Tras años lejos de casa, Camila regresa solo para descubrir que su hermana gemela ha muerto en circunstancias misteriosas.
Sus padres, desesperados por no perder el dinero de la poderosa familia Montenegro, le suplican que ocupe el lugar de su hermana y se case con su prometido.
Camila acepta para descubrir que fue lo que le ocurrió a su hermana… sin imaginar que habrá una cláusula extra. Sebastián Montenegro, el hombre con quien debe casarse, es tan frío como enigmático.
Pronto, los secretos de las familias y las mentiras que rodean la supuesta muerte de su gemela la arrastrarán a un juego peligroso donde fingir podría costarle el corazón… o la vida.
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Despedida de soltera.
Me acomodo el bolso y saco mi celular para ver la hora.
Salgo con Leo que me señala su auto, abre la puerta de su carro y subo con el.
Arranca cuando se pone el cinturón de seguridad, me mira y yo lo veo también.
—ponte el cinturón.
Me dice sonriendo y ese gesto me hace sonreír también.
Me lo pongo y él echa a andar su carro.
— Mi padre dijo que hace unos días te vió muy feliz y dijistes que el día de tu boda les darías una sorpresa a todos.
Me dice y la garganta se me cierra cuando recuerdo que era presentarme a todos, esa era la sorpresa que mi hermana escribió en el diario.
—Ya no se hizo.
Le digo y el se detiene en un semáforo.
Veo el estéreo de su auto y el me sonríe.
—¿Quieres escuchar algo?
—No, gracias.
Le digo mientras esperamos que el semáforo cambie.
El intenta poner un disco y se le cae. Los dos intentamos recogerlo y nuestras cabezas chocan haciendo que nos riamos al mismo tiempo.
El se disculpa y el claxon de un carro atrás de nosotros hace que el continue manejando.
Llegamos a mi casa y le doy las gracias, bajo y lo observo irse.
Cuando entro veo a mis padres en la sala, ambos me ven molestos.
—¿donde estábas?
Me pregunta mi madre.
—¿quien te trajo?
Sigue mi padre.
Dejo mi bolso y los encaro a ambos.
—¿Que es lo que ocurre? Por que no creo que sea por qué les preocupa lo que me pase.
—Te dije que se les dijera la verdad a los Montenegros, Camila arruinara todo.
Dice mi madre y mi padre solo se levanta serio.
—En unas horas es la cena de compromiso, y tu andas con no se quién no se dónde.
Los observo subir las escaleras y yo subo a mi habitación, buscó mi ropa y cuando estoy lista mis padres me esperan.
Entre las cosas de Carina encuentro una tarjeta de crédito.
Es una color negra y dice Montenegro.
La guardo en mi bolso por qué se las devolveré.
Salgo con ellos y cuando llegamos a la casa de los Montenegro veo a todo tipo de personas.
—Una falta de respeto a la familia y la boda se cancelá.
Me susurra mi padre y tengo que morderme la lengua, ya que es mejor atacar desde adentro de esta familia.
Veo a Sebastián bajar las escaleras, se ajusta el traje y mi padre me señala.
Camino hacia el, más por obligación.
Juntos saludamos a los invitados.
Su abuelo que fue a mi casa hace unos días da su discurso y se brinda por "nuestra unión".
—Esperemos ver pronto a uno o dos pequeños corriendo por estos pasillos.
Dice cuándo termina su discurso y todos sonríen excepto Sebastián y yo.
—Por la pareja de enamorados que se casa mañana, que su unión sea muy larga y duradera, que no haya malos entendidos y sean una familia muy fructífera.
Dice y brindamos con los demás.
Los invitados saludan y veo llegar al joven que ví en el restaurante, parece llevarse bien con Sebastián, por la forma en que se hablan.
—Me robo al novio, no te preocupes no habrá bailarinas semidesnudas.
Me dice y los observo irse junto.
Pero que mierda ellos se van a divertir, salgo cuando todos están distraídos.
Pido un taxi y me voy a un club.
—Una copa porfavor.
Le pido al tipo del bar.
—Estamos dando bebidas gratis a las cumpleañeras.
—yo cumplo años.
Digo haciendo que el del bar sonria.
—Solo por qué me hiciste reír.
Me dice sirviendome.
—Mañana me caso y quiero distraerme, con un buen show. Es mi despedida de soltera.
—Ya entiendo, ¿tienes como pagar?
Me dice y le enseño la tarjeta color negra se sorprende y lo observo llamar por teléfono.
Me desliza una tarjeta por la barra.
—Cuarto 22, en el tercer piso.
Me dice y de mi bolso saco propina que le dejo, me tomo la copa y subo a la habitación.
Subo con una enorme sonrisa y es que hace tiempo que no me divertía, y si de algo estoy segura que a esa familia les gusta hacer pero no les gusta que les hagan.
Entro a la habitación y apenas entro la puerta se abre dejando entrar a diez sujetos en paños menores.
Niego ya que eso no quería, se acerca un tipo con traje y me muestra el precio, saco la tarjeta con la que pago.
Mi padre creyó que me intimidaría diciendo que una última y se cancelaba la boda, eso no pasará, ellos me necesitan más que yo a ellos.
El tipo de traje sale y yo me siento.
Ellos empiezan su show y me sirvo una copa de champagne, viene en el precio incluído.
Se acercan a mi bailandome y solo pongo mi mirada en lo que hacen mientras mi mente está en otro lugar ideando un plan para ahora que me case no estar mucho tiempo en esa casa o donde sea que Sebastián pensaba llevar a Carina, me imagino que con sus padres.
Pienso en eso y uno de los bailarines guía mis manos a su abdomen.
tienen algo brillante que hace que mis manos se deslicen con facilidad, los otros me rodean y sonrió ya que jamás me ví en esta posición.
Tocan la puerta y lo ignoro, de un momento a otro se abre de golpe y me levantó cuando veo a Sebastián parado.
Gracias 🌹!
Yo crei que era la cuñada pero ahora dudo porque ella tenía ese trastorno.
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