Cuando la Enemiga Se Convierte en la Novia Sustituta

El coche conducido por Ricky se detuvo justo frente al imponente vestíbulo principal. Ricky salió del coche, rodeó el vehículo y le abrió la puerta a Sharmila.

"Por favor, señora", dijo Ricky cortésmente.

"Gracias, Kak Ricky", dijo Sharmila con una sonrisa.

Sharmila salió del coche con el corazón latiendo con fuerza. Respiró hondo antes de entrar en el vestíbulo.

En cuanto puso un pie en el vestíbulo, se sorprendió. Varios empleados ya estaban alineados pulcramente, inclinándose en señal de respeto hacia ella. Una alfombra roja se extendía desde la entrada hasta el centro del vestíbulo. Algunas empleadas le ofrecieron ramos de flores.

"Bienvenida, señora", la saludaron al unísono.

Sharmila se quedó boquiabierta, sintiéndose avergonzada y confundida. "¿Qué es todo esto? ¿Por qué esta bienvenida? Como si estuvieran dando la bienvenida a la presidenta", pensó para sí misma. "¡Ese Arya está loco!", continuó, atreviéndose solo a maldecir en su interior.

Con pasos vacilantes, Sharmila comenzó a caminar sobre la alfombra roja. Aceptó los ramos de flores de las empleadas con una sonrisa torpe. Sus miradas estaban llenas de respeto y admiración, lo que hizo que Sharmila se sintiera incómoda y avergonzada a la vez.

Ricky, que caminaba detrás de ella, la ayudó a llevar los ramos de flores porque no cabían en las manos de Sharmila.

Al final de la alfombra roja, Arya ya estaba esperando. Estaba de pie con orgullo, vestido con un traje caro que lo hacía parecer aún más carismático. Una leve sonrisa adornaba sus labios al ver a Sharmila acercarse.

"Bienvenida a Pratama Group, mi esposa", dijo Zayden.

No había dulzura, su voz incluso sonaba arrogante. Pero, por alguna razón, Sharmila sintió que su pecho se agitaba. Especialmente cuando Zayden le ofreció su codo para que lo tomara del brazo.

Arya llevó a Sharmila a través del vestíbulo, los empleados saludaron con amabilidad y asentimientos de respeto. Sharmila se sintió como si estuviera caminando sobre las nubes.

Entraron en un ascensor privado exclusivo para el propietario de la empresa. Las puertas del ascensor se cerraron y ambos permanecieron en silencio.

"Arya, ¿por qué tienes ideas tan locas?", susurró Sharmila, sintiéndose incómoda con la atención que le estaban prestando.

"¿Qué pasa?", preguntó Zayden con indiferencia. "Todo el mundo sabe que eres la esposa del Joven Maestro Pratama. ¿O... tal vez en realidad quieres ocultar nuestro matrimonio?".

La voz diferente de Zayden hizo que Sharmila lo mirara en silencio. No era eso lo que quería decir. Pero sintió que algo había cambiado en el hombre. ¿Era realmente el Arya que solía intimidarla antes?

Las puertas del ascensor se abrieron en el piso 27. Arya tomó la mano de Sharmila y la llevó a su oficina. La habitación era espaciosa y lujosa, con una vista impresionante de la ciudad.

"Esta es mi oficina", dijo Arya. "Puedes venir aquí cuando quieras", dijo mientras tiraba de la mano de Sharmila y la hacía sentar en el largo sofá que había en la habitación.

"Gracias", respondió Sharmila.

"Descansa un poco, déjame terminar un poco de trabajo. Después de eso, te llevaré a casa", dijo Arya, y luego se concentró en el portátil que había colocado en su regazo.

"Si estás ocupado, ¿por qué me dijiste que viniera aquí?", resopló Sharmila con molestia. "Debería haber terminado mi trabajo en Natakusuma Group primero".

"Solo será un momento, no protestes", dijo Arya sin mirar.

Sonó la puerta y, unos instantes después, Joshua entró.

"Buenos días, señora", dijo mientras se inclinaba en señal de respeto.

"Buenos días, Sr. Joshua", respondió Sharmila.

"Solo Joshua, señora. Usted es la Joven Señora Pratama, lo que significa que también es mi jefa".

"Pero..."

"¿Qué pasa?". Antes de que Sharmila pudiera terminar de hablar, Zayden la interrumpió. Por alguna razón, al hombre no le gustaba que Sharmila hablara con su asistente.

"Lo siento, señor. Traigo los documentos que necesita firmar". Joshua extendió la gruesa carpeta que llevaba. Y Zayden la aceptó.

