💖 NOVELA EN EMISIÓN--NOVELA EN EMISIÓN💖
David Montés un hombre que perdió a sus padres en su adolescencia, el junto a sus hermanos lograron salir adelante gracias a una gran mujer que nunca los dejo solos y ahora es su segunda madre.
Los años pasaron y con ellos David Montés se convirtió en Teniente de la fuerza aérea de los EEUU forjando una gran carrera a base de esfuerzo y dedicación, un hombre honesto y transparente, aunque en un principio se vio motivado a unirse a la fuerza aérea por amor, Brittany Williams fue un amor imposible, ella nunca lo aceptó y al contrario cuando podía lo humillaba, hasta que finalmente se rindió, Pero su amor por los aviones no.
(Saga de la novela: LOS HIJOS QUE ME DIO LA VIDA)
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CAPITULO QUINCE
Entre a la habitación y David, estaba profundamente dormido, ví alrededor y vi su equipaje abierto con su ropa regada, así que tomé la iniciativa de organizar su ropa en el closet, trate de no hacer ruido para no interrumpir su sueño, cuando ya estaba por terminar la sra Alejandra entro a la habitación sosteniendo una bandeja.
- Hola-- habló en voz baja--¿nada que despierta?- preguntó.
- No señora, desde que ingresé a la habitación está dormido - dije.
-ya ha dormido demasiado y tengo que darle su medicina, ¿lo puedes despertar mientras voy por ellas?-
- claro que sí -- ella me sonrió, dejó la bandeja sobre el buró y salió de la habitación.
Yo me acerqué suavemente a David y comencé a acariciar su rostro, el solo fruncía el ceño por las cosquillas pero no despertaba, entonces comencé a moverlo suavemente hasta que por fin reaccionó.
- ¿mmmm?-- se quejó.
- hola dormilón, ¿te sientes bien?- pregunté.
Abrió un poco más sus ojos, quizás para confirmar que en realidad fuera yo.
- me duele un poco la cabeza, tuve un sueño desagradable- dijo.
- te voy a ayudar a acomodarte para que recibas tus medicinas, ahora me cuentas tu sueño- él asintió, yo tomé su mano y lo ayude a sentarse.
Alejandra entró en ese momento con las medicinas.
- hijo, por fin despiertas, ya me estaba preocupando, desde que te dejó la ambulancia no habías abierto los ojos- dijo.
- tranquila mamá, el saber que ya estaba en casa me hizo dormir mejor... mamá ¿alguien aparte de ustedes estuvo acá?--se acarició la cien-- es que, juro que escuché la voz de Brittany, intenté decirle muchas veces que se fuera, pero estaba tan profundo que no salía ni una palabra de mi boca-- dijo.
- Si hijo, ella estuvo acá, lo siento, tu padre dejo la puerta abierta un momento mientras fuimos a traer algo de despensa, no pensamos que ella fuera a venir...pero ¿te hizo algo?- preguntó asustada.
- No mamá, yo estoy bien, es solo que tenía la esperanza que hubiese sido un sueño, ni se a que vino, ya le dejé claro que no quiero volver a verla-
- ¿Ese era el desagradable sueño que me ibas a contar?- indague.
- ambos miraron a mi dirección -- sí, era eso, sentí que tocó mi mano y mi rostro, al principio pensé que era mi mamá, pero cuando habló no tuve dudas de que era ella, intenté hablar y no podía, era como una parálisis de sueño, fue muy extraño -- respondió.
- lo bueno fue que no hizo nada malo-- dijo Alejandra.
- no creo que se hubiese atrevido - dije.
le dieron los medicamentos a David, luego yo tomé la bandeja que trajo Alejandra, tenía un plato con frutas picadas, una mantecada con un vaso de leche, y había otro vaso con un batido y una papilla, David aún sigue con su dieta líquida asi que asumí que esas dos últimas preparaciones eran para él.
El se comió todo y yo también, después le ayude a cambiar los vendajes de la cabeza.
Mientras el señor Fernando y Alejandra bañaron a David, yo me quedé en su habitación preparando la ropa que se iba a poner, cuando ellos salieron del baño estaba su cuarto limpio y organizado y la ropa sobre la cama.
- Estaré en la sala para que lo puedan vestir - dije para salir de la habitación.
- no, ven y me ayudas-- dijo Alejandra -- no te preocupes, ya tiene la ropa interior puesta, fue muy difícil bañarlo entre dos personas, David es muy pesado y ya estoy cansada, te necesitamos para que nos ayudes a vestirlo, ¿puedes?-- preguntó.
- si.. Si señora, yo puedo ayudar- me acerqué a ellos y tomé las medias.
