Soy Mia Montecarlo, joven, hermosa y la única heredera del patrimonio de mi familia; todo eso no me sirve de nada, pues estoy en prisión, por culpa de la Familia Montiel y su ambición, su amor por el dinero y la vida ostentosa, les hizo tenderme la más vil de las trampas, pero lo que ellos no saben es que saldré de aquí, y saldré a vengarme.
Mi plan está hecho y no descanzaré, hasta hacer pagar a cada uno de ellos, incluyendolo a Él, "Valente Montiel".
NovelToon tiene autorización de Areli Fuentes para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
22- La verdad...
(Mía)
Pasaron 3 días, yo seguía encerrada, en aquella pequeña y sucia bartolina, durante esos tres días esperé la visita de las 3 personas que más amaba, pero de esas 3 personas solo llegó una.
"Mi Nana Sofia."
Era comprensible Daniela estaba hospitalizada, habiá sufrido la peor de las desgracias, una mujer a los 18 años, con ilusiones y sueños de amor, le habían robado todo, tenía sus nervios hechos pedazos y su dignidad como mujer por los suelos, los Montiel se habian encargado de difamarla a Ella y a mí, con la diferencia que lo que decían de mi, tenía una pequeña parte real, Yo si había matado al desgraciado abusador, mi amiga era solo una víctima.
Las revistas, los periódicos, los noticieros de todo el país, todos tenían un tema principal.
"Mía Montecarlo la bella heredera y asesina".
"Daniela Veliz, la amante infiel".
"Un trío en la mansión Montecarlo".
Me volví la mujer mas famosa del país, y Dani me seguía por poco, todo mundo hablaba de mí y por supuesto de Daniela.
Yo, aun estando encerrada dentro de aquella sucia bartolina, me daba cuenta, pues la gente que por alguna razón pasaba por allí, me veía y me señalaban, las agentes también hacían comentarios; ¡¡todos hablaban de mí!!.
Yo, estaba tan triste, mi corazón tan destrozado, mi vida tan destruida; nada podia ser peor, solo esperaba morir.
En esos tres días, esperé tanto al hombre con quién me había casado, ese que me había dicho que me amaba infinitamente, el que me dijo que quería vivir por la eternidad a mi lado, y que cada estrella en el cielo era un te amo dirigido a mí.
Él, nunca llegó.
Me vi allí, tirada en el piso de aquel sucio lugar, con un charco de lágrimas, con mis ojos hinchados y con una opresión en mi pecho, por saber si iba a resistir vivir sin Valente; allí pensé que sin Él, era mejor morir.
En mi mente ilusa, deseaba que viniera y me diera la oportunidad de explicarle, quería que el exteriorizara sus sentimientos, yo sabía que Él estaba desilucionado y decepcionado; era lógico, si estaba enojado era comprensible, yo le había arrevatado la vida a su progenitor, pero quería que oyera mi explicación, deseaba contarle todo lo que en realidad había pasado, pero Valente jamás llegó.
Al cuarto día, en lugar de quedar libre, fui trasladada al reclusorio de mujeres, al salir a la calle para subirme al vehículo donde seria transportada, las camaras, reflectores y flashes de nuevo estaban presentes, para seguir dandome fama.
Al llegar al reclusorio, mi pesadilla continuó y aún se volvió más horrorosa.
Las mujeres me miraban, y se burlaban de mí, me llamaban la heredera asesina, la princesa asesina, la riquilla asesina, me escupían, me empujaban y golpeaban sin razón y muchas cosas más.
Ese dia supé lo que era estár en un ambiente grotesco y sin misericordia.
Supe que la gente puede llegar a ser muy cruel, a veces sin saber la realidad de nuestras vidas.
Las cosas afuera también eran de lo peor, tanto mi Nana, como Daniela tenían que soportar los escarnios de la gente, la única buena noticia es que el abogado Marco Soler, ya había aparecido, y al contarme lo sucedido con Él, y de sus sospechas de que le pusieron alguna clase de veneno en su comida y que por alguna razón, siempre lo habían mantenido alejado de mí, allí fue que empecé a atar los cabos sueltos y descubrir que todo era una trampa.
