En el mundo de los negocios, el control y el poder no existe lugar para el amor, o al menos eso es lo que manifiesta Vladimir Chandoski. Sin embargo, al llegar a su cumpleaños número treinta se verá obligado a contraer matrimonio con una de las hermanas Bonfatti y así conservar su imperio y preservar el legado familiar con la llegada de un heredero. Él no tiene el menor interés en conocer a sus candidatas y le da lo mismo contraer matrimonio con cualquiera de ellas, por eso decide hacer un sorteo, pero grande es su sorpresa cuando conoce a su futura esposa y descubre que no es nada más ni nada menos que la dueña de sus desvelos. Una hermosa mujer con un gran secreto que lo cambiará todo.
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Capítulo N°20
Mijail descendió por el ascensor y al mirar su reflejo en las paredes de acero vio a un hombre derrotado, sin fuerzas y afligido, en que momento de su vida se había vuelto tan vulnerable, en qué momento había perdido las riendas y el control de su vida. Desahuciado bajó la vista, sus zapatos lustrados, su traje a medida, su corbata de seda y hasta su bastón eran solo una coraza y un frágil recuerdo de lo que alguna vez fue. Pero no se daría por vencido tan fácilmente, no se dejaría pisotear por nadie así que levantando la vista sonrió fingiendo seguridad. Todo por lo que había luchado se fue por un caño por culpa de su hijo y la sed de venganza resurgió desde el fondo de sus entrañas haciendo que se sienta vivo nuevamente.
—¡Te arrepentirás Vladimir Chandoski por esta humillación, así me muera en el proceso! —murmuró entre dientes, mientras el visor señalaba los pisos que iba descendiendo ideó un plan.
Le quitaría a Jade, solo por diversión y se quedaría con Rubí tan solo por su fortuna, ya que descreía la historia que los Bofantti estaban en la ruina.
El ascensor se detuvo y las puertas de este se abrieron de par en par dejando frente a sus ojos a la mujer de sus sueños, su maldita obsesión y su capricho más deseado.
Jade retrocedió unos pasos al reconocer inmediatamente al padre de su novio. Ese viejo decrépito olía exactamente como lo recordaba y a la vista su figura era igual o más desagradable a lo que se imaginaba ya que siempre estuvieron a oscuras en ese cuarto y jamás lo vio directo a los ojos como hasta ahora.
Los segundos pasaron tan deprisa que las puertas del ascensor se estaban por cerrar nuevamente, sin embargo Mijail las detuvo con su bastón y lento pero seguro salió del elevador.
—Hola muñeca, ¿me recuerdas? —preguntó con una media sonrisa en su rostro y lamiendo su labio de forma libidinosa.
—¿Cómo podría olvidar a un ser tan repulsivo y nauseabundo?—respondió con otra pregunta.
—No seas así, solo quería demostrarte mi amor pero eras tan arisca que tuve que secuestrarte—comentó dando un par de pasos hacia ella.
Jade se mantenía estática, sosteniendo su bolso con firmeza y sin bajar la vista lo miraba fijamente analizando sus movimientos.
Mijail se acercó tanto a ella que su aliento la asqueaba y no pudo disimular una mueca de disgusto al escuchar como hablaba de forma seductora
—Deberíamos ir a un bar, tomar algo y recuperar el tiempo perdido, te aseguro que sigo siendo un semental en la cama y lo que tu necesitas es un hombre de verdad, no un niño patético con ataques de ansiedad que llora por su madre.
—No gracias, a su edad será mejor que se acueste temprano, necesita descansar y no andar de fiesta, eso le podría hacer muy mal a su corazón, además dudo que usted sea mejor que Vladimir, el es joven, vigoroso, fuerte y me hace vibrar con solo escuchar como pronuncia mi nombre, en cambio usted—se rió —. No me haría sentir absolutamente nada por más que se esfuerce o tome algo que lo ayude —comentó Jade.
—Mi corazón, mi hombría y todo mi cuerpo están perfectos y más ahora que te encontré, siento que rejuvenecí. Tú eres la llama en mi vida.
Jade ignoró sus palabras y decidida camino hacia el ascensor pero entonces sintió el peso de la mano de Mijail sobre su brazo y se detuvo de inmediato. Sus dedos se clavaban sobre su piel descubierta dejando una marca visible por la fuerza ejercida.
