La Duquesa Abandonada

Luciel corría por el campo todas las mañanas con Aina, ella hablo con el capitan para hacer unos ajustes al entrenamiento de él, aún así el capitan está con ellos por su seguridad.

Aina va con pantalones la primera vez que el capitan la vio se extraño, después de unos días se acostumbro.

-Capitán quiero que me mande hacer una espada más pequeña, los arcos también son un poco pesados, cree que puedan hacerme algo así.

Aina le mostraba como quería el arco, el capitán se asombra con el diseño, pero venían las especificaciones para realizarlo.

-Usted sabe manejar el arco y la espada?

-Si, pero estos no me gustan, he visto como práctica con Luciel la próxima semana yo estaré con él en esas prácticas.

-Bien, haré lo que me pide.

Aina se despide y va a sus actividades, Luciel se queda a practicar con el capitán, en la mansión un carruaje llegaba, de ahí baja una pareja.

Ella corre para abrazar a la pareja.

-Dios!! Princesa que es esa ropa, mantén tus modales.

-Nani, no soy una princesa, estaba entrenando por eso mi ropa, que bueno que llegaron, pasen les prepare una pequeña cabaña, llevarán ahí sus maletas.

-Estas hermosa, como has estado?

Le decía el señor que a pesar de su edad se veía atractivo.

-Señor Julián lo extrañe mucho

-oh vamos, me harás llorar, princesa... Digo duquesa.

-Ella debería ser la princesa y no esa que está ahí.

-Mujer es la princesa heredera.

-Es una cabeza hueca, pero mira a mi princesa, la eduqué desde los 10 años y mira es hermosa aunque este de pantalones.

Aina solo sonreía, en los recuerdos que tiene esas dos personas son las únicas que la querían de verdad.

-Nos traerán té, estoy bien, durante un tiempo lloraba y maldije mi destino, pero ahora he decidido tomar mi lugar, en unos meses regresa el duque, ahí sabré si pido el divorcio o sigo aquí.

-Él también es un tonto, mira que enamorarse de esa mujer, el duque también es de la familia real, es sobrino de la emperatriz, por eso eres una princesa, no sé cómo permitió que su hijo se casara con esa mujer.

-Bueno si, pero el duque no usa ese título.

-Y dónde está el pequeño maestro, que fue lo que pasó?

-Su maestro lo maltrataba, como a mi cuando tenía su edad.

-Hee, pero como es posible.

-Él no dijo nada, un día lo encontré escondido fue que me di cuenta, también por qué la verdad no le he puesto atención, él está solo, no quiero que siga así.

-Eres su madre debes cuidarlo, no solo por ser el heredero, sin hijos del príncipe heredero, ese niño está en línea de sucesión, es el tercero.

-Si, lo sé, señor Julián él tiene magia, debe aprender a controlar su poder, en cuanto a su educación no sé hasta donde debería ser, él será un duque.

-Ja, eso se verá, si el príncipe no se decide se le quitara el título.

-Cómo? Por qué? ** Eso pasaba**

-El consejo le ha pedido que se divorcie, esa mujer ya lleva dos años ahí y no sabe hacer nada.

-Querida, cálmate, pero eso es verdad, el consejo no está contento, pero no sé ha decidido.

-Eso no me importa, solo quiero que Luciel tenga una buena educación, él irá a la academia, solo les pido que estén con él hasta que eso pase.

-Por supuesto, nosotros estaremos contigo y con él.

Así la pareja se va a descansar, en la cena conocerán a Luciel, Aina dispone todo para sus invitados.

Aina en su despacho organiza algunos pendientes, el mayordomo le pide unos minutos.

-Adelante, que necesita?

-Mi señora, solo darle la correspondencia del joven maestro.

-Luciel tiene correspondencia?

-Si, lo invitan a diversas fiestas, yo le he seccionado más importantes, ahora que usted se ocupa de el, pensé que también se haría cargo de esto.

-Bien déjalas las voy a revisar con calma, cuando en el cumpleaños del joven maestro.

-Al inicio de la primavera..

-Oh, ya pasó, lastima.

-Me retiro mi señora.

En la cena Luciel conoce a sus nuevos maestros, él está feliz sobre todo porque le han regalado unos cuentos, al terminar él se va a su habitación con su niñera.