Ya estaba entendiendo todo.
Pero ya era demasiado tarde...
Ese día, lloré, lloré como una niña, lloré al descubrirme engañada, lloré al saber que todo en lo absoluto había sido planificado.
Estaba hecha pedazos, me dolía el alma, al entender tantas cosas.
La venda de los ojos se me cayó, por fin había entendido que Papá jamás se haría socio de una persona como Oscar, y menos dejarme a su cuidado.
Yo había estado ciega, primero por el dolor y luego por el amor.
estaba totalmente enamorada de un hombre, cruel, de malos sentimientos y valores, porque solo así podría explicar la sarta de mentiras que me dijo y que Yo de estúpida creí.
Aun, me preguntaba que iba hacer sin Él.
Pero que podía hacer ahora que ya lo sabía, estaba más aturdida que nunca, lo de la sociedad era una mentira, lo de que Oscar era mi tutor también lo era.
Me sentí la más estúpida del universo, ese día supe que Valente Montiel, jamás me amó y que jamás vendría a verme y jamás escucharía mi versión; ese día supe, que de todos ellos, Él era el peor.
Para colmo de males, los Montiel todavía seguían en su plan de acabar conmigo.
Tanto que el fiscal encargado del caso, sin importar y sin respetar, el estado emocional de Daniela, la obligó a dar su versión de los hechos aún en el hospital.
Cosa que fue contraproducente para mí, porque Daniela no supo como ser concreta, en lugar de eso lloraba descontroladamente, y el fiscal dijo que esa era la conducta de una persona que se sentía culpable.
Los Montiel, en especial Eugenia, estaba haciéndoles la vida miserable a mi gente.
Esos asquerosos, aun continuaban en mi casa, pero no por mucho tiempo.
Así que tenía que empezar a ejerser derechos, aun dentro de la prisión y es que si, yo tenía mucho dinero, pero ni siquiera me dieron tiempo de firmar la aceptación de la herencia.
Pero eso iba a cambiar.
Yo tenía que arreglar varias cosas, entre ellas, los documentos de la herencia, la que ya podía manejar yo.
Así que le pedí asesoria al Abogado Soler, el cual me insistio en poner un investigador privado y Yo acepté.
El me indicó que hacer y antes del juicio me trajó los documentos para firmar.
Ya no necesitaba un albacea o tutor, pero si necesitaba a alguien afuera que manejara todo lo que yo poseía, alguien de mi entera confianza, pero en este caso no podía ser Marco, el era mi abogado y podía representarme en asuntos legales, Él no quería manejar mis finanzas.
Aunque la investigacion aun no terminaba, todo apuntaba a que pasaría varios años en la carcel, por eso, firmé varios documentos, entre ellos unos poderes notariales, eso porque debía estár preparada para todo.
Descubrir la Verdad me dolió más de lo que alguien se pudiera imaginar, mi orgullo propio se fue al suelo, sentía que había defraudado a mi Padre que siempre me educó para ser independiente, pero lo que más me dolía era el corazón porque amaba como loca a Valente, lo amaba tanto que aún en mi interior deseaba sus besos, deseaba que esas preciosas y fuertes manos qué el tenía, me tocaran todo el cuerpo, como solo el lo había hecho.
Pero yo sabía, que debía arrancar ese amor de mi corazón.
No se como lo haría, pero tenía que hacerlo.
Allí recordé las palabras de una mujer desconocida, una de las pocas personas que me demostró empatía.
Solo los cobardes, se rinden antes de luchar, y Yo no era ninguna cobarde.
Así que me levantaría, recogería los pedazos de mi corazón y aún de mi alma, aun así como estaba totalmente rota, demostraría que podía resistir ante ellos.
Ese día con lágrimas en mis ojos tomé una decisión.
Yo viviría, resistiría y me volvería fuerte; porque tenía que vengarme.
Eso era un juramento...