—Será mejor que me suelte—ordenó desafiante y sin temor.
—Lo siento, pero tú vendrás conmigo—dijo seguro de tener el control—. Te recuerdo que eres mía, te guste o no yo te vi primero y me perteneces.
—El que me hayas visto primero no te da derecho a exigir nada, eres un viejo asqueroso y jamás me tendrás y espero que tu audífono funcione bien porque quiero que escuches y entiendas de una vez por todas algo, no soy tuya ni nunca lo seré —respondió forcejeando.
— Ya lo veremos princesa—murmuró oprimiendo más su agarre.
—Si no me sueltas te juro que te haré un agujero entre tus bolas—dijo y entonces apoyó el pequeño revólver que llevaba en su bolso sobre el miembro de su futuro suegro y sonriendo murmuró—. Mijail, lamento informarte que ya no soy una niña, me sé defender y si vuelves a ponerme un solo dedo encima no dudaré en apretar el gatillo.
Mijail abrió grandes sus ojos, sorprendido por la actitud de la mujer que tenía enfrente, ya no era la niña temerosa, al contrario era fuerte y segura, así que lentamente soltó su agarre, dio unos pasos atrás y dejó que ella entrara al ascensor.
Una vez adentro, Jade guardó el arma en su bolso y se despidió con una sonrisa y agitando su mano.
Cuando las puertas al fin se cerraron dejó escapar un largo suspiro y se recostó contra la pared, al llegar al último piso caminó de prisa con temor a que alguien la persiguiera y golpeó la puerta del departamento con desesperación.
Vladimir al sentir el llamado desesperado supo de inmediato que su invitada había llegado y al abrir la puerta, ella se arrojó a sus brazos y ciñendo fuerte de su cintura dijo
— Tu padre está aquí, lo vi y el muy miserable intentó secuestrarme de nuevo—su cuerpo temblaba, su voz se quebraba en algunos momento pero al levantar su vista, sus ojos brillaron al confesar—. Me defendí y por primera vez en mi vida vi temor en sus ojos, ese hombre me tenía miedo.
— Cariño de igual modo solo ganamos una batalla, creo que aún falta mucho por luchar—murmuró y acariciando su rostro susurró—. Eres muy valiente, estoy muy orgulloso de ti.
—Gracias aunque debo confesarte que por un momento pensé que no lo lograría porque estaba sola en el vestíbulo y no tenía a quién pedir ayuda— confeso.
—Tranquila, ahora estás a mi lado y yo te protegeré.
— Lo sé —respondió antes de pararse en punta de pie para alcanzar su altura y besar sus labios.
Vladimir cerró la puerta con un pie, sin romper ese beso cálido, dulce y lentamente la fue guiando al interior de la sala. Jade dejó caer el bolso a sus piel y el ruido del hierro golpeando el piso sorprendió a Vladimir que de inmediato rompió el beso y miró estupefacto como el arma se asomaba a través de la abertura.
— Jade, ¿qué haces con un arma?—preguntó mientras se separaba y agarraba el revólver entre sus manos.
— Es solo un juguete, lo conseguí en el supermercado y me pareció buena idea llevarlo conmigo para asustar a tu padre y funcionó—dijo orgullosa de su plan.
Vladimir la examinó con detenimiento y efectivamente era una réplica exacta de un revólver pero su tambor estaba ciego, sin los compartimientos para que ingrese ningún tipo de bala.
—Jade esto es peligroso, prométeme que te desharás de esto, puedes cruzarte con alguien que tenga un arma de verdad y esta cosa no te servirá de nada—explicó visiblemente preocupado y arrojando el arma lejos de su alcance..
— De acuerdo, lo haré después de todo, ya le di el susto de su vida a ese viejo decrépito, hasta creo que se hizo en los pantalones—comentó y ambos comenzaron a reír.
—¿Qué haré contigo? Eres una novicia muy rebelde y me vuelves loco—confesó Vladimir atrayéndola con cariño hacia su cuerpo para luego besar esos labios que tanto amaba.
Vamos por la próxima 😘😘
Felicidades por tan hermosa novela 🥰🌹🫂
Felicidades 🎆 querida escritora vamos por más novelas así 🫂🥰