El Amor Alocado del Jefe del Pueblo

"Señor, señora, señorita, nos vamos primero." Se despidió Abi de sus padres y de su hermana mayor.

"Sí, hijo, hija, cuidado. Saludos para tu mamá, tu papá y tu hermano." Respondió el señor Karto.

"Sí, señor, señora. Gracias también por los recuerdos." Dijo Runi.

El reloj marcaba las cuatro y treinta minutos cuando se despidieron. A propósito, porque no querían que Almira hiciera un berrinche al ver que Abi y Runi se iban. Además, el tren que iban a tomar salía a las siete de la mañana.

Abi y Runi fueron llevados por Agil y un amigo de Agil para acompañarlo en el viaje de regreso más tarde. Se dirigieron a la estación que estaba en el distrito.

Abi y Runi eligieron deliberadamente viajar en tren porque la distancia a la estación era más corta desde el pueblo en comparación con la distancia al aeropuerto.

El viaje a la ciudad lo harían en cuatro horas en tren.

Se sentirían agotados si tuvieran que ir en coche a la ciudad. Además, el viaje tomaría más tiempo porque seguramente se detendrían a descansar.

"¿Quieren comprar algo primero, señor, señora?" Preguntó Agil.

"¿Qué comprar en medio de este bosque, Le?" Preguntó Abi con cariño.

"Quién sabe, ¿verdad?" Bromeó Agil.

A las seis y quince minutos, llegaron a la estación de destino. Abi invitó a Runi, Agil y al amigo de Agil a buscar el desayuno cerca de la estación.

Afortunadamente, ya había algunos vendedores de comida abiertos. Pidieron nasi urap con acompañamiento de bacem y pollo frito para el desayuno.

Después de terminar de comer, Abi y Runi entraron directamente a la estación para esperar el tren, mientras que Agil y su amigo decidieron ir primero a la tienda antes de regresar a casa.

"Mas Abi..."

"Sí, cariño."

"De repente tengo sueño. ¿Qué estás haciendo, Mas?" Se quejó Runi cuando su tren llevaba en marcha unos veinte minutos.

"Aquí tengo un poco de trabajo." Abi le mostró la pantalla de su Macbook a Runi.

"¿Quieres que baje el respaldo del asiento para que estés cómoda?" Ofreció Abi. Ambos estaban en clase ejecutiva, que era muy cómoda.

"Creo que es más cómodo apoyarme en ti, Mas." Bromeó Runi.

"Ven, te tomo en mis brazos, te arrullo de una vez." Respondió Abi, que no se quedó atrás en las bromas.

"Jajajaja, eso será fácil más tarde cuando sea halal. Lo importante es esforzarse por obtener la bendición de la familia primero." Runi se echó a reír.

"Dame tres días para obtener la bendición de tu familia." Respondió Abi.

"Widiihhh, ¿de verdad puedes?" Se burló Runi.

"Ya veremos." Respondió Abi levantando y bajando las cejas.

"Me estás dando mala espina, Mas." Dijo Runi mirando a Abi.

"No seas malpensada con tu futuro marido, cariño." Respondió Abi, agarrando la cara de Runi.

"Es que, Mas. ¡Resulta que mi futuro marido es especial con un huevo frito!" Respondió Runi, haciendo reír a Abi.

"Reza por mí, ¿sí? Espero que todo vaya bien." Pidió Abi.

"Aamiin. ¡Ánimo, Mas. Estoy contigo pase lo que pase!" Respondió Runi.

"¿Solo estás conmigo pase lo que pase, cariño?" Preguntó Abi.

"¿Qué quieres, Mas? ¿Que diga te amo?" Rió Runi, que entendió la intención de Abi.

"¡Yo también te amo, hermosa!" Respondió Abi.

"¡Qué tierno!" Añadió Abi pellizcando la mejilla de Runi.

"¡Mas! ¡La gente está mirando!" Runi se sonrojó hasta que sus mejillas se pusieron rojas.

"¡Ya, ya, duerme! ¿No tenías sueño? Tenemos unas tres horas." Dijo Abi.

Tres horas después......

"Cariño, despierta. Llegaremos en quince minutos." Abi acarició suavemente la mejilla de Runi, que dormía profundamente.

Varias veces Abi miró largamente el rostro tranquilo de Runi, que parecía tan en paz en su sueño. Nariz aguileña, pequeños hoyuelos justo en la comisura de sus labios, ojos redondos con pestañas largas y rizadas. Ella era la belleza de la creación de Alá que Abi más quería poseer sin importar cómo.

"Cariño, despierta, cariño..." De nuevo, Abi la despertó suavemente. Haciendo que la chica a su lado se estremeciera.

"Mas...." Llamó Runi tanteando.

"Sí, cariño. Estoy aquí. Abre los ojos primero, ¿y si tanteas mal?" Bromeó Abi, que agarró la mano de Runi.

"Mis ojos están pegajosos, Mas." Respondió Runi.

"Bueno, te llevaré en brazos si no puedes levantarte." Respondió Abi.

"No quiero, te será difícil. Llevarme en brazos mientras llevas la mochila." Respondió Runi, cuyos ojos se abrieron lentamente.

Se quedó en silencio un momento antes de ir al baño a lavarse la cara. No tardó en volver a su asiento con un rostro que parecía fresco.

