les contaré mi historia y cómo es que aprendí a amarme después de un divorcio.
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El juicio
Es la primera vez que voy a un juicio desde que regrese a trabajar, estoy muy emocionada, me he puesto un vestido color rosa pálido, me queda entallado, me llega un poco abajo de la rodilla, tiene una abertura en la parte de atrás y es cuello halter, me veo muy bien, tomo mis cosas y salgo del apartamento.
En el camino voy repasando todo lo que me aconsejo Gaby.
-Hablar siempre con tono de voz Segura
-No agachar la mirada
-No caer en el juego del demandado
Y demás, y no es que yo vaya como representante directo, para eso va Alex, pero si por algo me llegan a entrevistar es lo que tengo que hacer y poner mucha atención en todo lo que diga y haga mi compañero, tengo que adquirir nuevamente la experiencia necesaria para poder ser abogada directa en los juicios.
Llego a la oficina y la recepcionista me hace una mueca de sorpresa, nos hemos hecho amigas; no como con Gaby; pero si nos llevamos bastante bien.
-Guau!, estás hermosa y ese vestido está genial, le tienes que decirle a tu cuñada que también quiero me de diseñe algunos modelos.
-Claro que le diré y gracias por el cumplido, buenos días.
Su comentario me hizo sentir bien, me gusta saber que ya estoy volviendo a ser la que antes era.
Estoy en la oficina con Gaby, quién tampoco se cansó de hacer que me sintiera bien con sus comentarios, acomodamos todo en las carpetas que tengo que entregarle a Alex cuando entra junto a Fer.
-No te voy a dejar ir así
Dice Fer señalándome de arriba a bajo
-Estas guapísima, esa es mi amiga, ya la extrañaba.
Alex solo me observa, él es un poco más reservado, aún no tenemos tanta confianza, pero nos llevamos bien
-Estoy de acuerdo con Fer, creo que voy a ser la envidia hasta del mismo juez.
Su comentario nos hace reír, terminamos de ponernos de acuerdo en lo que vamos a hacer y cuál es mi papel, la secretaria nos informa que ya ha llegado nuestra representada, decidimos citarla aquí; no quisimos arriesgarnos a dejarla sola fuera de los juzgados y la intímidara su ex pareja; bajamos al estacionamiento y subimos al auto de Alex.
El juicio se a alargado más de lo que teníamos previsto, el exesposo es un patán, que prefiere arrastrar con él a sus hijos a un abismo, que dejar que su hombría se vea afectada y lo que estamos exigiendo a él lo deja ver cómo un hombre que no vale nada, no ha aceptado ninguna de nuestras condiciones, sigue aferrado a qué es un buen padre y que sus hijos necesitan estar con él, que su mamá no va a tener ni para darles de comer y eso es mentira el que no aporta nada es él
Le extiendo unos recibos a Alex y este se los acerca al juez, este los ve con detenimiento y nos informa que tomaremos un receso de treinta minutos, mismos que aprovechamos para comer algo.
-Muero de hambre
digo, haciendo círculos en mi estómago
-Estamos igual, esto se a prolongado demasiado, ese abogado que contrato tu marido
señala a nuestra representada
-Es un tramposo de primera, igual de cabrón que él, pero bueno dejemos esto por el momento y vamos a comer
-Yo los espero aquí, no tengo hambre
dice Julia
Sabemos que es porque no quiere gastar el dinero que tiene, prefiere guárdalo para sus hijos
-Nada de eso, tienes que comer, sino con que fuerzas vas a trabajar para mantener a tus hijos, ven vas con nosotros yo invito
Vamos saliendo de los juzgados para ir a una cafetería cerca, cuando veo a Luis, me quedo parada, sin parpadear, creo que nunca me prepare para volver a verlo, de inmediato se vienen a mi mente las imágenes de él y Esmeralda firmando en su boda que siento ganas de llorar
"No lo hagas, no llores, eres fuerte, ya lo superaste", me repito todo eso y es que no puedo permitir que vea que me afecta su presencia, Alex me toma del brazo y me ayuda a seguir, asiento con la cabeza indicándole que estoy bien, el conoce mi situación, el tema salió una noche que nos fuimos los cuatro a cenar después de ganar un juicio
Luis se me queda mirando, trata de acercarse a mi, pero giro mi cara para ver a Alex ignorando su presencia por completo.
-Carol!
grita mi nombre
-Por favor necesitamos hablar
Pero yo sigo mi camino, no lo escucho, no tengo nada que hablar con él.
-Estas bien?
Pregunta Julia
-Te pusiste pálida cuando viste a ese hombre
-Si estoy bien, no te preocupes debe ser porque no he comido nada
Estamos en la cafetería y apenas si pruebo la comida, se me ha quitado el apetito, creo que no me había puesto a pensar que por nuestros trabajos nos tendremos que encontrar muy seguido.