El Fénix Y El Dragón

La batalla continuó, ambos bandos estaban agotados, pero se negaban a rendirse, hasta que los refuerzos de los Yuan iban llegando guiados por Shi y Ru, por supuesto, Tianwi tenía desventaja al haber perdido tantos hombres durante el derrumbe.

Qiao ya estaba entrando en desesperación al ver llegar a los refuerzos, además su hermano había escapado y los Yuan ya deben de saber el porque planean. Qiao continúa con su pelea contra Bao, ambos iban parejos, sus habilidades en batalla eran similares.

— Bao, piensa bien de que lado estar...sabes que perderás todo...— Qiao trata de convencerlo.

— no le temo a eso, mientras ellos puedan considerar que los ayude, quizás al menos puedan permitirme mi libertad y no perderé la cabeza como ustedes.— se burla Bao.

Ante esto, Qiao intenta atacar con más ferocidad, no se puede permitir el perder, no cuando le ha costado llegar hasta donde esta y mantener su estatus de príncipe heredero. Bao no se piensa dejar, de ninguna manera permitirá que su familia siga usurpando un lugar que no les pertenece y menos cuando buscan atacar otros reinos solo por ambición.

Shen por su parte, se enfrenta con Chen, aunque ese capitán es fuerte, no se compara a la habilidad de Shen, así que, aunque Shen se enfrenta a otros hombres y no solo al capitán, finalmente logra derribarlo acertando un corte en el pecho del capitán, al ser un corte profundo, la sangre no se detiene. Al ver esto, los soldados atacan a Shen, pero este usa su Qi de fuego para atacarlos.

Xia también se encontraba luchando contra varios hombres, pero gracias a su don, le era fácil moverse y obtener una ventaja durante la batalla. Y aunque la batalla se iba alargando, ninguno de los bandos quería rendirse, hasta que Qiao noto la desventaja que tenían y tuvo que ordenar retirarse, deben reagruparse y de quizás lo mejor, sea volver a la capital.

Ru quería que los siguieran, pero su padre le dijo que no, todos estaban cansados, seguirlos así, sería un suicidio, lo mejor es descansar lo más que puedan en este momento y había otro asunto que resolver y esa es la presencia de Bao, aunque si se han sorprendido que hayan dos, puesto que Shi y Ru han traído a falso Bao.

Yao al ver a Xia corre hacía ella feliz de verla bien, pero le dice que hay algo importante que contarle, aunque pronto se da cuenta de la presencia del verdadero Bao.

— muy bien, ¿que significa todo esto?— pregunta el gran general.

— gran general, permitame explicarle todo...empezando por ese de ahí, quien es solo mi primo y fue mi familia quien lo hizo pasar por mi poco después de la boda, porque yo fui capturado.—

—¿que? ¿Esta diciendo que mi hija ha estado viviendo con un falso esposo? Esto es una verdadera deshonra para ella...—

Gao se acerca al falso Bao y le golpea la cara, al tenerlo sobre el suelo le pega repetidas veces.

— maldito mal nacido, has arruinado la vida de mi hija...tú y tú familia, juro que los quemare vivos.—

— por favor padre, calma. Afortunadamente, este hombre no fue lo suficientemente hombre como para cumplir si debes marital y tampoco me obligo.— lo cual es un alivio.

Es asqueroso pensar que hubiese tenido que estar con un hombre tan sucio como ese, quien sabe cuantas enfermedades se ha de cargar por todas esas mujeres con quien estaba.

— me alegra que este bien, señorita Xia. Ahora si me lo permiten, hablaré.— menciona el verdadero Bao.

Y así, Bao cuenta como es que fue capturado y encerrado por su propia familia, tras haber escuchado los planes del emperador, los cuales consistían en eliminar a la familia Yuan, puesto que ellos eran los últimos descendientes reales de la familia bendecida por el dragón. Gao no podía creer lo que escuchaba, si bien sabía que su antepasado estuvo casado con la princesa de esa generación, no creyó que el actual emperador no fuese de esa familia. Según Bao, lo que su padre quiere es eliminar a los Yuan, porque si en alguno de ellos surgen los ojos del dragón, sabrán que son los verdaderos dueños del trono y podrían querer tomarlo.

— parece que el emperador no es muy listo, le hubiese convenido mejor, no intentar nada contra los Yuan.— asegura Xia.

Pues ahora, es él mismo quien se ha revelado. Probablemente los Yuan jamás hubieran estado en su contra si hubiera mantenido la paz con ellos. Pero ahora solamente se ha condenado.

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Trataré de actualizar los fines de semana 😊