Volver A Amar

...Pov Valery....

Apreto el volante mientras manejo.

Mis ojos se llenan de lágrimas y por segundos mi visión se vuelve borrosa.

Durante el camino de vuelta a casa me pregunto:

¿Cuánto tiempo me estuvo viendo la cara?.

¿Acaso me lo merecía?

¿Cuándo dejó de amarme?

Por qué si de algo estoy segura es que él no me ama, y ya, realmente no sé si en algún momento lo hizo.

Cuando el semáforo da rojo, me limpio los ojos con la manga de mi vestido. No quiero llegar y que mis hijos me vean así.

Cuando llego a casa, me estaciono frente a ella, apago las luces, sacó una toallita húmeda de mi bolso, y me limpio el rostro. Me sacó todo el maquillaje que me costó horas.

De nada sirvió esforzarme tanto para un desgraciado como él.

Suspiro y me trago el nudo que tengo en la garganta, bajó del auto y a medida que voy caminando escucho las risas de mis hijos, ¡Dios!, ¿Qué les voy a decir?.

Porque no me quedaré a su lado.

Se que hay mujeres que aceptan las infidelidades y perdonan a sus parejas con tal de que los hijos vean a sus padres juntos, y crezcan en un ambiente familiar.

Pero ¿Cómo pueden vivir así?.

Sabiendo que te engaño, te mintió, traicionó la confianza y envíó por el desagüe todo el amor que un día juró.

¿Quién te asegura que no volverá a hacer lo mismo? ¿Que sus miradas y caricias solo irán dirigidas hacia ti?

El dolor de mis nudillos no es nada comparado al dolor de mi corazón roto.

Golpeó la puerta y al rato fue abierta por mi hermana.

Me mira de pies a cabeza con extrañeza, no soy capaz de decir nada, simplemente la abrazo y dejo que el calor de su cuerpo calme mi dolor.

Me acaricia la espalda con delicadeza, me siento una niña indefensa y vulnerable.

—¿Qué pasó?—me pregunta.

No puedo hablar, no me sale la voz, si le cuento lo que vi, estoy segura que las lágrimas que he contenido saldrán como raudal por mis ojos, y no puedo permitir que los niños sepan.

No aún.

—Cuando estén dormidos te cuento —le doy una media sonrisa, llena de pesar.

Ella solo asiente, me quita el bolso, cuelga las llaves, y me da la mano.

Me dejo llevar por ella, dejo que prácticamente me arrastre a la sala donde Lily y Héctor se rien a carcajadas por la película Kung Fu Panda.

Siento que mis piernas se debilitan, imágenes fugaces de lo que vieron mis ojos momentos atrás atacan mi mente sin dar tregua.

~No soy fuerte, no soy valiente. Solo soy una tonta que amo con todo el corazón, lo ame con cada fibra de mi ser. Hubiera dado mi vida si él me la hubiera pedido…lo amé tanto~

Sofi me mira y se que puede adivinar lo que me sucede, es ese poder de hermanas, no necesitamos hablar para saber lo que sentimos.

Me apreta la mano y me sonríe.

Me obliga a sentarme, me entrega un paquete de papas fritas y un vaso con bebida.

Mis niños voltean en mi dirección, y sonríen felices.

Daría todo para que nunca se borre esa hermosa sonrisa de sus rostros.

El tiempo pasa, pero para mí parece detenido, cierro los ojos y deseo que todo esto sea un sueño, un maldito sueño dónde al despertar la vida volverá a ser tal y como era antes.

Me encuentro tan sumida en mis pensamientos que al terminar la película, los aplausos de los tres me sobresaltan y pegó un salto en el sillón.

—¿Mami te asustamos? —pregunta Lily.

—La película estuvo sencacional mamá —añade Héctor.

Hago uso de toda mi fuerza de voluntad y les sonrió —. Me asusté solo un poquito cariño —acaricio la pequeña cabezita de mi niña.

Fijó mis ojos en él, mi precioso niño, tan igual a su padre, comparte los mismos rasgos —. Si mi sol, es muy buena la película. Me encanta que Po nunca se rinda.

—¡Siiiii!—gritan a la misma vez, se levantan de un salto y comienzan a dar patadas al aire.

Nos miramos con Sofi y soltamos a carcajadas.

—Es hora de dormir

—Nooo mamá…

—¡Que si, que si! vamos pequeñines, mañana será un día maravilloso junto a la tía.

—Siiiiiii.

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Después de que los niños se acostaran, Sofi me preparo un té con melisa. Se sentó frente a mi y me interrogó.

Le conté todo, sin ocultar nada.

—Me alegro, me alegro que le partieras su madre al hijo de puta.

Hago una mueca de disgusto _¿Que voy a hacer ahora? ¿Que le diré a los niños?

—La verdad —afirmó ella.

—¿La verdad?—cuestiono—  No, imposible.

Sofi levanta una ceja —. ¿Por qué?

—Estas loca, solo tienen 7 y 5 años, ¿Cómo les explico que su padre me engañó con otra mujer?

