El Tío De Mi Ex

Punto de vista de Gabriel

Kristen y yo llevamos tres meses trabajando juntos, resultó ser muy buena en su trabajo y nuestra amistad ha ido creciendo. Aunque a veces la noto distante y melancólica, como si estuviera sufriendo por algo.

“En una semana es la ceremonia del matrimonio de tu hermana y mi sobrino. ¿Te gustaría ir conmigo?”, pregunté casualmente a Kristen quien estaba leyendo unos documentos.

“No pienso ir a ese matrimonio”, me contestó cortantemente.

“Es la boda de tu hermana, ¿cómo por qué no irías?, le pregunté confundido.

“Hay cosas que tú no sabes y aunque ya no me importan, no quiero compartir con mi familia”, respondió Kristen con algo de tristeza en su voz.

“Somos amigos, ¿por qué no me cuentas lo que está pasando?”, pregunté con curiosidad, Kristen nunca me había dicho nada sé su vida personal.

“Me da miedo que si te cuento lo que pasó, ya no quieres ser más mi amigo”, respondió ella con sus ojos cristalizados.

“Eso no sucederá, si te saco de mi vida, no habrá quien me moleste todo el día con sus locuras”, respondí haciendo que sonriera un poco.

“Está bien, te voy a contar, pero no me juzgues mal. No pienses que no te conté antes por qué buscaba algo de ti”, respondió Kristen haciendo que me tensara un poco.

“Nunca pensaría mal de ti”. Ella me miró con ternura y empezó a contar su historia.

“Cuando estudiaba en la preparatoria conocí a un chico, con el tiempo nos hicimos novios, y mantuvimos una relación de unos meses, para ser exactos tres meses. Un día me dieron una beca para estudiar en el extranjero, así que decidimos seguir nuestra relación a distancia. Se suponía que nos amábamos y que íbamos a esperar a que yo terminara mi carrera y volviera para poder casarnos. Pero empecé a trabajar en el exterior y me pareció buena idea surgir allá, así su familia no iba a pensar que andaba con el por su dinero. Él me insistió en que viniera al país, según quería formalizar conmigo y que finalmente su familia supiera de mi. Así que un día decidí dejar todo y venir al país. No le dije a nadie que venía, solo a mi hermana, era una sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo cuando llegue a la casa de mis padres y encontré a mi hermana comprometida con el que se suponía era mi novio y bueno el resto ya lo sabes”, la revelación de Kristen hizo que una furia inmensa creciera dentro de mi. No podía aceptar que ella, precisamente ella hubiera sido la novia de Leo. Ahora que iba a hacer, estaba hecho un lío.

“Contestame una pregunta”, le dije distante.

“Si, claro”, me respondió afligida.

“¿Aún lo amas?”, pregunté temiendo la respuesta.

“No, por supuesto que no. Nunca amaría a un imbécil como ese. Mi tristeza en por la traición de mi hermana y no por él”, me respondió negando cualquier sentimiento por Leo.

Con la siguiente pregunta seguramente sonaré machista, pero tenía que hacerla, no era que me importará que ella hubiera estado con otros hombres, pero si quería saber si había estado íntimamente con mi sobrino.

“Perdón por la pregunta que te voy a hacer, igual si no la quieres responder no tengo problema con eso, pero la para mí es importante”.

“Que quieres saber?”, pregunto cómo si supiera lo que le iba a preguntar.

“¿Estuviste íntimamente con Leo?”, pregunté deseando que la respuesta fuera negativa.

“¿Y si así fuera, cuál sería el problema?”, pregunto a la defensiva.

“No habría ningún problema, tú seguirás siendo mi amiga”, esa última parte la dije sintiendo un dolor en el pecho, pues si su respuesta era afirmativa perdería cualquier oportunidad con ella, porque estoy seguro de que nunca va a aceptar tener algo conmigo.

“No tengo por qué contestar eso, pero para que estés tranquilo, Leo y yo nunca estuvimos de esa manera. Tengo mis principios y hasta que no fuera algo serio no me entregaría a él”, respondió haciendo que mi alma volviera a mi cuerpo. No pude ocultar mi felicidad ante su revelación y le di un gran beso en sus labios, ella al principio no respondió al beso, pero después se dejó llevar y nos besamos apasionadamente.

“Espera, nosotros somos amigos y esto no está bien”, me dijo separándose de mí y saliendo de oficina.

Estaba decidido a conquistar a esa mujer, me estaba volviendo loco y ya no iba a esperar más, iría de frente como siempre lo hacía, no era la primera vez que correspondía a mis besos, aunque después se iba huyendo. Tenía que buscar la forma de llegar a ella, no puede ser que toda mi experiencia no sirva de nada. Empezaría esta noche, la voy a invitar a una cena. Solo espero no me rechace.

Punto de vista de Kristen

Le confesé a Gabriel mi relación con su sobrino y a él solo le importaba saber si me había acostado con Leo, típico: los hombres solo piensan con el de abajo. Lo que si no me esperaba era el beso que nos dimos, ese hombre es capaz de despertar mis más dormidos deseos, a veces siento que voy a terminar lanzándome a sus brazos y dejar que haga conmigo lo que quiera. A veces sueño con él y ese cuerpo que tiene. Pero debo controlarme, es el tío de mi ex y eso no se vería bien. Aunque para ser sincera mi relación con Leo nadie la sabía, excepto Irene y no creo que quiera que todos sepan lo que hizo. ¿Pero en qué estoy pensando?, Gabriel es mi jefe y debo dejar de pensar en el de esa manera.

A medio día recibí un mensaje de mi jefe, este me pedía que lo acompañará a cenar, quería disculparse por lo ocurrido en su oficina. Tarde un poco en responder su mensaje; sin embargo, acepte su invitación.

Salí del trabajo y me fui directamente a mi apartamento. Si ya no vivía en casa de Gabriel, eso se vería mal.

Para esta cena opte por llevar un vestido negro ajustado al cuerpo en la parte de arriba, su diseño dejaba al descubierto mis hombros, la falda era corte clásico con una abertura sugerente del lado derecho, deje mi cabello suelto cayendo en suaves ondas y un maquillaje natural. Complemente mi outfit con zapatos de tacón alto y algunos accesorios.