Renace en un mundo mágico con una nueva oportunidad de conocer el mundo.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
27) Recuerdos de mi futuro
28) Una esposa para el príncipe maldito
29) Una madrastra reencarnada
30) Entre la equitación y la pasión
** Toda
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Festival 2
Para Arya, lo que siguió fue… mágico.
Kiran no solo la acompañó por el festival.
Él participó con ella en todo como si fueran dos personas escapándose del mundo, como si nada más existiera.
Aunque claramente era mayor que ella.. quizás por unos diez años.. su sonrisa traviesa y su humor cálido hicieron que Arya olvidara el detalle por completo.
El primer puesto donde pararon vendía dulces en forma de estrellas. Kiran le ofreció uno.
Duque Kiran Page: Si lo prueba sin cerrar los ojos, no funciona.
Arya: ¿Funciona… qué?
Kiran sonrió, inclinándose un poco.
Duque Kiran Page: La magia del festival. Inténtelo.
Ella rió y cerró los ojos, dándole un pequeño mordisco. El dulce se rompió entre sus dientes con un sabor suave a vainilla y luz. Él observó su expresión, divertido por la sinceridad en su rostro.
Arya: ¡Sabe a nubes!
Kiran: Le dije que funcionaría.
Después participaron en un juego de lanzar anillos. Arya falló terriblemente cada uno de sus intentos, cosa que la hizo reír hasta que le dolieron los costados. Kiran, por otro lado, acertaba con elegancia y luego fingía fallar a propósito para que ella no se sintiera mal.
En el tercer juego, una niña pequeña le ofreció flores y Arya se agachó para recibirlas. Sin pensarlo, Kiran tomó una de ellas y la colocó detrás de la oreja de Arya.
Duque Kiran Page: Ahora sí parece parte del festival.
Arya sintió que el corazón le daba un salto extraño.
Nunca nadie la había adornado… solo porque sí.
Después vinieron los bailes.
En la plaza central, músicos tocaban melodías alegres mientras la gente se movía al ritmo de tambores y violines mágicos. Arya dudó al ver a las parejas tomarse de la mano, pero Kiran extendió la suya hacia ella.
Duque Kiran Page: ¿Puedo?
Arya sintió calor en las mejillas.
Ella nunca había bailado con nadie.
Nunca había tenido la oportunidad.
Arya: Sí… quiero.
La tomó de la mano con gentileza, guiándola con pasos seguros. Él bailaba con una soltura que solo alguien de alta cuna podía tener, pero se movía lo suficientemente despacio como para ayudarla a seguir el ritmo.
Arya se reía cada vez que pisaba sus botas.
Y él no parecía molesto en absoluto.
Es más… parecía encantado.
Kiran la giró suavemente una vez y su falda se elevó con gracia. Arya soltó una risa luminosa, una que atraía miradas de quienes pasaban cerca.
Duque Kiran Page (susurrando): Tiene una risa peligrosa, ¿lo sabía?
Arya: ¿Peligrosa… por qué?
Kiran: Porque podría acostumbrarme a ella.
Arya sintió que el aire le fallaba un segundo.
Entre música, luces y su propia risa, la sensación era clara..
Esto… Esto se sentía como una cita.
Una cita que ella jamás imaginó vivir.
Una cita que la hacía sentir viva de una forma completamente nueva.
Una cita que sabía que debía terminar antes de la medianoche… pero que no quería que acabara nunca.
Y mientras giraban bajo las luces de los faroles, Arya no vio la mirada suave.. pero intensamente interesada.. con la que el duque Kiran la observaba, como si estuviera intentando descifrar su alma.
Cuando la música cambió a un tono más suave, Kiran acercó a Arya con una naturalidad que hizo que su corazón se acelerara. Él la miró con esos ojos azules que parecían leer más de lo que ella quería mostrar.
Duque Kiran Page: Si se queda un poco más… a la medianoche habrá magia antigua. Un espectáculo de luces que solo ocurre una vez al año. Valdría la pena verlo con usted.
Arya se congeló.
Medianoche.
La promesa a Lira.
La distancia hasta el templo.
El riesgo de ser descubierta.
Arya: No puedo quedarme hasta la medianoche.
Kiran inclinó la cabeza, confundido.
Duque Kiran Page: ¿Y eso por qué?
Arya pensó en una excusa, pero lo primero que salió fue un recuerdo infantil, un chiste privado que nadie más en ese mundo entendería.
Arya: Porque me convertiría en calabaza.
Kiran parpadeó.
Completamente desconcertado.
Duque Kiran Page: …¿en.. calabaza?
Arya soltó una carcajada dulce, limpia, sincera.
Fue un sonido tan puro que incluso Kiran sonrió contagiado.
Arya: Es una broma… de un cuento de princesas. Lo coloreaba muchas veces cuando… cuando estaba en el hospital.
La palabra se escapó.
Hospital.
No templo, no ciudad, no reino.
Kiran frunció ligeramente el ceño, como si hubiera oído algo que no encajaba con ninguna historia de Mercia.
Duque Kiran Page: ¿Hospital?
Arya agitó la mano, nerviosa.
Arya: No es importante. Solo… recuerdos.. de un libro.. una historia antigua..
Pero sí era importante.
Disparó una sombra de nostalgia en su pecho.
Recordó los dibujos que hacía para entretenerse.
Recordó el olor de desinfectante.
Recordó los cuentos que coloreaba para no sentirse sola.
Y decidió que esa noche no iba a desperdiciarla.
Ella lo miró, los faroles brillando detrás de él, la música sonando, y sintió que ese instante valía oro.
Arya: No puedo quedarme hasta medianoche… pero puedo quedarme un poco más.
Kiran sonrió como si acabara de ganar una guerra.
El ritmo marcó el final del baile.
Y cuando giraron una última vez, Arya terminó en los brazos del duque, más cerca de lo que jamás había estado de alguien.
Su respiración se mezcló con la de él.
Sus ojos plateados encontraron los azules.
Y antes de pensar, antes de recordar, antes de temer…
Arya se inclinó y lo besó.
Un beso suave.
Breve.
Pero lleno de vida.
Kiran abrió los ojos sorprendido. Arya sintió vértigo.
Arya: Gracias por esta noche.
Antes de que él pudiera responder, alzó discretamente la mano y murmuró un hechizo pequeño, uno de los trucos sencillos que había aprendido de los magos del templo.
Una luz brillante estalló sobre el cielo del festival como un pequeño cometa rojizo.
Un estallido hermoso, inofensivo… pero lo suficientemente llamativo como para que todos alzaran la vista.
Todos salvo ella.
Aprovechando la distracción, Arya corrió entre la multitud, esquivando vendedores, telas y faroles. Llegó hasta su caballo, subió de un salto y se alejó al galope..
Kiran, aún en el centro de la plaza, tocó sus labios con la punta de los dedos.
Duque Kiran Page (susurrando): Anastasia… o más bien… Arya.
Él sabía exactamente quién era.. Pero la dejó escapar.
Y mientras las luces mágicas comenzaban a iluminar el cielo, el duque ya planeaba la próxima vez que volvería a verla.
Exito escritora, que bella imaginación.
Quiero más, mucho más
Gracias, gracias, gracias por tus historias ☺️🙏