La Villana Cambiará Su Final

Desde hace un tiempo, Alexei ha notado algo diferente en Selene, normalmente ella solía ser muy encimosa con él, siempre que iba, se colgaba de su brazo a todo momento y no dejaba de darle halagos, también hablaba mal de otras niñas, se quejaba de lo molestas que eran cuando iba a las fiestas de té, en ocasiones el mismo la vio tratando mal a una doncellas, porque no le había llevado el té a la temperatura que a ella le gusta, solía ser muy caprichosa, pues siempre pedía joyas, cuando él la visitaba, Selene no dudaba en enseñar la nueva joya o vestido que le había comprado su madre, pero ahora había un cambio muy grande, empezando porque le ha dicho directamente que no quiere casarse con él, además de que, el día del funeral de la Condesa, la niña lo abrazo para llorar sobre su hombro, pero cuando ella le soltó, pudo notar que no había ni una sola lágrima en sus ojos, claro que mantuvo la cabeza inclinada, por eso, nadie más se dio cuenta y hoy, dos semanas después de la muerte de la Condesa, ha llegado a su visita acostumbrada, pero, Milie, la doncella lo llevo al patio trasero, donde Selene estaba entrenando con Rudolf, la chica no vestía sus acostumbrados vestidos glamorosos y tenía el cabello atado en una coleta, Alexei se entretuvo mirando como la albina, estaba concentrada en ese duelo de entrenamiento, ahora usando una espada de verdad, Alexei en ese momento pensó que Selene era increíble.

Pronto se da cuenta de lo que acababa de pensar y desvía la vista, dirigiendo esta hacía Marion, quien observa atenta cada movimiento, la niña se veía bien, era linda, pero, ahí esta ese pensamiento, que le decía, que si, Marion era linda, pero Selene lo es aún más, Alexei se cubre las mejillas con las manos, avergonzado de esos pensamientos tan absurdos, no debe olvidar que Selene no es una buena persona. Cuando el entrenamiento acaba, Marion le entrega una toalla a Selene, la cual se coloca sobre el hombro y se seca el rostro.

- ¡oh! Alteza, olvidé que era hoy la visita, pediré le sirvan algo de té. Marion, quédate con él mientras voy a cambiarme.

- ¿eh? Pero hermana...yo no...

Marion mira al príncipe e infla las mejillas, no era justo que tuviera que hacerle compañía a ese niño odioso. Marion le hace una reverencia y se le guía hasta la mesa de la terraza donde ya estaban comenzando a servir postres.

- veo que ambas se empeñan en aprender el uso de la espada.

- si, seré fuerte, para proteger a mi hermana.

- ¿por qué la protegería? ¿La señorita Selene la ha obligado?

- mi hermana no me obliga a nada. Usted que va saber, solo la juzga sin conocerla, espero se arrepienta de eso.

No soporta estar en compañía de ese niño, así que mejor se retira, ojalá su hermana no tenga que casarse con él, es un niño odioso. Cuando Selene baja, ve a Marion correr hasta su alcoba, lo que la parece extraño, creyó que el príncipe y ella se estarían llevando bie, por otro lado, Alexei se quedo sin decir nada ante las palabras de Marion, para cuando reacciona, escucha a Rudolf reír.

- alteza, la señorita Marion adora a la señorita Selene, el tiempo que he estado aquí, ambas parecen llevarse bien.

- yo se lo que escuche ese día...

- la emperatriz me dijo, tal vez la señorita Selene, solo decía lo que su madre quería escuchar, la Condesa era una mujer de mal carácter.

Alexei se queda en silencio, lo que dice Rudolf podría ser cierto.

- cuando usted iba a venir de visita, la señorita Selene quería seguir practicando, pero la Condesa la arrastro del brazo hasta dentro de la casa para prepararla. El brazo de la señorita quedo con un moretón por algunos días.

- ¿que? Esa mujer...era capaz de tratar mal hasta a su hija...

La conversación fue interrumpida por Selene quien se acerca a sentarse frente a Alexei, con el té ya servido, Rudolf se retira, pues el entrenamiento de ese día, había acabado.

- veo que ya esta mejor que la última vez que la vi.

- si lo dice por la muerte de mi madre, su falsa preocupación no es necesaria, ya lo superé.

Y ahí va de nuevo, con sus palabras tajantes.

- no tiene porque ponerse así, sin importar lo que piense de usted, perder a su madre debió ser...

- no importa eso ahora, mi madre no era una madre amorosa.

- aún así ella era su madre...

- no estoy obligada a sentirme triste por su muerte, para ella yo solo un objeto de intercambio, una madre jamás intercambia a su hijos una mejor posición social.

- yo...

- no diga nada más de ese asunto.

Selene bebió un poco de té para después comenzar a comer un flan que había en la mesa. Alexei la observa, realmente hay un gran cambio en ella, pero eso no quita el hecho de que el Conde mantendrá el compromiso por los beneficios que eso traerá.