(+ 18 ) Alessandra, es la amada hija del gran empresario Alessandro Sandoval.
Ella hasta los 18 años vivió en burbuja, escondida del mundo real y en una vida de cuento de hadas.
Pero un día se entera que ha vivido en una mentira, se da cuenta que para enfrentar la vida, debe ser fuerte y hacer cosas que jamás imaginó, como cumplir con la voluntad de su Padre, que le pide casarse con su mejor amigo.
Ella cree que será un matrimonio ficticio, pero su deseo por el mejor amigo de su Padre, la hará empezar un juego de seducción inocente, que hará enloquecer a Nicolás su distinguido esposo, y desencadenará una pasion tan desmedida que no podrá ser controlada.
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23- Es otro nivel de mujer...
(Nicolás).
Veo a las mujeres mirarse entre Ellas, y mirar con odio a Alessandra.
—Esto es inaceptable, como es que la bastarda tendrá el 65% de las acciones de nuestra empresa...
Mamáaaa tienes que hacer algo.
Abuela tu también... di algo, no te quedes tan callada.— Le grita Antonia Sandoval, a su abuela, ante la mirada del Notario, mientras que su Madre y su hermana Andrea se acercan a la Madre de Alessandro y hablan entre ellas.
La verdad me esperaba que la Matriarca Sandoval hiciera un escándalo exorbitante; pero la veo muy callada, y no sé si es bueno o malo la verdad no sé que pensar.
Solo la veo escuchar en silencio a su nuera; pero Antonia Negrete, le dice casi a gritos.
—Si tú no haces nada lo haré yo, por qué a aqui las únicas que tenemos derecho somos mis hijas y Yo, y a mi me dejó a un lado.—Lo dice con furia, la nefasta mujer se acerca a pasos apresurados a donde estamos con La Princess.
—Mira maldita bastarda, no creas que vas a quedarte con lo que le corresponde a mis hijas, asi de fácil.
Eres una zorra trepadora, que por lo que se vé, ya te estás revolcando con el señor Grecco.
Pero preparate, "maldita" porque voy a impugnar ese testamento, no creas que el imbecil de Alessandro me va a dejar fuera de su testamento, cuando ese 65 % de las acciones por derecho me corresponde a mi; pues Yo soy su legítima esposa.— Le dice la desgraciada mujer a la Princess, pero Alessandra, es la persona con más clase que he conocido jamás, Ella está con su cara levantada, una mirada serena, y en silencio, sin darle importancia a las palabras de la mujer.
—Nos vamos Nico.—Me dice extendiendo su mano, para tomar la mia y Yo sonrió al ver su actitud.
Estoy por tomar su mano...
Cuando en ese momento sucede algo que jamás pensamos ni Ale ni Yo.
Antonia Negrete toma repentina y agresivamente el cabello de mi Princesa, que se había volteado a mi, dándole la espalda a La intolerable mujer.
El jalón de cabello fue brusco, tanto que Alessandra lleva su cabeza hacia atrás y yo estoy a punto de intervenir, pero incomprensiblemente oímos el grito inmediato Andrea Sandoval
—ANTONIA... SUÉLTALA INMEDIATAMENTE Y NO VUELVAS A TOCARLA.—La mujer la suelta, pero su boca se abre con más insultos.
—Eres una cualquiera, igual que tu Zorra Madre.
Pero dile a la mujerzuela, que aunque haya sido la amante de Alessandro, que no crea que se quedará con todo, solo por haberle hecho creer a mi estúpido marido que eres su hija.
No lo voy a permitir, y de una vez te digo por si no te has dado cuenta, soy tu enemiga y enemiga de la zorra que quizo compararse a mí, metiendose con mi marido, pero te juro que voy a destruirte a ti y a tu perra Madre.—Escucho a la mujer con evidente histeria; pero me quedo impactado.
Al ver a Alessandra levantar su mano y abofetear las mejillas de la mujer, a los dos lados, las bofetadas son tan fuerte que cae en una silla.
—Esto Antonia... no es por insultarme a mi, y tampoco por atreverte a tocarme, esto es para que nunca más vuelvas a insultar a mi Madre en mi presencia, tu a mi Madre no le llegas ni a los talones, Ella es verdadera mujer, digna extraordinaria.
Aquí la única mujerzuela eres Tú.
O crees que no sé que te casaste por tus mañas, tus trampas y mentiras, cuando estabas bien enterada que mi Padre jamás te quiso, ni siquiera te soportaba.
