Me Forzaron A Casarme Con El Millonario Enfermizo

Los pobres escoltas estuvieron buscando al Hámster pero este no parece, Nicol está llorando desesperada por su amiguito.

Luego ella corre a la cocina y busca zanahorias.

—señor, es difícil, no lo encontramos— informó uno de los escoltas

—no me vengas por putas excusas, ¡búscalo maldición!— grita fuertemente Scott.

—capuchino, he traído zanahorias para ti amiguito, donde quiera que estés sal por favor, nadie te va a lastimar, perdona por haberte déjalo solo por favor— dijo ella y colocó la zanahoria en el suelo de pasto.

Scott la observa en silencio y luego mira como sale ese animal del monte.

—¡¡Capuchino!!— dijo muy feliz Nicol, y el Hámster corre alrededor de ella, luego empezó a comer sus zanahorias.

Los escoltas respiran profundamente.

—así que esa es tu mascota— habla Scott

—Mi padre me lo regaló, y esto es lo único que me queda de él, por eso capuchino es importante para mí, espero no te moleste que lo tenga— dijo ella fijando su mirada en Scott.

—descuida, no hay problema, solo que no debes dejarlo solo.

Ella agarra al Hámster y dice.

—voy a preparar el almuerzo

—Lo mejor es que yo me vaya. -- dijo él muy serio y ella bajó su mirada.

—¿Quién eres?— pregunta ella, ya que casi no tiene información de Scott

—¿Acaso eso importa?— pregunta él y ella muerde su labio inferior. —Si llegas a necesitar algo, puedes pedirlo a los escoltas, me marchare.

Ella se quedó sorprendida, luego de lo que pasó, pensó que quizás las cosas entre ellos se suavizarían un poco.

Ambos entran a la casa para que Scott salga por la puerta principal.

Nicol coloca el Hámster en su jaula.

—¡Espera!— se atreve a decir ella, fue un impulso

Scott se detiene.

—por favor quédate almorzar, soy tu esposa y no te atendido como tal, además, estás mal de salud, y la alimentación es importante, ¿Puedes por favor?— pregunta ella con su dulce voz y Scott tensiona su mandíbula. —así podremos platicar un poco más— termina ella por decir y este se gira.

Camina a ella en pasos firmes y al estar muy cerca, a tan solo centímetros le dice 

—no quiero que te ilusiones— sentencia él con frialdad

—siento que detrás de ese hombre duro hay un buen hombre de corazón— ella lo mira a los ojos y hubo un silencio.

Scott se queda helado cuando observa que Nicol coloca sus manos en el rostro de Scott, aunque ella se coloca de puntitas, porque ese hombre es alto.

—¿Que haces?— pregunta él y la mira extraño.

Ella cierra los ojos y se acerca a los labios de Scott. Muy torpe si, pero le da un beso tan inocente y tan sencillo, porque ella no sabe besar, pero aquel beso alborotó las hormonas de Scott Hamilton.

—¿Acaso quieres que te coloque encima de la mesa y te de duro?— pregunta él y ella se sonroja.

Nicol se aleja de Scott y baja su mirada, en sí él tenía novia y ambos son pasionales, pero ha tenido mujeres por fuera de su relación, aunque Nicol como es tan inocente lo hace tener pensamientos impuros hacia ella.

—¡Mírame!— ordena Scott y ella lo hace —te doy lo que sea, dinero, lujos, que vivas como una reina, pero nunca me pidas amor.

—¿no soy suficiente para usted?— preguntó ella nerviosa 

—no puedo amarte

—¿Alguien ocupa su corazón?— pregunta Nicol intrigante 

—no hagas más preguntas, te veo luego. -- Scott se gira y luego siente una corriente eléctrica cuando Nicol lo agarra de la mano y lo detiene.

—vuelve esta noche— pide ella y él suspiró, Nicol le suelta la mano, y luego observa como Scott se marcha, ni ella se imagina que está siendo cosas por su esposo, que se está enamorando de él en tan poco tiempo.

Scott sale de la casa y recibe una llamada telefónica.

—¿Qué quieres?— habla con arrogancia Scott

—debes venir a casa, tienes visita— informa Miguel.

Eso no le agrado para nada a Scott, él se sube a su auto y antes de arrancar mira a la casa y luego suspira.

Maneja a velocidad y las palabras de esa chiquilla Nicol, rodean en su mente.

—eres un pecado Nicol, un bendito pecado.

Al llegar a la casa, baja de su auto y entra a la casa, con un temple serio, mira a Miguel algo preocupado.

—¿Qué está pasando Miguel?, estoy muy ocupado— dijo Scott fulminante.

—¿Hasta para mi?— la voz de la mujer lo sorprende, él se gira y ahí está ella

—Alexa, ¿Qué haces aquí?— pregunta él suavizando su voz

—puedes darme unos minutos de tú tiempo por favor, entiendo tus ocupaciones Scott, pero necesito que hablemos— habla ella con voz de súplica.

—no puedo aceptar que estés aquí, cuando te lo dejé muy en claro ¿Por qué eres tan terca?— la fulmina Scott

—Miguel por favor, déjanos solos— ordena Alex y Miguel mira a Scott, este le hace señas de aceptación.

Ellos se quedan solos y Alex se acerca a Scott.

—no me alejes de ti, no es justo cariño, llevamos tantos años juntos, ¿Por qué alejarme de ti?, Un amor tan sincero como el nuestro debe estar en las buenas y malas, y tú sabes que te amo, y que me muero por ti Scott, no me importa lo que tengamos que pasar, yo quiero estar a tu lado cielo, y de aquí no me pienso ir, porque mi lugar es estar a tu lado, ya sé por lo que estás pasando y no me pienso marchar.