LA ESPOSA DEL MAGNATE

El viento se hacía cada vez más frío y la noche empezó a llegar, los autos pasaban rápidamente y los transeúntes solo miraban un momento y seguían su camino sin intención de ayudar.

El conductor miró a los hombres que lo rodeaban y su miedo se hizo más fuerte.

— Por favor perdóneme, si hice algo mal les pido piedad, soy una persona que no se mete con nadie señores por favor.

Sin importar cuánto rogó y pidió piedad nadie lo observo o ayudo.

Alicia miró al hombre que estaba de pie no muy lejos del camión y todo su cuerpo se suavizó, si no se estuviera teniendo hubiera Caído sentada junto a los cerdos.

Su cabello despeinado y su ropa arrugada más el feo maquillaje y el horrible olor que provenía de su cuerpo, haría que cualquiera quisiera vomitar.

Enzo observo a la mujer y respiró hondo sus ojos fríos le dispararon dagas y su voz helada dio una orden.

— Baja

Alicia lo miro y aunque quería negarse no pudo, el hombre frente de ella tenía una mirada asesina, sus piernas parecían gelatina, ella trató de bajarse, pero puso el pie en un lugar equivocado y cayó hacia delante.

Cerro sus ojos para recibir el impacto, mientras caía recordó una vez que subió a un árbol, ya que quería comer sus frutos, quien diría que después de obtenerlos tendría miedo de bajar, logro bajar más tarde, porque Justin la estaba esperando.

 Ese día se lastimaron ambos pero ella se sintió segura.

— “Justin”

Si corazón sintió un poco de tristeza, pero rápidamente desapareció, puesto que sintió unos fuertes brazos sostenerla de la cintura y ponerla en un sitio seguro.

Ella miró a los ojos fríos de Enzo y suspiro, ahora agradecía que Enzo la hubiera atrapado, un golpe contra el pavimento hubiera dolido mucho.

Habiendo olvidado la situación en la que se encontraba ella sonríe y agradece tanta suerte.

— Dónde estabas

El cuerpo de Alicia se tensó, esto no escapó de Enzo.

Ella rápidamente puso a funcionar su cabeza y miro al conductor.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus cejas se fruncieron un poco, si su cara no estuviera hecha un desastre parecería una belleza lamentable.

Su voz era muy pequeña y lamentable.

— Estaba muy asustada, solo me dirigía hacia el baño, cuando cubrieron mi boca y me arrastraron a esta horrible camión, lleno de… Cerdos horribles y además huele horrible, debes hacer justicia por mí, obviamente ese hombre quería mi belleza, que horrible hombre wuaaa

Enzo miro a la mujer en sus brazos y vio como desvió su mirada cuando se encontró la de él, y frunció las cejas.

— “esta mujer intento escapar de mí y después de ser atrapada se atreve a mentirme”

Su mano se apretó en su cintura.

Los dos no prestaron atención a su alrededor, por lo que no vieron el rostro de los guardaespaldas.

Su jefe que nunca tocó a una mujer, ahora abraza a una y para colmo una tan fea.

Por otro lado, el conductor tenía los ojos muy abiertos, jamás había visto a esta mujer.

El grito rápidamente para explicarse.

— Es mentira, jamás había visto a esta mujer, además preferiría secuestrar a un cerdo que a usted.

El rostro de Alicia se calentó y se giró para enfrentar al conductor.

— Cómo te atreves, sabes lo bella que soy, soy tan hermosa quien no me querría, no hay persona que se me resista, ¿Verdad?

Ella miró a los guardias y todos asintieron Y respondieron rápidamente.

— Si la señora es muy hermosa

— Si, no hay quien se resista a su belleza

— Es usted la más hermosa entre las mujeres.

ella luego miró al conductor con aires de que tenía razón.

La cara del conductor miro a los otros hombres y se preguntó si estaban todos malos de la vista.

— Señora por favor mírese y…

El hombre no continuo hablando, ya que sintió una mirada asesina dirigida a él  y cerro la boca.

La voz fría de Enzo resonó en el lugar.

— Ya que él te secuestro llévenlo a la estación y que lo encierren por ocho años

Él miró a Alicia y susurró en su oído

— Quieres que alargue su estadía en prisión.

Ella lo miro incrédula mientras se perdía en sus pensamientos

— “en ese lugar también llega la influencia de los Mancini”

— Alicia dime

El conductor miró a Enzo y luego a Alicia y grito

— En serio jamás he conocido a esa mujer, incluso si la viera jamás la secuestraría, mire lo fea que es.

Vitale no pudo ver más al hombre cavando su propia tumba y le dijo

— Señor está siendo castigado por llamar a la señora fea, no ha visto lo hermosa que es.

El conductor entendió lo que dijo Vitale y se corrigió

— Señor no podría secuestrar a una belleza como está, sería un pecado mortal

Alicia miró al conductor y sabía que él no había hecho nada malo, y no podía arrastrarlo a su intento fallido de escapar.

Ella negó con la cabeza y miro a Enzo.

— La verdad él no me secuestro, yo… Yo solo

Ella se mordió el labio inferior y no termino de hablar.