Menciona aquella sombra que se muestra en el piso.
— sería demasiado escandalosa su desaparición. Mejor esperemos a ver que planes tiene mi bella esposa.— sonríe ladino.
[Como sea, me ausentare, no pienso quedarme a ver su momento de intimidad.]
La sombra desaparece quedando, justo en ese momento, tocan la puerta, era Layla, quien le informa que deben hacer ya su entrada al banquete. Mientras tanto, en la fiesta, se habla sobre lo bien que se ven los novios, que le hizo bien a Layla liberarse de un compromiso donde no era querida. Aunque también se escuchan las críticas hacía Felicia, pues la mayoría creía que ella estaría acompañada del príncipe, pero al parecer este, ya se ha aburrido de ella.
"No todas las amantes consiguen casarse con el hombre que robaron y este es su caso."
"Sabemos que aunque el príncipe quiera casarse con ella, los emperadores no lo permitirían."
"Tan ilusa, una mujer como ella, jamás podría subir al trono."
Las risillas de burla no se hicieron esperar, el duque Amary, quien ha escuchado, se sentía humillado por la opinión que tienen de Felicia, mientras esta, se aleja para salir a un balcón y llorar, todos eran muy crueles, ella jamás fue amante de nadie, aunque el príncipe le gusta, él y ella, solo eran buenos amigos, aunque creía que el príncipe la quería, pero no decía nada por el compromiso con Layla, pero ahora, todo parece mentira, ella esta sola, el príncipe nisiquiera la ha visto recientemente.