Sharmila apoyó su cuerpo en el respaldo del sofá, cruzó los brazos con la cara fruncida. Pero un momento después, tomó su bolso y sacó la lonchera que había preparado para Arya.

"¿Qué es eso?", preguntó Zayden al ver a Sharmila sosteniendo la caja.

"Preparé el desayuno pero fue demasiado, así que lo traje para ti".

Arya suspiró profundamente y luego tomó la caja. "¿Por qué tanto desayuno? ¿Es que casarse es tan complicado?", dijo con pereza.

Joshua, que todavía esperaba que firmaran sus documentos, reprimió la risa al escuchar las palabras de Arya. Aunque sabía que, en su corazón, Zayden debía de estar muy contento con la atención de Sharmila.

Con el corazón enfadado, Sharmila volvió a tomar la lonchera que ya estaba en la mano de Zayden. "Está bien, si no lo quieres", dijo, y luego se volvió hacia Joshua. "Kak Joshua, esto es solo para ti", dijo mientras extendía la caja.

Tan rápido como un rayo, Arya volvió a tomar la caja.

Joshua, inclinó la cabeza. "Gracias, señora. Ya he desayunado", dijo. "Me decapitarían si me atreviera a aceptar su regalo", pensó para sí mismo.

"Lo que ya se le ha dado a otra persona no se puede recuperar, de lo contrario te saldrá un orzuelo en el ojo", dijo Arya mientras abría la caja. Sus ojos se abrieron al ver el menú dentro de la caja. Había arroz frito con un huevo frito y pollo frito rebozado rociado con salsa agridulce.

Arya comenzó a disfrutar del desayuno con avidez. Joshua sonrió al ver a su jefe comer con tanto entusiasmo. Zayden nunca había sido tan feliz antes.

De repente, Sharmila se echó a reír suavemente.

"¿Qué pasa?", preguntó Arya con la boca llena.

"¡Qué torpe! Eres viejo pero comes con la cara manchada", se burló Sharmila mientras señalaba la mejilla de Arya. Sharmila se rió entre dientes sacudiendo la cabeza, y luego, por reflejo, usó la punta de su dedo para limpiar la salsa de la mejilla de Zayden.

Zayden se quedó atónito por lo que había hecho Sharmila. Su corazón latía con fuerza al sentir el suave tacto de Sharmila en su mejilla.

La propia Sharmila se sorprendió por lo que había hecho. Zayden inmediatamente tomó la mano de Sharmila cuando la mujer estaba a punto de retirarla. Inesperadamente, el hombre lamió la punta del dedo de Sharmila.

El rostro de Sharmila se puso espontáneamente rojo como un cangrejo hervido. Bajó la cabeza y retiró su mano rápidamente, sintiéndose avergonzada e incómoda.

"¡Arya! ¿Qué estás haciendo?", exclamó en voz baja, tratando de ocultar su rostro enrojecido.

Arya sonrió levemente al ver la reacción de Sharmila. "¿Qué pasa? Solo estoy limpiando tu dedo", respondió con un tono burlón.

Joshua, que estaba presenciando el incidente, solo pudo bajar la cabeza, tratando de ocultar su sonrisa. Finalmente, el Joven Maestro será feliz.

Sharmila no respondió. Apartó la cara, tratando de calmar su corazón que latía con fuerza.

Arya volvió a comer, pero sus ojos miraban de vez en cuando a Sharmila. Se sentía feliz de poder avergonzar a la mujer.

"Delicioso", murmuró Arya en voz baja, esperando que Sharmila lo escuchara.

Sharmila permaneció en silencio, pero la comisura de sus labios se levantó ligeramente. Sintió que algo extraño sucedía dentro de ella.

Unos minutos después, Arya terminó de desayunar. Apoyó su cuerpo en el sofá, sintiéndose lleno y satisfecho.

"El sirviente de tu casa es muy bueno cocinando", elogió Arya. "Sabe como la comida de un restaurante de cinco estrellas".

"Arya, ya te lo dije antes. Fui yo quien lo preparó", recordó Sharmila molesta.

Arya fingió hacer una mueca, y luego dijo: "Ah, ¿sí? Estoy realmente sorprendido. Resulta que la Señora Pratama también sabe cocinar. Pensé que nunca iba a la cocina".

Sharmila cruzó los brazos molesta por las burlas de Zayden. Pero estaba contenta de que Zayden se hubiera comido la comida que había traído.

Zayden miró a Sharmila con una mirada burlona. "Señora Pratama, dígame, además de cocinar, ¿qué más sabe hacer?".

Dos personas que incluso olvidaron que todavía estaba Joshua de pie esperando la firma.