Se las puse primero, luego continúe con el pantalón, mientras el papá lo sostenía yo resbalaba el pantalón por sus piernas hasta ponerlo correctamente, el aún no tenía la fuerza para sostenerse por si solo, la herida en su craneo estaba sanando y no debía esforzarse mucho, por último le puse una camiseta, y Alejandra le puso un saco, estos días estaba haciendo frío en la base.
- muchas gracias--dijo David -- me siento avergonzado porque necesito su ayuda para cosas tan simples-
- No te preocupes, lo hago con mucho gusto y se que tus padres aún más, así que no te avergüences y no lo lamentes, piensa en tu recuperación -- dije.
- así es hijo, tu madre y yo estaremos aquí para ti, además Leah ha sido una gran compañía y ayuda-- dijo Fernando -- ahora vamos a comer, ya está haciendo hambre, ¿les parece?--
- si amor, pero primero vamos a poner a David en la silla de ruedas y lo llevamos a la sala-
Entre todos logramos acomodarlo, luego fuimos a la sala, David y su papá se quedaron en el sofá hablando mientras Alejandra y yo servimos la cena, yo me ofrecí a ayudarla porque me siento incómoda sin hacer nada.
Pasamos los platos a la mesa y luego nos acomodamos y empezamos a cenar.
- Cuando podré comer algo sólido, me da hambre muy seguido - dijo David dándole vueltas con la cuchara a la crema de zanahoria frente a él.
- dentro de unos días hijo, solo era por una semana y ya casi la cumples, son órdenes del médico y hay que seguirlas, no podemos arriesgarnos - le recalcó Alejandra.
- está bien mamá, pero estoy perdiendo mucho peso--
- bueno, tendrás mucho que hacer cuando te recuperas, suerte con eso- dijo su papá riendo.
Terminamos de cenar, lavé los platos y me fui a acompañarlos en la sala, ya estaba comenzando a oscurecer y debía irme a mi unidad.
- me alegró mucho verte mejor, vendré mañana si me lo permiten, ya debo irme a mi casa- dije.
- puedes venir las veces que quieras, me gusta mucho tu compañía--dijo David sosteniendo mis manos.
- así es, no necesitas pedir permiso para venir, además solo podremos estar un par de días con David, debemos ir a resolver unos asuntos-- miró a David-- además tus hermanas están a punto de volver loco a Duvan--
- creo que mis princesas se encargarán de cobrarle a Duvan sus travesuras - dijo David riendo.
- al parecer si-- se unieron a la risa de David, yo no conocía a nadie de su familia, solo a sus padres, pero claramente entendí que Duvan había sido alguien difícil y ahora el karma le había llegado.
Me despedí de todos y regresé a mi casa, cuando entré fui directo a la ducha, cuando Stuart me avisó que podía ir a visitar a David me fui directo hacia su casa, no pensé tan siquiera en cambiarme el uniforme.
Salí del baño dispuesta a buscar algo para beber cuando tocaron la puerta, yo no esperaba a nadie así que se me hizo extraño.
Me acerqué a la puerta y abrí, allí estaba Brittany, me crucé de brazos mientras me recostaba en el marco de la puerta.
- Hola, dime a qué debo el honor de tu visita- dije.
- que les dijiste a los papás de David- preguntó
- ¿debía decirles algo?-
- no lo sé, tú dime, porque me trataron así hoy y prefirieron a una aparecida- dijo y yo me reí.
- quizás porque saben el tipo de persona que eres y no pudiste engañarlos más, lo siento, pero yo creo que esa duda que tienes solo te la pueden resolver ellos- dije dando media vuelta para entrar en mi casa y cerrar la puerta.
- no estás dispuesta a dejar a David ¿cierto?-
- tu no vas a ser el motivo por el que me aleje de el si eso llegase a pasar en algún momento, así que no interfieras y deja de buscarme, yo no tengo nada que hablar contigo - le dejé claro.
Di media vuelta, ya no quería escucharla más, pero volvió a hablar.
- pero tengo alguien que si tiene cosas que hablar contigo, te suena el nombre ¿Matthew?- yo quedé congelada, hace mucho no escuchaba que lo nombrarán.
De nuevo me gire hacia ella.
- Pero yo no tengo nada que hablar con el, y como concejo no te juntes con personas asil-
- es mi primo, es inevitable no tener contacto- dijo.
- entonces eso es de familia, ustedes tienen un gen demasiado fuerte, ahora sí con permiso, quiero descansar y tú presencia no me lo permite- di media vuelta y entré a mi casa.
No iba a permitir que arruinara mi momento de descanso, aunque ahora quedé con la intriga ¿qué tiene Matthew para hablar conmigo? Y además ¿qué hace buscándome? Y ¿cómo supo ella que yo conocía a su primo? Es claro que estuvieron hablando de nosotros, maldita sea hasta donde tengo que huir para quitarme esa cruz que colgó en mi espalda.