El amaba a mi Madre, era su prometida, iban a casarse.
Mi Padre la amó desde el primer día y hasta el día de su partida, y sabes por qué, es porque mi Madre es una mujer hermosa por fuera y mucho más por dentro, trabajadora con principios y valores morales bien arraigados y sobre todo con una infinita bondad en el corazón, cosas que evidentemente tú no conoces.
En esta historia, la golfa eres tú, que tuviste que dopar a mi Padre, para meterte en su cama y luego obligarlo a un Matrimonio de mentira, que se mantuvo por medio de chantajes, manipulaciones y amenazas, porque Papá nunca estuvo contigo.
Lo sé todo...
Y debo aclararte, mi Madre, nunca fue la amante de Papá...
Ella fue su única mujer...
Su único gran amor, mi Madre es la mujer que lo hizo feliz, quien lo llenaba de paz y esperanza.
Ahora mirame a mi, soy una verdadera y legítima Sandoval.
Llevo en mis venas la sangre, no solo del hombre mas maravilloso y extraordinario que he conocido jamás, sino de la mujer más preciosa que existe.
Soy el fruto de su gran amor, tengo los genes de mi Padre, y heredé su fuerza.
Y si crees que por declararte mi enemiga, me vas a amedrentar te equivocas Antonia, porque yo, soy tan fuerte, decidida y valiente como mi Padre y sé cuidarme y sé cuidar a mi Madre.
No te tengo miedo...
Ni a tí ni a nadie.—Le dice Alessandra y deja con la boca cerrada a Antonia Negrete, a las mellizas y a Andréa Sandoval.
Y a mí, a mí me deja con la boca abierta de lo impresionando que estoy al conocerle cada faceta.
Porque Ella, puede comportarse se manera elegante y demostrar su intachable educación, y luego convertirse en una guerrera invencible.
Dios esta niña es más fuerte de lo que alguien se pueda imaginar.
Las Mellizas Sandoval, lo único que hacen es mirarla, pero esta vez con dos pasos en retroceso.
—Nos vamos, Nicolás.—Me dice caminando como toda una Princesa, y Yo voy a su lado sintiéndome como jamás me he sentido.
Jamás en mi vida pensé en llegár a admirar tanto a una mujer.
Siempre pensé que todas eran iguales, pero ahora estoy aturdido, creyendo que Alessandra Sandoval es de otro planeta, es una mujer de otro nivel.
Entramos al ascensor y allí su actitud ya ha cambiado, la veo frágil y pequeña, Yo tomo su mano entre la mía, y la llevo hasta mis labios y le beso el dorso de esta, se apega a mí como si necesitara un abrazo, y Yo claro que quiero hacerlo, pero no aquí, porque veo en sus ojos las lágrimas que está deteniendo, y si la abrazo quizá va a llorar, y no quiero que nadie la vea frágil, quiero que se queden en su memoria con la imagen de una Alessandra fuerte.
Salimos del ascensor y empezamos a caminar en silencio, hasta donde está mi carro.
Llegamos al parqueo del edificio, justo estamos por llegár a mi vehículo, que está al otro extremo y estamos por cruzarnos, cuando tres carros negros con vidrios polarizados se detienen frente a nosotros, interfiriendo nuestro paso.
Sé quien es...
No me cabe ninguna duda.
El vidrio del carro de en medio baja, y allí está Antonio Negrete.
El hombre mafioso de unos 60 años, pelo claro como el de su hija y nietas, vestido de ropa fina y lleno de joyas.
Él se disfraza de hombre de negocios, pero lo que hace es lavarle el dinero a muchos traficantes en su casino; aparte de enriquecerse de forma indebida, quitándole el dinero a gente enviciada al juego.
Negrete se queda viendo detenidamente a Alessandra.
La mira a profundidad, su mirada no me gusta, es una mirada lasciva al extremo.
Yo aprieto un poco la mano de la Princess, y me quedo viendo con fíjeza al hombre que después de ver nuestras manos agarradas levanta sus ojos a mí, y luego de nuevo a Ale; pero parece que no le basta verla desde el carro, pues con un chasquido de dedos, hace que uno de sus matones baje para abrirle la puerta.
El hombre corpulento baja y da 2 pasos frente a nosotros, y se detiene a escasos centímetros.
—//Nicolás Grecco//.—Dice mi nombre repitiéndolo dos veces.