Después de dos años de casados, Mía descubre que durante todo ese tiempo, ha Sido una sustituta, que su esposo se casó con ella, por su parecido a su ex, aquella ex, que resulta ser su media hermana.
NovelToon tiene autorización de Miry - C para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
-
Lo solicitó impulsivamente, porque acababa de descubrir que Zoe había estado sufriendo esos dos largos años fuera del país con una grave enfermedad terminal que la consumía día a día. Se había alejado noblemente de él para no arrastrarlo a una vida de hospitales y tratamientos, y él, ignorante de la verdad, había pasado todo ese tiempo pensando amargamente que ella lo había abandonado simplemente porque no lo quería lo suficiente.
Su falta de conocimiento sobre la verdadera situación le llevó a creer erróneamente que ella lo había abandonado sin motivo alguno, entonces, movido por el dolor y la confusión que sentía en ese momento tan difícil, decidió tomar una decisión precipitada y casarse con la hermana por lo que parecía ser ¿Venganza? El sentimiento de traición debió consumirlo por dentro cuando ella desapareció sin dejar rastro ni explicación alguna, para haberse atrevido impulsivamente a contraer matrimonio a sus escasos veinte años con alguien que apenas conocía.
Si tan solo hubiera sabido la dolorosa verdad, que Zoe estaba gravemente enferma luchando por su vida en la terrible lejanía de su país natal, él jamás habría tomado la precipitada decisión de casarse con Mía, ni siquiera se hubiese quedado a terminar los extensos estudios universitarios durante esos interminables dos años. Sin dudarlo un instante, habría corrido desesperadamente a brindar todo su apoyo incondicional a Zoe en esos momentos tan difíciles. Después de todo, ella era indiscutiblemente la mujer que amaba con toda su alma, a quien había prometido fervientemente estar siempre fielmente a su lado en las buenas y en las malas.
Ahora que había regresado a su vida después de tanto tiempo de ausencia, sentía que podía cumplir cabalmente con aquella antigua promesa de amor eterno, y al fin ser completamente feliz junto a la mujer que en verdad amaba con locura según él creía. (¿En serio la amaba con la misma intensidad que antes?)
Si realmente la amaba tan profundamente como su confundida mente insistentemente se lo decía a cada momento: ¿Por qué entonces no podía dejar de pensar constantemente en Mía cuando estaba con Zoe? ¿Por qué le resultaba tan inexplicablemente difícil y doloroso firmar ese bendito papel legal del divorcio que pondría fin a su matrimonio?
*
El nuevo día amaneció radiante y ambos se prepararon muy temprano para realizar la importante visita a casa de sus padres. Al salir silenciosamente de la modesta habitación de huéspedes donde había pasado la noche, pasó casualmente por la elegante habitación de Mía, quien ya estaba lista y arreglada para la ocasión familiar.
Ariel se encontraba observándola embobado y embarazadamente desde el marco de la puerta. Ella era naturalmente muy hermosa y radiante, definitivamente no necesitaba de tantos artificios ni ornamentos para lucir perfecta y absolutamente bien en cualquier circunstancia.
—¿Hay algo malo en mi apariencia? —preguntó nerviosa, pues que él la mirara tan fijamente de esa forma tan intensa la hizo sentir inevitablemente incómoda y confundida. No se suponía que ya no la amaba según sus propias palabras, entonces, ¿Por qué la miraba así con tanta intensidad? Seguramente era porque debía tener algo malo o fuera de lugar en su rostro.
—Estás completamente hermosa y radiante, como siempre lo has estado —le dijo él con los ojos brillando de genuina admiración al contemplarla.
Mía se sonrojó ante el inesperado cumplido, pero rápidamente reprimió la intensa emoción que le causó escuchar esos dulces halagos que solía recibir cariñosamente cada día durante su matrimonio.
—Bien, vámonos ya que se hace tarde —respondió secamente.
Pasó por su lado dejando tras de sí un exquisito y delicado aroma a rosas frescas. Un perfume característico que usaba exclusivamente Zoe, y él mismo le había recomendado que usara para mantener vivo el recuerdo de su ex pareja.
Ya instalados en el lujoso auto, cada uno se sentó en su respectivo asiento, observando distraídamente el hermoso paisaje externo que se desplegaba ante sus ojos.
En los felices tiempos del pasado, jamás habían realizado un viaje de esa forma tan fría y distante. Ariel siempre tenía algún tema interesante e importante que compartir con ella, o la hacía sonreír con sus ocurrencias, incluso le permitía recostar la cabeza en sus piernas mientras le acariciaba dulcemente el sedoso cabello con infinita ternura.
Aquellos eran los momentos más felices y memorables que había pasado junto a él durante su matrimonio, y el simple hecho de pensar en que nunca más volvería a experimentar esa dicha, le provocó un agudo dolor en lo más profundo de su lastimado corazón.
Finalmente llegaron a la imponente y majestuosa mansión de los Rodríguez, estratégicamente rodeada de frondosos bosques centenarios a un costado y al otro lado extensos terrenos desérticos que se perdían en el horizonte.
La pesada puerta del enorme portón principal se deslizó lentamente, para dejar ver en todo su esplendor la majestuosa mansión familiar que se alzaba delante de ellos como un palacio de ensueño.