-Joven amo, se ve contento.

-Mira me dieron cuentos.

-Puede leerlos antes de dormir.

-Puedes leerme uno?

-Joven amo, no sé leer, pero puedo acompañarlo en lo que usted lee y así yo también me imagino el cuento.

-Perdón, no sabía, disculpa.

-No se preocupe.

-Bien entonces voy a leer para ti.

La niñera se sienta al lado de la cama para estar con él ella ve a aquel niño y le recuerda a su hermana, ella tiene 16 años y entro a trabajar para poder mantener a su madre y a su hermana.

Luciel se queda dormido, ella solo lo tapa y lo acomoda para dejarlo dormir, al salir la duquesa va a su cuarto y la joven reúne vamos para hablar con ella.

-Mi señora, buenas noches.

-Si, Luciel se durmió.

-Si, mi señora por favor disculpe mi atrevimiento, sé que el joven amo no es su hijo, pero...

-Habla, hay algún problema?

-Él es pequeño tiene 6 años y pues a esa edad, es mamá quien nos duerme y él me pidió que le leyera uno de sus cuentos, solo que yo no sé leer.

-Ya entiendo, quieres que yo lo lleve a dormir y le lea un cuento.

-Mi señora disculpé a esta sirvienta, yo tengo una hermana de su edad, ella es pequeña y le gusta eso, también salir con mi madre.

-Esta bien, trataré de hacerlo, ahora irá a descansar, gracias por decirme.

Al día siguiente Aina manda a llamar al asistente del duque, le pide los nombres de los nobles en el ducado, así como quienes son los socios de su esposo.

-Si señora.

-Luciel tiene algunas invitaciones, algunas son para el solo, pero en otras dicen que son dobles y viene una invitación para mí, esas las aceptaban?

-Algunas si, el joven maestro va solo, solo lo acompaña la niñera y sus guardias, solo en algunas ocasiones yo lo llevaba.

-Necesito esa lista para poder saber a qué fiesta

 iremos.

-Usted irá con él?

-Sí.

-Eso sería genial, a él lo molestan los demás niños, por no tener una mamá.

-Que? Está bien, poco a poco iré a esas fiestas con él.

-Me retiro, le mandaré la información más tarde.

-Gracias ** Todo esto es por Luciel, debe tener una buena vida, su padre no me importa, solo debo ser cercana a Luciel, no meterme con el inútil del príncipe y salvar mi cuello **

Haaa que difícil, quiero el divorcio...

-Pero que tonterías dices?

-Nani, me vas a matar de un susto

-Aina, el divorcio solo es por algo muy serio, no es tan fácil.

-Si ya se, como está Luciel.

-Él es muy bueno, solo revisando los registros llevaba clases muy adelantadas, haré un informe y te lo daré para que lo revises.

-No es necesario.

-Si lo es, debes revisar cada uno de sus reportes así como estar al pendiente de sus clases, por el momento la clase de música está bien, al ser hombre no las necesita, sus clases propias las llevará en la academia, solo le enseñaré lo básico.

-Si sé que no es necesario llevar música, pero él quería aprender a tocar el piano.

-Aina él sabe que es de la familia real?

-No lo se, le preguntaré en la noche, su niñera quiere que le lea un cuento.

-Aina, tu serás su madre?

-Soy su madre, estoy casada con su padre

-Si, solo con ver por sus estudios es suficiente, si te vas a involucrar en sus sentimientos, debes pensar bien si quieres divorcio, ese niño pide a gritos una madre, si tú no estás dispuesta a ser esa madre es mejor que solo hagas lo indispensable.

-El sabe que no soy su madre.

-Es un niño, si tú te divorcias él se quedará aquí y si su padre se vuelve a casar, crees que lo trataran bien? Aina tú eres buena, cualquier mujer hubiera dejado que lo siguieran maltratando, es más seria un estorbo.

-Sí, entiendo, pero no puedo ignorarlo, quiero estar bien con él, puedo quedarme hasta que vaya a la academia...

Su niñera se la queda viendo, ella ha cambiado, el día que se rompió el compromiso ella solo lloraba, ahora se ve mejor, es la niña que ella educó, fuerte y decidida.