"Mírame, ven." Pidió Abi.

Luego, el hombre arregló pacientemente los mechones de cabello de Runi que sobresalían de su hiyab. Algunas de las personas que vieron a la pareja parecían sonreír para sí mismas.

"Maa syaa Allah, qué hermosa." Susurró Abi después de asegurarse de que no se viera más cabello de Runi.

"Mas, ¡qué vergüenza!" Runi apartó la cara que volvió a sonrojarse.

"¿No dormiste anoche?" Adivinó Abi.

"Dormí alrededor de una hora, Mas. Estaba muy nerviosa por volver a casa, tenía demasiadas cosas en la cabeza." Confesó Runi.

"Tranquila, cariño. No volveré al pueblo sin ti." Respondió Abi, a lo que Runi asintió.

"Es verdad, ¿verdad? Lo cómodo da sueño. De tan cómoda que estoy contigo, pude dormir durante el viaje. Cuando nunca duermo si el viaje es corto, a menos que sea un viaje realmente largo que dure todo el día." Contó Runi.

"Eso es bueno, para que puedas descansar." Respondió Abi.

"¿Estabas ocupado trabajando durante el viaje?" Preguntó Runi al ver que Abi todavía tenía su Macbook en las piernas.

"Estaba más ocupado mirándote, cariño." Respondió Abi.

"¡¡¡Eeeiiissss!!! ¡Este secretario del pueblo sabe cómo halagar!" Dijo Runi tirando de la nariz aguileña de Abi.

No mucho después, el tren se detuvo en la estación de destino de Abi y Runi. Ambos se bajaron alternativamente con los demás pasajeros.

Abi y Runi caminaron uno al lado del otro, hacia la salida de la estación. Allí, el amigo de Abi ya estaba esperando su llegada.

"¡Bi! ¡Oye! ¡Abimanyu.....!" Gritó un hombre cuya voz Abi conocía bien, por supuesto.

"¡Wooooyyyyy bro! ¡Qué ganas tenía de verte!" Danu, el amigo de Abi desde que estudiaba en la escuela secundaria en la ciudad, saltó directamente a los brazos de Abi.

"¡Qué peso! No te das cuenta. Nu, ¿tu cuerpo?" Abi negó con la cabeza al ver el cuerpo de Danu que parecía cada vez más lleno.

"Sí, claro. Hay progreso, ¿verdad? No como tú, que tu cuerpo sigue igual." Se burló Danu.

"¡Eh, por Dios! ¿Dónde encontraste a la chica, hermano?" Preguntó Danu.

"Te presento a Arunika. Runi, mi novia." Dijo Abi.

"¡Hola! Encantado de conocerte, señorita. Soy Danu, el amigo y mano derecha de Abi aquí." Se presentó Danu.

"Soy Runi." Respondió Runi brevemente.

"¿Ya preparaste todo lo que te pedí?" Preguntó Abi.

"¡Por supuesto, jefe! Tranquilo, listo para enviar pase lo que pase. Eh, por cierto, ¿dónde te vas a quedar? ¿En un apartamento o en un hotel?" Preguntó Danu.

"En un apartamento, que seguro que hay ropa mía. No traje mucha ropa de repuesto." Respondió Abi.

"¡Vale! Aquí tienes la llave de tu coche. Tu coche está allí." Danu señaló el coche de Abi que había aparcado.

"¡Voy a la oficina primero! ¿Cuándo vas a venir a la oficina?" Preguntó Danu.

"Pasado mañana. Mañana voy a ir a la boda del hermano de Runi." Respondió Abi.

"¡Vale! Me voy primero entonces. Hasta luego, señorita." Se despidió Danu antes de volver a abrazar a su amigo.

"Gracias. ¡Ten cuidado!" Le dijo Abi a lo que Danu respondió con un pulgar hacia arriba.

"Mas, ¿es ese tu amigo?" Preguntó Runi. Ahora caminaban hacia el coche de Abi.

"Sí, cariño. Amigo desde la escuela secundaria. Me mudé aquí cuando estaba en la escuela secundaria." Contó Abi.

"Mas, ¿este es tu coche?" Preguntó Runi, sorprendida cuando Abi la llevó frente a un BMW Serie 2 Coupé de última generación.

"Inventario de la empresa." Respondió Abi que abrió la puerta para Runi.

Luego dio la vuelta hacia la puerta del conductor después de asegurarse de que Runi estaba sentada cómodamente.

"No es posible que el inventario de la empresa sea tan lujoso. Por lo general, es un modelo de mini autobús." Murmuró Runi.

"No confías en mí. Pasado mañana, vamos a la oficina y pregúntale a Danu." Dijo Abi con calma.

Abi comenzó a conducir su coche, abriéndose paso por las calles bastante concurridas esa tarde. Abi y Runi parecían estar disfrutando de la conversación, mientras Abi recordaba la ciudad en la que había vivido durante más de diez años.

Sin darse cuenta, comenzaron a entrar en el complejo de casas de Runi. Runi, que antes hablaba mucho, de repente se quedó en silencio con una cara nerviosa y pálida. Especialmente cuando Abi aparcó su coche en el patio de la casa de Runi que parecía abarrotada.