Micaela es una mujer de la vida moderna, ha heredado el legado de su padre, siendo una peligrosa mafiosa, pero algo sale mal y pierde la vida, reencarnando en Sol D’Angelo, la hija de un duque, villana de la novela la cual leyó en su juventud, pero al tener los recuerdos de Sol, se da cuenta de que nada es lo que parece y ella jamás fue una mala persona, solo fue víctima de aquella que hermanastra que fue considerada la protagonista, aunque ahora, cuando la historia inicie, ella le demostrará a todos, lo que es ser una verdadera villana y buscará vengarse de aquellos que la hicieron sufrir.
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Sandra: maldita, como sé atreve a ignorarme y hacer como que no existo. Mamá, no puede ser posible que el duque quiera dejarla a ella como la heredera del ducado y a nosotras nos ignore.
Marícela: tranquila cariño, ella es mayor que tú. así que solo debemos convencer al duque con que le acepte un compromiso, de esa manera nos deshacemos de ella, sí no, pasamos al segundo plan.
Sandra: tienes razón madre, solo debemos dejarla mal ante el duque. Es la manera más fácil de distanciarlos. Solo esperemos y el duque No recobre la memoria, eso arruinaría nuestros planes.
Marícela: tranquila cariño, yo me encargo de que eso no suceda, aún tengo conmigo la infusión qué le di a tu padre
Sandra: de que hablas madre.
Un poquito de contexto
maricela hace 16 años se había enamorado rotundamente de un Márquez, ella era una simple doncella qué atendía a la esposa de dicho Márquez.
Ese hombre era amoroso y cariñoso con su esposa y eso a maricela la ponía celosa. Un día quiso ir a la alcoba del Márquez pero se encontró con que el y su esposa estaban haciendo el amor. Cualquier otra, hubiera salido huyendo al ver esa escena, pero con maricela fue todo lo contrario. se quedó a observar toda la escena haciendo que esta se obsesionara más con el.
Esa misma noche la doncella salió en la oscuridad, con una capa qué ocultaba su cara. Esa noche no durmió, ya que para llegar a su destino era un viaje de tres horas, más otras tres de regreso y nadie podía enterarse de su salida.
Cuando llegó a la humilde casa, una mujer vieja salió de ahí, está era una hechicera, de esas que se encargaba de hacer trabajos sucios o utilizar magia negra.
Mujer: te estaba esperando
maricela: que?
mujer: pasa, tengo justo lo que necesitas
Al parecer esa mujer sabía todo. Eso era posible porque maricela tenía un corazón negro como el de ella.
maricela: como sabes que es lo que quiero
la mujer río ante la pregunta, pues solo pocos se atrevían a ir hasta donde ella y normalmente los trabajos que le encargaban eran muy parecidos
Mujer: puedo oler tus intenciones, ahora, para darte lo que necesitas debes pagar
maricela: cuanto quieres
Pregunto muy segura, sacando una bolsa con monedas de oro. La mujer volvió a reír.
Mujer: quiero el alma de esa mujer pura
maricela: pues tómala, no me importa
Mujer: jajaja, esa solo tú me la puedes dar, ese es mi precio
maricela: está bien, como hago eso
la mujer le extendió La mano y le mostró un pequeño frasco vació
maricela: para que es esto
Mujer: te daré un veneno, este hará qué la mujer quede inconsciente por unos minutos, en ese momento le extraerás un poco de su sangre y lo pondrás en ese recipiente.
maricela: pero yo la quiero muerta, no qué se desmaye nada más
Mujer: no seas estúpida, sí la matas de un solo golpe, todos sabrán qué la envenenaron. Debes ser paciente, ese veneno la matará de a poco, solo te pido que recolectes la primera sangre, esa no estará contaminada, cuando me traigas eso, yo te entregaré lo que necesitas para que él, caiga a tus pies.
maricela: está bien, lo aré
la mujer le dio el frasco y el veneno, maricela salió de regreso al marquesado. Tres horas después, estaba entrando a su habitación. Su mente viajó a esa escena que había visto así que se fue al pequeño baño qué tenía en su habitación. Comenzó a bañarse mientras recorría su cuerpo con sus manos, imaginándose qué era el Márquez quien exploraba su cuerpo.
