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CONTRATO CON EL CEO: PROHIBIDO ENAMORARSE

CONTRATO CON EL CEO: PROHIBIDO ENAMORARSE

Status: Terminada
Genre:CEO / Novia sustituta / Matrimonio arreglado / Venderse para pagar una deuda / La mimada del jefe / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:434.5k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Yazz García

Ella necesita dinero desesperadamente. Él necesita una esposa falsa para cerrar un trato millonario.
El contrato es claro: sin sentimientos, sin preguntas, sin tocarse fuera de cámaras.
Pero cuando las cámaras se apagan, las reglas empiezan a romperse.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Bienvenida a casa Sofía

...CAPÍTULO 22...

...----------------...

...EMMA RÍOS...

Era el día en que le daban de alta a Sofía, y la mansión entera parecía haber cobrado vida desde temprano.

Susan corría de un lado a otro, revisando los últimos detalles del almuerzo de bienvenida.

Gisela y Abel se encargaban de coordinar a los trabajadores que colgaban cintas color pastel en la entrada, y yo… yo intentaba que mi corazón no explotara de pura emoción.

—¿Está todo listo en el jardín? —pregunté, entrando al comedor.

—Sí, señora —respondió Susan con una sonrisa—. El señor Blake pidió flores frescas, globos y una mesa de postres personalizada para Sofía. Hasta trajo un pastel con su nombre.

No pude evitar sonreír.

—Eso es muy de él.

Susan rió.

—Y no sabe cuánto insistió con la decoración de la habitación. Me hizo rehacer las cortinas tres veces porque “el tono de lavanda no era el exacto”.

—¿En serio hizo eso? —pregunté, sorprendida.

—Más de lo que imagina. Creo que el señor Blake está tan nervioso como feliz.

Y era cierto.

Leonardo llevaba toda la semana revisando cada detalle, asegurándose de que la habitación de Sofía fuera perfecta. Había hablado con ella mientras estaba internada, le había preguntado por sus colores favoritos, sus libros, sus gustos… y luego había mandado a hacer todo exactamente como ella lo había descrito.

Cuando salimos rumbo al hospital, el ambiente era casi festivo.

Leonardo iba al volante, con esa mezcla de serenidad y ansiedad que no sabía esconder.

—¿Crees que le guste? —preguntó de pronto.

—Leo, has convertido una habitación en el sueño de una adolescente. Le va a encantar.

Él sonrió sin apartar la vista del camino.

—No quería que se sintiera como una invitada. Quiero que… tenga un hogar de verdad.

No respondí. Me limité a mirarlo, sintiendo cómo algo en mi pecho se ablandaba.

A veces olvidaba que detrás de toda su fachada fría y arrogante, existía ese hombre que cuidaba de los suyos con devoción.

Cuando llegamos al hospital, Sofía nos esperaba sentada en una silla de ruedas, con una sonrisa tan grande que me dieron ganas de abrazarla de inmediato.

—¡Ya era hora! —exclamó al vernos—. Si me quedaba un día más aquí, me declaraba en huelga médica.

Leonardo soltó una carcajada.

—No te preocupes, princesa. Hoy te llevamos a casa.

—¿A casa? —repitió ella, con un brillo en los ojos.

—A casa —confirmé yo, arrodillándome frente a ella—. Y te advierto que Susan preparó una bienvenida que ni los reyes ingleses se imaginarían.

Sofía rió, emocionada.

—¿En serio? ¡No me digan que hay pastel!

—Hay pastel, helado, flores y probablemente el señor Blake vestido de mayordomo —añadí con dramatismo.

Leonardo puso los ojos en blanco.

—No exageres.

Pero cuando Sofía y yo nos miramos, ya estábamos riéndonos juntas.

El trayecto de regreso fue un ambiente de risas y anécdotas de mi hermana.

Sofía no podía dejar de mirar por la ventana, como si el mundo entero acabara de renacer para ella.

Cuando el vehículo se detuvo frente a la mansión, su expresión cambió por completo.

—Oh… —susurró, asombrada.

La casa, bañada por el sol del mediodía, parecía salida de una postal.

En la entrada, un cartel enorme decía “Bienvenida a casa, Sofía”, rodeado de flores y cintas de colores.

—¿Todo eso… es para mí? —preguntó con voz temblorosa.

Leonardo bajó del auto y se inclinó hacia ella.

—Todo eso y más.

Cuando cruzamos las puertas principales, el personal de la mansión empezó a aplaudir. Gisela se acercó con una sonrisa enorme, abrazándola con cuidado.

—Bienvenida, Sofi. Ya te extrañábamos sin conocerte.

Sofía rio entre lágrimas, abrumada. Y por un instante, tuve que tragar fuerte para no llorar también.

El almuerzo se sirvió en el jardín.

Susan había preparado una mesa larga con flores lilas, cupcakes decorados con mariposas y un pastel de dos pisos con el nombre de Sofía escrito en crema.

