El Renacer De Una Tirana.

El escándalo de los Caruso sonó por mucho algunos días y los miembros importantes de la organización se habían tenido que esconder, tratando de que no fueran ligados al negocio de los Caruso. Roxane estaba más que satisfecha con los acontecimientos, gracias al trato que hizo con aquel par de hombres que por una buena cifra, abrieron la boca y pasaron a trabajar para ella, aunque claro, Roxane no confía del todo en ellos, pero le son útiles como Smith.

Roxane baja de auto al llegar al edificio de su departamento, pero en la entrada del elevador estaba la persona que menos deseaba ver, Scott, este sonríe y se acerca a Roxane.

—¿podemos hablar?, es importante.— suplica.

— Roxane.— Misha se acerca abrazando a la castaña de la cintura.— parece que llegamos al mismo tiempo.

Scott se quedo mirando la escena, aquel hombre sostenía la cintura de Roxane y le sonreía.

— Roxane, ¿que hace él aquí?— pregunta molesto.

— ¡oh!, Scott, ¿cierto?, el prometido de la hermana de Roxane, te recuerdo de la fiesta de caridad.— menciona con burla.

— así que se conocen...— comenta Roxane mientras aparta la mano de Misha.— señor Collins, dígame, ¿de que quiere hablar?

— si, lo conozco, pero eso no importa, ¿por qué dejas que se acerque a ti de esa forma y dejas que te habla con tanta confianza?— pregunta Scott molesto.

— eso no es algo que deba importarle señor Collins, solo diga de que desea hablar.— responde Roxane con total calma.

Scott la toma de la mano y la jala hacía él mostrándose enojado.— me importa porque serás mi esposa.

— oye, suéltala, ¿que clase de animal eres tratando así a una mujer?—

Misha sujeta la mano de Scott para apartarlo de Roxane, pero este lo empuja.

— aléjate tú, ¿que te traes con mi mujer?— reclama Scott.

— tranquilo, a mi no me interesa tu mujer, a esa tal Leysa ni la conozco.— responde Misha con burla.

Por supuesto, esto hizo enojar a Scott y no duda en lanzar un puñetazo que es detenido por Roxane y ella misma le da una bofetada que lo hace retroceder, casi cayendo. Scott abre los ojos con sorpresa y lleva su mano a su mejilla golpeado.

— Roxane...

— señorita Blakely para usted, señor Collins y no quiera venir a creerse mi dueño, no soy nada de usted.— responde una Roxane molesta.

— pero Roxane...me amas, vamos a casarnos, ya se la verdad...vuelve conmigo.— pide.

— al fin viste la verdad, que pena, hubiera preferido que no, así me evitó ser fastidiada por ti.— frunce los labios.

— se que dices eso porque estas enojada, pero podemos hablar, arreglar todo, yo te quiero y pienso casarme contigo.— insiste.

— pero yo no siento nada, de hecho el malentendido fue favorable para mi, porque evitó que me casará con tan poca cosa.— se burla.

Scott no podía creer lo que escuchaba, pero, no se piensa rendir, sabe que Roxane solo dice eso porque sigue enojada con él por no haberle creído, pero si ambos hablan y aclaran todo, será como antes, podrán celebrar su compromiso y después casarse.

— por favor Roxane, olvida tu enojo y...

— no estoy enojada, pero lo estaré si sigues apareciendo ante mí...—

— ya la escuchaste, vete de aquí, deja de molestar, perdiste, acéptalo.— se burla Misha.

— el que sobra aquí eres tú, Roxane me ama y volverá a mi lado, no te ilusiones.— reclama Scott.

— ¿por qué volvería contigo?— Roxane sujeta la corbata de Misha.— si con él, tengo la pasión que tu nunca despertaste en mi.— una sonrisa burlona se forma en sus labios.

Roxane jala a Misha para entrar al elevador, mientras que Scott se había quedado sin palabras, pero al escuchar el sonido de las puertas cerrándose intenta alcanzarlos.