Después de un rato de autosatisfacerse, llego su liberación. termino de bañarse y salió, ya que las 6 de la mañana le habían llegado y era hora de comenzar con sus labores.
Así paso el día, desafortunadamente ese día no había encontrado la oportunidad de darle el veneno así que intentaría al día siguiente.
Al día siguiente se le presentó la oportunidad, él Márquez había salido así que estaba sola. Era la mejor oportunidad de llevar a cabo su fechoría.
La Marquesa le pidió el té, ese fue el momento. Después a como le dijo la mujer, espero a que estuviera desmayada para hacerle un corte pequeña pero profunda en la vena de la muñeca. Una vez estuvo lleno el pequeño frasco, le curo la mano pero la herida cerro en su totalidad.
maricela: maldita bruja, ya lo tenías todo planeado. _ se rio
Pasaron unos minutos y la marquesa despertó algo desorientada. se levantó y se fue a su recámara a darse un baño, en el lugar estaba maricela, ya le tenía el baño preparado.
Marquesa: veo que estás feliz el día de hoy
le dijo a maricela, quien no podía ocultar su felicidad
maricela: claro que sí mi señora, el hombre qué amo, por fin me correspondió
Marquesa: me da mucho gusto por ti, te deseo mucha felicidad _ sonrió cálidamente mientras se relajaba en la bañera.
Esa misma noche Marícela salió a todo galope en el caballo, de la misma forma que lo había hecho la vez anterior.
maricela: aquí está mi pago
dijo entrando a aquella choza sin siquiera tocar la puerta
Mujer: sabía que lo harías rápido pero nunca me imagine que tanto, ahora entrégamelo
maricela se lo entrego, la mujer destapó el pequeño embace y olio la sangre como si de un vino se tratase
Mujer: bien hecho, aquí está lo que necesitas
esta le entrego una pequeña infusión.
Mujer: solo debes hacer qué lo tome, no mas de una cucharada o podrías matarlo. Solo te advierto que esto no funciona en el té, debes hacer qué lo tome directo de la botella, como lo harás, ese no es asunto mío. Solo te diré que si lo logras, él te amara más que a su propia vida.
maricela sonrió ante las palabras de aquella mujer y salió de ahí.
Una semana paso y La Marquesa cada día se veía más apagada, como qué la vida se le iba de las manos. Él Márquez ya había buscado en todos los médicos posibles un diagnóstico pero nadie sabía a ciencia cierta qué es lo que tenía, ya le habían hecho todo.
Ella estaba sufriendo con tantas cosas que le hacían así que le pidió a su esposo que solo estuviera a su lado.
Una semana más paso cuando la marquesa ya no despertó. Sus ojos se cerraron definitivamente.
El entierro pasó y el Márquez calló en depresión. No quería comer, beber o bañarse, hasta que su cuerpo no resintió y calló desmayado. Este momento estaba siendo esperado por maricela quien aprovechó para darle la infusión.
Él calló en la inconsciencia, maricela le quito la ropa con sumo cuidado, mientas admiraba su bien tonificado abdomen y que decir de ese gran Miemb que tenía. Con sumo cuidado limpio cada parte de él hasta dejarlo totalmente limpio.
Después de terminar, sé fue a duchar en la bañera qué una vez había sido de la marquesa. Colocó todas las sales qué normalmente utilizaban en los baños preparados y ahí paso un buen rato, disfrutando del momento hasta que se sintió satisfecha.
Salió del baño totalmente desnuda, camino hasta la cama y se acomodó en ella justo al lado del Márquez.
Las horas pasaron hasta que el Márquez despertó de ese gran sueño, encontrándose con aquella mujer a su lado.
Verla desnuda despertó su deseo y su virilidad. Con ansias comenzó a explorar ese cuerpo hasta que aquella mujer despertó y le sonrió.