La risa de la adolescente se mezclaba con el sonido del viento y la música suave que Abel había puesto de fondo.

Todo era perfecto.

...----------------...

—Ven, quiero mostrarte algo —le dijo Leonardo después del postre.

La tomó de la mano, y ambas lo seguimos hasta el segundo piso.

Cuando abrió la puerta de una de las habitaciones, Sofía se quedó completamente inmóvil.

—No puede ser… —susurró.

Las paredes eran color lavanda, el mismo tono que ella había mencionado que le encantaba, en el hospital.

Había estanterías llenas de libros, una cama amplia con cojines en tonos pastel, un escritorio decorado con luces tenues y un mural de constelaciones en el techo.

—¿Te gusta? —preguntó Leonardo.

Sofía se llevó una mano a la boca, conteniendo las lágrimas.

—¿“Gustarme”? ¡La amo! —exclamó lanzándose a abrazarlo—. ¡Es la habitación más hermosa que he visto!

Leonardo la abrazó con fuerza, riendo algo incómodo por el afecto físico.

—Me alegra que pienses eso. Lo hice con ayuda de Susan, pero la idea fue toda tuya.

Sofía se separó un poco y lo miró con los ojos brillantes.

—Gracias, Leo. Por todo.

Él acarició su cabello, con ese gesto torpe y tierno que le salía cuando no sabía manejar sus emociones.

Yo los observaba desde la puerta, con una sonrisa suave. Y no pude evitar pensar que esa escena era algo que necesitábamos todos: un pedacito de luz después de tanto caos.

Más tarde, mientras Sofía exploraba su habitación, Leonardo se acercó a mí en el pasillo.

—¿Qué opinas? —preguntó.

—Que hiciste algo increíble —respondí sinceramente—. No todos los días veo a Sofía tan feliz.

Él asintió, con una sonrisa tranquila.

—Ella merece todo eso y más. Ha pasado por demasiado.

—Sí —murmuré, mirándolo—. Pero tú también.

Por un instante, nuestros ojos se encontraron.

—No sé si me emocione de más con el tema de Sofía—dijo él finalmente, rompiendo el silencio— Lo siento.

—Claro que no—respondí con una pequeña sonrisa—. Hiciste un trabajo perfecto.

Él sonrió, y sin decir nada más, se giró para volver al jardín, dejando tras de sí una sensación cálida que me acompañó todo el resto del día.

Esa noche, cuando Sofía se quedó dormida rodeada de sus nuevos libros y su mural estelar, bajé las escaleras y me detuve un momento frente a la sala iluminada.

Leonardo estaba allí, sentado con un vaso en la mano, observando la nada con esa serenidad inusual.

Sin querer, sonreí.

Porque en medio de todo, esa casa llena de secretos y contradicciones, por fin… se sentía un poco más como un hogar.

1
Ax
Jajajaja trabajo de investigación
Ax
😪
Linilda Tibisay Aguilera Romero
peeo.qiw le.conto que nosotras no emteradas
Linilda Tibisay Aguilera Romero
si Leo fue con ella como fué al principio con Emma en verdad no la.amaba porque por Emma.wl.cambio y Olivia no debe ser injusta ella.se.guw sin decirle que iba a tener un hijo y no le.puwse negar sus derechos de padre
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Noah no tenía por iqe odiar a su papá ya que Leo ni sabía de su wxistencia
Linilda Tibisay Aguilera Romero
no saques conclusiones si ese hijo es se él, ahora es que se está enterando que tiene un hijo es.maa esa mujer supuestamente estaba muerta
Linilda Tibisay Aguilera Romero
hablale de tu pasado ya que Martin como que quiere contarle y tú Emma dile que Martin quiere hablar contigo la confianza y la sinceridad es el.swcreto.en.una relación
Linilda Tibisay Aguilera Romero
bueno ojalá el papá cambien y encuentre su camino y ellas puedan después compartir con el
Linilda Tibisay Aguilera Romero
bueno Leo no la embarres otra vez
Linilda Tibisay Aguilera Romero
hay será que ahora sí porque los dos se han montado cacho claro el ha Sido.maa descarado
Linilda Tibisay Aguilera Romero
fuerte este capitulo
Linilda Tibisay Aguilera Romero
ella sabe que está embarazada
Linilda Tibisay Aguilera Romero
hay Leo sincerarte con lonqoe sientes y has las cosas bien
Linilda Tibisay Aguilera Romero
jajajajajajaja hay tienes Leo
Linilda Tibisay Aguilera Romero
muy bueno Pero espero que no valla para donde Martin
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Gigi y Abel son tal para cual
Linilda Tibisay Aguilera Romero
es muy interesante me gusta mucho
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Sofía no te dejes de esas envidiosa
Kelly Gomez
No entiendo, tiene doble personalidad, son familia Martin y Leo?
Kelly Gomez
Cláusula 7 querido recuerda 🤭
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