En su época Abigail fue una emperatriz conocida por gobernar con rudeza, al punto de ser considerada una tirana por los nobles. Ella conquisto reinos enteros unificando el continente y goberno con firmeza hasta el final de sus días.
Pero algo increíble ha pasado, Abigail ha despertado en mundo totalmente distinto y en un cuerpo que no es suyo, pero cuya dueña fue víctima de las maldades de quienes ella confiaba, pero ahora, con la tirana ocupando ese cuerpo, aquellos que buscan destruirla, pagarán con creces, porque la tirana, no perdona.
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Capítulo 03.
Zarina había salido por comida, al volver busca a Roxane, pero no había rastro de ella, hasta que sale al patio, ahí la chica tenía una tijera en mano y su largo cabello había sido cortado. Zarina estaba sorprendida, pues sabía que Roxane adoraba tener su cabello largo y bien cuidado.
— pero que...¿por qué lo has cortado?, creo que la ruptura te esta afectando.— comenta preocupada.
— ¿por qué lo haría?, ese hombre no es nada para mí.— deja la tijera de cortar.— el cabello corto es más cómodo y elegante.
Zarina solo observa preocupada, pero será mejor dejar que su amiga viva su duelo como mejor le acomodé. Mientras tanto le entrega un bolso, diciendo que esas eran sus ropas que fue por ellas al departamento que Roxane tenía en la ciudad, aunque solo dormía en ese lugar cuando quería estar libre del par de arpías que tenía en la casa, aunque probablemente ahora con la ruptura, quizás ese departamento se lo quite su padre.
Roxane revisa las ropas y frunce los labios, esas ropas no eran de su gusto.— Zarina, ¿tengo dinero?, esta ropa es horrible.
—¿que?, pero si es la que te gusta...— deja salir un suspiro.— en cuanto al dinero, ¿por qué preguntas?, si sabes bien que lo tienes.
Roxane se queda en silencio un momento y revisa el bolso que tomo al salir de aquella mansión, ahí tenía una cartera con tarjetas, identificando cada una, y si, una de ellas era la tarjeta que su padre le había dado, pero con lo que paso, probablemente ya no sirva, así que tomo la otra que era la que contenía sus ganancias de su pequeña empresa y había una más donde estaban los ahorros que su madre dejo a su nombre.
— ¿puedes llevarme de compras?, no regresaré a la mansión Walker y las ropas que están allá son feas.—
— esta bien, vamos, creo que te vendría bien distraerte.— ella sigue pensando que Roxane estaba así por su duelo debido a la ruptura de su compromiso.
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Por otro lado, Scott revisaba su teléfono, ni una sola llamada de Roxane, ni un mensaje y no sabe a donde se fue anoche, pues no la vio en la fiesta. Él creyó que Roxane lo llamaría esa mañana para disculparse y suplicar perdón, pero estaba muy equivocado, Roxane estaba en silencio y eso le molestaba.
— a estas alturas ya debe de saber que te comprometiste con Leysa.— comenta una chica a su lado.
Esta era Erin, la hermana menor de Scott, quien por supuesto no estuvo esa noche, pero, por lo que ha escuchado, suena absurdo todo.
— solo no tiene el valor de hablarme porque sabe que me traicionó.— responde irritado.
—¿de verdad lo hizo o solo lo crees porque lo dijo Leysa?, eres un tonto hermano.— comenta Erin.
— no es lo que Leysa dijo, es lo que yo vi, estaba con ese hombre en su habitación...— responde Scott.
— si eso quieres creer, es tu problema.— la chica se encoge de hombros.
Scott solo se queda en silencio, todo había sucedido tan rápido, recordando al hombre inconsciente en el piso y la mirada frivola de Roxane cuando él la acuso de traicionarlo, jamás había visto a Roxane enojada y anoche, era como si fuese otra, incluso en su forma de hablar. Scott se va de aquella habitación y sale al balcón, marcando el número de Roxane, pero no hay repuesta, así que intenta repetidas veces pero nada, por lo que envia mensaje.