— no, Roxane no puedes hacer esto...no puedes...soy a quien amas...no puedes dejar que otro hombre te toque...soy el único...Roxane...— grita golpeando las puertas del elevador.

Dentro de este, Roxane suelta la corbata del pelirrojo, quien se la acomoda de nuevo.

— ahora dirá que en realidad si eres una zorra y no querrá volver contigo.— menciona Misha.

— me da igual lo que diga o piense de mí.— responde.

Misha no dice nada más, pero, según lo que Andrei investigo, se decía que ella y Scott estaban muy enamorados, por eso cuando se anunció el compromiso de Scott con Leysa, muchos se sorprendieron, pues juraban que Scott y Roxane se casarían debido a lo enamorados que estaban. Pero, la Roxane que él tiene cerca, no parece sentir ni una pisca de simpatía por Scott Collins. El elevador llega a su destino y ambos salen, siendo Misha quien sigue a Roxane.

— y bien Kovalev.— se detiene dando la media vuelta para mirarlo.—¿a que debo tu visita?

— hablar, es todo, así que no te emociones.— responde con burla.

— pudo haberme llamado, sin embargo vino hasta mi departamento, tal vez espera más que una platica.—

Roxane abre la puerta del lugar permitiendo que sea Misha quien pase primero y ella le sigue, indicando que puede tomar asiento donde guste. Misha pasa hacía la sala de estar y se pone cómodo.

— sobre lo que paso en la bodega de los Caruso...estoy seguro de lo que vi, ese par de guardaespaldas hicieron algo y las balas que se detuvieron en el aire...— hasta parece que esta delirando.

— magia, se llama magia, aunque en este mundo no existe, o se le llama magia a un par de trucos baratos.— responde mientras toma asiento.

— magia...— una risa nerviosa se escapa de sus labios.— eso...no, eso es imposible...

Aunque vio algo increíble, ¿magia?, eso suena demasiado ficticio. Roxane levanta la mano y un par de chispas comienzan a brillar en la palma de la chica, Misha se sobresalta al ver esto.

— que buen truco...— observa a su alrededor.— ¿que clase de maquina usas?

— no se usan maquinas, se usa el mana.— Roxane se pone de pie acercándose al pelirrojo.— no espero que lo entiendas y tampoco me interesa probar algo ante ti, así que piensa lo que quieras.

Misha mantiene su vista siguiendo los movimientos de Roxane hasta que la tiene cerca suyo y eso lo pone nervioso de cierta forma, no solo por su belleza, también por esa presencia imponente que posee.

— no pido que pruebes nada ante mí, solo, es difícil de procesar algo así.— sujeta la mano de la chica observando su palma y desliza su dedo pulgar sobre esa zona.— ¿como es posible que puedas usar la magia?

— quizás se deba a mi origen en este mundo. Estas viendo a Roxane, pero el alma en este cuerpo, no es de ella, yo soy Abigail Baskerville, emperatriz de Rumilya, un mundo completamente diferente a este.— explica.

Apenas estaba procesando el evidente uso de magia y ahora esta revelación, Misha estaba completamente impactado por ello, ¿acaso es un chiste?, no, Roxane no parece una mujer que hace chistes, pero, ¿como es posible que ella no sea Roxane?, ¿en verdad las almas existen y pueden tomar posesión de otro cuerpo?, todo le suena a una película de fantasía, sin embargo, lo que vio en esa bodega y lo que acababa de ver, eran la pura la realidad.

Antes que Misha pueda decir algo más debido a todas las preguntas que tenía, Roxane colocó sus manos en la cabeza del chico y le miró fijamente a los ojos. Misha sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, sintiendo como todo se volvía oscuro y solo podía escuchar la voz lejana de Roxane.

— te mostraré quien soy...— fue lo único que escucho antes de perder el conocimiento.

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