La Villana Y El Príncipe

El viaje recién empezaba, la primera noche se detuvieron en un pueblo donde restaron una posada para todos, durante la cena, Alya estaba en compañía de Patrick, Dmitri se acerca ofreciendo una copa a la albina, por supuesto también le da una a Patrick, Alya agradece y la bebe de una sola vez, no puede creer que ese hombre este intentando el mismo truco dos veces, el muy tonto solo aumento la dosis, después de la cena Alya procede a subir a su habitación y Dmitri la sigue.

- espero que descanse princesa.

- descanse alteza. Estoy tan agotada de viajar en el carruaje, creo que antes de dormir iré a hacer un poco de ejercicio fuera.

- ¿segura? Es muy tarde, mejor descanse.

- cierto, creo que sería lo mejor.

Alya abre la puerta de su habitación, pero antes de cerrar Dmitri detiene la puerta.

- princesa ¿esta bien?

- si, lo estoy, como dije solo estoy cansada.

Antes que Dmitri pueda decir algo Alya cierra la puerta colocando el seguro, no quiere que intente nada o llegará en una caja a Nebel y se acabará la diversión. Dmitri no entendía como es que la droga no funcionaba en ella, es una muy efectiva, incluso él lo ha probado cuando se divierte con las mujeres de su harem.

- ¿y ahora porque estas enojado? Deberías estar feliz la princesa ha aceptado el compromiso.

- que triste para tí, querías seducirla pero no funcionó. Ella será mía, en cuanto tenga la oportunidad la tendré en mi cama.

- no veo que logres nada, nisiquiera tu truquito de la droga funcionó...

- tú...no importa, cuando sea mi esposa tendrá que hacer lo que le pido.

- creo que no has entendido, Alya Chevalier no es una chica común, ella es una mujer que nació para mandar, tal como su madre.

- su madre conquisto dos países porque se metió a la cama de esos emperadores, de otro modo no habría logrado nada.

- cuida tu boca Dmitri o acabarás sin lengua, no creo que la princesa tolere que hablen así de su madre.

- no me importa si no le gusta, ella solo esta para callar y obedecer.

Sasha no puede evitar reír, Dmitri es tan estúpido, que sin importar lo que pase, sigue creyendo que todo será como el dice. Salió de la habitación y se dirige a la suya, cuando alguien le jala del brazo, sintiendo como lo golpea con fuerza contra la pared presionando sus hombros, al bajar la vista vio esos ojos color rubí brillando por la luz de la luna, sin que pudiese decir algo sus labios fueron sellados por un efusivo beso, el cual no dudo en corresponder abrazando a la albina de la cintura, mientras que sus lenguas ya jugueteaban entre si, moviéndose una contra la otra, hasta que se separan, Alya de relame los labios.

- princesa ¿esta bien? Mi hermano quizás le puso algo a su bebida.

- estoy bien...como lobo celestial debes saber que eso no me afecta.

- lo se, pero no olvido que su madre es humana...

- al parecer sin importar eso, herede muy bien los poderes de mi padre, además de que se combinan bien con los de mi madre. El veneno no me afecta porque mi cuerpo tiene veneno.

- un afrodisíaco es diferente...

- es similar, el poder de mi padre deshace su efecto.

- comprendo, pero tenga cuidado, mi hermano esta decidido a tomarla así sea a la fuerza.

- eso es algo que nunca podrá, yo seré quien decida con quien estar y esa decisión ya esta tomada.

Alya desliza sus manos por el pecho de Sasha aún cuando este lleva puesto su uniforme, ella puede sentir su bien formado cuerpo. Se escucha que alguien sube, así que Alya se retira para regresar a descansar, mañana tendrá que pasar horas dentro del carruaje. Sasha sigue su camino y quien iba subiendo era Patrick y otros dos caballeros.

- alteza, buenas noches...

- Sir Patrick, buenas noches.

Los otros caballeros siguen su camino y solo Patrick se ha detenido.

- sir Patrick, le pido mantenga vigilada la habitación de la princesa, mi hermano no es un hombre que acepta un no por respuesta.

- no se preocupe, mi prima no lo matará, primero lo va torturar y luego lo mata.

- ¿eh? No yo no me...

- alteza, mi prima puede verse linda, pequeña y adorable, pero sabe desgarrar el cuello de quien la moleste.

- y-ya veo...aún así espero no baje la guardia.

Porque no quiere que Alya pase por un momento tan horrible, aún así también estará atento, nunca se sabe que podría pasar.

- pondré un guardia, no se preocupe.

Patrick noto que el chico estaba preocupado así que era mejor dejar un guardia por si acaso. Al amanecer, se dio inicio nuevamente el viaje, esta vez Alya optó por ir a caballo, Dmitri quien observa desde su ventana, solo hace una mueca de disgusto, le molesta el hecho de que Alya se comporte de manera tan liberal siendo una princesa, pero lo peor de todo para él, es que una vez más no logró su cometido.