Ella suspira y niega con la cabeza —. No seas tonta, no puedes ocultarles la verdad, sin embargo puedes adecuarla de manera que ellos comprendan.

Pasó las manos por mi cara con frustración, las lágrimas corren por mis mejillas, y ya no quiero que se detengan. Necesito sacar de mi pecho este dolor que me quema y me asfixia.

Siento que me han apuñalado el corazón, lo han estrujado hasta más no poder.

Lo amé tanto, que le di todo; mi virtud, mi amor y mi vida un hombre frío, cuál témpano de hielo, que no demuestra sentimientos más que en sus propios intereses.

Y si lo pienso con detenimiento, jamás ha sido ni un buen esposo ni un buen padre.

¡Que ciega fuí!

Jamás ha tenido tiempo para nosotros, siempre en reuniones y horas extras.

Ahora entiendo que jamás estuvo trabajando. O si estuvo… trabajando en satisfacer sus cochinos deseos carnales.

Recuerdo las veces que Héctor le pidió que le enseñara a jugar a la pelota, o cuando Lily le suplicó que le leyera su cuento favorito antes de dormir.

El muy bastardo siempre decía que no, nunca tenía tiempo para ellos.

Siento que se cae la venda de mis ojos.

Levantó mi rostro, y le pregunto.

—Dime la verdad ¿Siempre he sido tan ciega?

Sofi parpadea y frunce los labios, me mira con lástima —. Si, siempre —estira su mano y toma la mía con cariño—. Todo este tiempo quise hacerte ver que él no era bueno para ti, pero nunca has hecho caso, y entendí que solo tú misma debias sacarte la venda de los ojos.

Golpeó la mesa con mi puño, siento rabia, pena y vergüenza.

Recuerdo todas aquellas humillaciones y desplantes que me ha hecho.

Las veces que me gritaba que solo servía para ser dueña de casa.

Cuando se negaba a salir conmigo por lo anticuada que me vestía.

La burla de la que fui objeto cuando subí de peso.

La negativa a presentarme a sus compañeros de trabajo, por qué yo no me vestía ni me maquillaba como sus esposas.

Todo el tiempo juntos nisiquiera fue capaz de comprarme una prenda de ropa más que un calzón o sostén.

Pensar en todo eso me hace querer golpear mi cabeza contra la pared, ¿Tan estúpida fuí?.

¡Diablos!...limpio mis ojos, y me decido a no derramar más lágrimas por un miserable que no se merece nada.

Por un hombre que no pudo controlar su deseo y que fácilmente se metió a la cama con otra.

Un hombre que no es lo suficientemente padre y esposo para esta familia. Mis hijos merecen un padre que les entregué amor, que este a su lado, que comparta y juegue con ellos.

Sofi interrumpe mis pensamientos —. Si crees que estás sola déjame decirte que no es así. Tienes dos hermosos hijos por los cuales luchar y salir adelante, y me tienes a mi. Jamás te dejare sola, ahora que he vuelto, nos iremos de esta casa, adónde tú quieras yo te apoyaré y estaré a tu lado. Nunca más te dejare sola, claro, hasta que encuentres al verdadero amor de tu vida.

Las lágrimas que caen por mis ojos ya no le pertenecen a mi corazón roto, son de felicidad, por qué tengo la mejor y más hermosa hermana del mundo.

La rodeó con mis brazos, y la estrecho con fuerza —. Te amo Sofi, te amo, te amo, pero jamás menciones al amor nuevamente. No me volveré a enamorar NUN-CA.

Ella ríe y blanquea sus ojos.

De pronto mi celular vibra, veo que me ha llegado un mensaje.

Lo tomó con rapidez, leo y esbozo una sonrisa.

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"Espero que estés contenta, tengo tres puntos en el labio y un diente partido". No llegó hasta mañana…debemos hablar"

Suelto una carcajada al imaginarme lo terrible que debe haber sido para el saber que su rostro está lesionado.

Es lo mínimo que se merece por todo el daño que me causó.

No le responderé, tampoco permitiré que ponga un pie en esta casa hasta que dejemos las cosas claras.

No esperaré a que vuelva arrepentido con la cola entre las patas, por qué no me verá la cara de tonta nunca más.

No seré la Valery que soporta y aguanta todo.

Soy y seré la Valery dueña de su destino, escritora de su propia historia.

Si soy fuerte, si soy valiente. Soy más de lo que él merece, por qué soy única, soy importante, y soy valiosa. Demasiado valiosa para un mediocre como él.

*Voy a demostrarle de que estoy* hecha.

Auutch, debe ser muy horrible despertar de la que creemos es "la vida perfecta", se que muchas mujeres son manipuladas por sus esposos hasta el punto de que perdonan las infidelidades, y deverdad escribir sobre esto me da mucha pena.

Pero se que el amor propio debe ser mayor, y las ganas de surgir también.

Espero que les guste, las leo en los comentarios. 🥰