[¿de verdad no piensas disculparte?, eres una descarada?] envió molesto.
Pasaron segundos y minutos, pero no hubo respuesta, así que decidió salir a buscarla, a esta hora ya debió haber regresado a la mansión familiar. Le tomo poco tiempo llegar, pero fue recibido por Leysa, quien estaba feliz de que fuera a verla cuando apenas anoche se comprometieron, pero Scott pregunto por Roxane.
— lo siento Scott, ella no volvió a casa, papá ha estado llamando, pero no responde. Debe de estar avergonzada por lo que hizo.— comenta preocupada.
— esta bien. Tengo que irme, hay una junta importante.—
Scott salió a prisa, iría a buscarla en su departamento, seguramente esta en ese lugar.
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Después de pasar toda la mañana en el centro comercial, finalmente ambas chicas regresaron a la casa de Zarina. Quien comenta lo sorprendida que esta por el tipo de ropa que su amiga compro, en su mayoría eran vestidos, faldas y blusas elegantes, así como zapatos que iban con los atuendos que compro. Roxano paso al baño para cambiarse y al salir, Zarina quedo sorprendida con el estilo elegante que su amiga ahora tenía, era sorprendente como un buen vestido y un nuevo corte, hacían de Roxane una mujer nueva.
— te ves impresionante. Si fuera hombre me caso contigo.— comenta divertida.
— serías un buen prospecto de marido, no dudaría en aceptar.— responde con toda seriedad.
— que halago. Bueno, ¿y que harás ahora?, ¿volverás a casa?, ¿enfrentaras a Scott?—
— conseguiré un lugar donde quedarme que quede cerca de la oficina y aumentare el poder de nuestro negocio.— pasa a sentarse.— en cuanto a ese hombre, no vale mi tiempo.
Zarina deja escapar un suspiro, su amiga si que esta decidida a todo, aunque le alegra que no se vea sufriendo por Scott, porque realmente no vale la pena un hombre que no cree en la mujer que decía amar.
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Mientras los días pasaban, Leysa presumía con todas sus amistades su compromiso con un hombre maravilloso como Scott, era la envidia de las chicas de su edad, ya que Scott venía de una familia prestigiosa y ella, era la afortunada de casarse con él.
Scott por su parte, cada día que pasaba se desesperaba más, Roxane no lo contactaba y no sabía nada de ella, incluso Phil, su padre, no podía contactarse. Scott busco a Zarina, pero ella no le dijo nada y solo lo insulto por ser un traidor infiel que se comprometió con la hermana de la mujer que decía amar. Por otro lado, Roxane se contraba en hacer crecer su pequeño negocio, poco a poco se hacía de contratos nuevos, cumpliendo con cada uno y esto le daba la ventaja de que sus nuevos clientes la recomendaban con sus socios y conocidos. Roxane se había adaptado perfectamente en ese mundo, y con sus conocimientos de su vida pasada, en un año, su empresa había conquistado el mercado de publicidad, empresas importantes buscaban sus servicios y salían felices con los resultados.
Zarina también ponía de su parte, actuando como representante de la CEO y para celebrar que firmaron un contrato de un año con una empresa importante, Zarina llevó a Roxane a un club muy famoso, donde solo iba gente importante.
— se que no es tu ambiente, pero ya es tiempo de que encuentres un nuevo amor.— comenta una divertida Zarina.
— ¿amor?, el amor es una debilidad y yo jamás he sido débil.— responde con seriedad.
— Roxi, deja ya esa cara dura, todo paso hace un año, es tiempo de que vuelvas a ser tú.— habla algo preocupada.
Desde lo sucedido con Scott, su amiga cambió mucho y aunque ya paso un año, no logra acostumbrarse del todo.
— tu amiga ya no existe, no puedo traerla de nuevo.— responde, aunque duda que Zarina sepa de lo que habla.
Y si, Zarina seguía sin entender, pero no dijo nada más porque repentinamente vio a alguien entre la multitud y lo veía venir hacía ellas, ese alguien era Scott.
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