Yulexi renunció a su magia de bruja para poder estar con su pareja destinada, sin imaginar que este hombre la traicionaría y elegiría a una mujer lobo como su pareja, mientras que ella sería llevada a un lugar de donde nunca podría salir.
Yulexi nunca se rindió y cuando finalmente logra salir, se encuentra con un misterioso chico llamado Javier, quien la reconoce de inmediato como su mate. Ella acepta su ayuda sin imaginar que es el hijo de aquel hombre que la traicionó.
¿Qué hará Yulexi cuando descubra quién es el padre de Javier? ¿Podrá ella aceptarlo o el recuerdo de la traición evitará que ella pueda amar a Javier?
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estrategia "víctima"
...11 días después....
Listo ya estoy empapada de conocimientos. Mi poder volverá mañana. Debo prepararme para escapar. Por lo que ví el idiota de Javier puso más guardias de lo normal. ¿Cómo puede hacer eso sí piensa que soy humana.? Uff, no entiendo cómo piensan los lobos.
Accidentalmente tire un jarrón y lo detuve en al aire. ¿Cómo hice eso?, no entiendo. ¿Mi magia ya regresó?
La oculté y a los pocos minutos entró Javier cómo loco.
— ¿Con quién estabas.?
— Con nadie.
— No mientas.
— Puedes revisar toda la habitación, yo no te estoy mintiendo.
...Javier....
Estaba trabajando en mi estudio cuando sentí un aroma exquisito, era aún igual de delicioso que el de Yulexi. El aroma provenía de arriba. Subí las escaleras y cuando entré a la habitación el olor se había ido. Sólo estaba ella.
— ¿Con quién estabas?
— Con nadie. — Dijo ella muy tranquila. Por su actitud no me fué difícil creer que me estaba mintiendo. Pero las dudas aún estaban en mi cabeza.
— No mientas.
— Puedes revisar toda la habitación, yo no te estoy mintiendo.— Revisé cada rincón pero no había nadie. Tal vez me equivoqué. Pero ese olor que sentí era demasiado tentador.
— ¿Cuántos días llevó en tu casa?
— ¿Mi casa.? — Su pregunta me molestó. Ya le he dicho mil veces que es nuestra casa.
— Quiero decir, nuestra casa. — Así suena mejor.
— Quince.
(Claro, por eso mis poderes ya volvieron. — Piensa Yulexi.)
— ¿Porqué lo preguntas.? — Tal vez ya esté lista para qué la marqué. Pero algo me dice que no es por eso.
— Por nada.
— ¿Estás ansiosa porque te ...? — Me acerqué con una sonrisa..
— Hey, hey, hey, tienes prohibido estar tan cerca de mi, ya te dije cuándo te dejaré, ahora no me molestes.
— ¿Porqué sigues alargando algo que va a pasar?
— Porqué ... porque sí.
— ¿No estás pensando en escapar o sí.?
— No. — Ese no me sonó poco convincente.— ¿Y cómo se supone que me voy a escapar si tú tienes la casa llena de personas.? Ni intentando mil veces podría.
— Mejor no lo intentes. Sabes que te amo pero no por eso voy a soportar que me abandones, si lo haces tendré que marcarte a la fuerza y hacer todo lo posible para que sobrevivas, y si sobrevives te encerrare en alguna de mis casas y sólo vivirás para complacerme y darme hijos. ¿Te quedó claro.?
...Yulexi....
¿Sobrevivir.? ¿Encerrarme.? ¿Darle hijos.? Algo anda mal allá dentro. Mejor que siga soñando con tener hijos conmigo.
Te diré lo que va pasar. Me escaparé, encontrare a mi familia, nos iremos del país y jamás me volverás a ver. Y si por casualidad nos volvemos a ver no vas a poder contra mí, porque gracias a la flor azul soy muy poderosa.
— Te pregunté si te quedó claro. — Dijo de nuevo el apestoso ese.
— Claro, más claro que el agua.
— Me alegra.
— Javier.— Le hablé con ternura.
— Dime.
— Sabés soy una chica materialista, si me llevas de compras me sentiría muy feliz.
— Perfecto, llamaré a las mejores tiendas, traerán todo lo que quieras.
— NO.
— ¿No qué?
— Yo quiero salir, ver la ciudad, ya estoy cansada del encierro.
— Pues te tengo una buena noticia.
— ¿Cuál.? — Tal vez si me llevé.
— Tú encierro se acaba cuándo me dejes marcarte. — Ja, ¿Esa es una buena noticia.?¿Para quién lo es.?
— Eso no es justo.
— A mí no me parece justo que me dejes con las ganas pero me aguanto y tú harás lo mismo.
— Escúchame bien lobito, o me llevas de compras o no comeré en todo el día.
— Adelante.
— ¿Qué.?
— Sí no quieres comer está bien. Tú eres la que sufriera no yo.
Eres un hijo de tu pe**a madre. Esa maldita de Evelin no supo educarte.Tendré que usar la estrategia "víctima", creó que con esa funcionas más.
— Javier. — Otra vez trate de sonar dulce. Pero con su mala conducta sólo me provoca tratarlo mal.
— Dime.
— Eres un mal tipo, dices amarme y no quieres gastar dinero en mí, he visto muchas novelas dónde los hombres van de compras con sus novias y son muy románticos con ellas pero tú... — El me Interrumpió.
— El dinero no es el problema, traeré lo mejor para ti. — No es lo que yo quiero. Lo que quiero es una oportunidad para escapar.
— No es lo mismo, yo quiero salir.
— Tu lo que quieres es escapar. Siento eso. — Sí no sabe leer mis pensamientos, ¿Cómo sabe lo que estoy pensando.? — ¿De verdad quieres dejarme.? — Se acercó y yo caminé para atrás.—¿Porqué?, solo te he tratado bien desde que llegaste. — Eso no es del todo falso pero, su sangre es la que no soporto..
— No quiero dejarte.— Anheló dejarte.
— ¿Y porqué no dejas que te marqué.? — Me acorraló entre la pared y sus brazos. Yo tragué saliva.
— Es que ... es que ... Siento que me vas a romper. — Alcancé a ver ciertas partes de su cuerpo mientras estubo desnudó en otro día.
— No lo haré, te voy a cuidar. Lo prometo.— Seguro que tus promesas son igual de falsas que las de tú padre.
— Lobito sólo faltan unos días, salgamos hoy, quiero tener una cita contigo, comer en un restaurante, comprar ropa de pareja, ¿o es que te avergüenzan de mí? — Puse una cara triste. Según las novelas ésto siempre funciona.
— No, no lo hago.
— Entonces llévame, ¿sí?, cuando volvamos te dejaré hacer lo que tanto quieres.
— ¿Lo prometes?
Asentí con la cabeza.
— Está bien, te llevaré a dónde quieras.
Lo logré. Soy Genial. Soy genial.
