Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 11:Lazo irrompible
Cristal observaba a sus hijos correr en el jardín sentada en el pasto. Había despertado es mañana en su habitación. Arropada con su sabana diligentemente. ¿Había sido el alfa el que la había llevado a la habitación? ¿La había cambiado de ropa y la había dejado durmiendo cálidamente bajo sus sabanas?
Esperaba que no.
El recuerdo de lo que había pasado anoche se había quedado grabado en su mente. La mirada despectiva de Eishter y su aroma dominante habían traído de vuelta un pasado que quería borrar.
¿Cuantas veces el la habia sometido con su aroma? La habia abandonado cuando mas necesitaba de el. La mantenía sumisa y callada. Sus palabras nunca importaron. Porque el era su alfa. Su dueño. Y el unico que tenia el poder de elegir sobre ella y su destino.
¿Asi eran todas las relaciones entre alfa y omega? ¿o ella habia sido la unica tonta que se habia dejado dominar por el hombre que decia amarla?
Talvez solo habia estado desesperada por amor. Porque nadie nunca la habia amado hasta que llego eishter. El la miro. La cortejo. Le dijo palabras bonitas y le prometio el mundo a su lado, con la unica condicion de que debía obedecerlo en todo. Y ella no se nego. Nunca se quejo, porque en su mente inocente pensaba que el solo queria el bien para ella. El era su alfa. Y el la habia convencido que nadie la cuidaría mejor que el.
Cristal era huerfana. Habia crecido en el orfanato de la manada. Solitaria. Porque no era comun que una omega abandonara a su cachorro. La mayoria de los niños que llegaban ahi, era por que sus madres habian fallecido en el parto, y en la mayor de las veces rapidamente la familia allegada de sus padres terminaba adoptandolos. Pero ella... si ni siquiera sus propios padres la habian querido... ¿como podria siquiera soñar que alguien mas la quisiera?
—Señorita. El Alfa esta esperándola en sus aposentos para la seccion de hoy.
Cristal saltó en su lugar asustado por la intromisión. No lo había escuchado llegar, Cristal se puso de pie y miro al Alfa delante de ella. Asintió y volteo a ver a sus hijos. No se sentía cómoda dejándolos solos. Gilmort había salido a cumplir con un trabajo, y ella no quería dejar a sus hijos solos sabiendo que ahora Eishter sabía sobre ellos. No confiaba en él. No sabía de lo que era capaz por molestarla.
Porque era evidente para ella que el la odiaba.
—Yo me quedare con ellos. El alfa me ha ordenado cuidar de sus hijos mientras usted cumple con su trabajo.
Cristal suspiro, se aproximo a el tomándolo por sorpresa y tomo sus manos.
—Por favor, cuide muy bien de ellos, no deje que nadie se acerque a ellos... ¡Nadie!
El alfa asintio incomodo. Cristal solto sus manos y camino hasta sus hijos.
—Cachorros. Mami tiene que ir con el rey alfa a cumplir con su trabajo. Mientras se quedaran con el Lider Lion, pórtense bien y por favor no se alejen de el.
Los niños asintieron sonrientes.
—Tranquila mami, nos portaremos bien.
Cristal asintio, deposito un beso en su frente y se levanto lista para irse.
Camino por los pasillos del palacio que ya conocia de memoria hasta detenerse delante de aquellas puertas. Sabia que adentro estaba el Alfa esperándola y eso la hacia sentir ansiosa. Sabia que apenas abriera la puerta su aroma la rodearía dominante. Que volvería a ver aquellos ojos que la habian mirado con dulce gentileza, el la habia tomado en sus brazos con tanta dulzura, como si tuviera miedo de romperla
¿Que significaba todo eso?
La puerta fue abierta trayéndola a la realidad. Y ahi estaba el, de pie frente a ella. Su rostro se inclino hacia arriba para poder ver al hombre que la sobrepasaba en estatura. Sus ojos oscuros se quedaron fijos en ella.
—Por que no has entrado omega?
El rey alfa la miro confundido. Llevaba rato sintiendo su olor deslizarse por debajo de la puerta. Esperando que entrara pero no lo hacia. Y todos bien sabian que el no era precisamente el hombre mas paciente de esta tierra. Desde que se habia despertado habia estado esperando este momento. Queria verla. Sentir su aroma. Y el... queria respuestas. Su mente lo habia atormentado por largas horas. Necesitaba saber cual era el lugar de aquel hombre en la vida de la omega.
La omega seguia ahi de pie observándolo en silencio, sus manos temblorosas delataban su nerviosismo. El alfa la tomo de las manos y la llevo con el dentro de la habitacion, cerrando la puerta tras de si. El rey la llevo hasta el centro de la habitacion. solto sus manos y tomo asiento en su lugar en silencio. Desabrocho su bata rapidamente y la miro.
—Comencemos omega.
Cristal asintio aturdida. Lo rodeo deteniéndose detras de el y despues de tomar todo lo necesario ya estaba lista para comenzar cuando el alfa volteo. La tomo de la muñeca impidiendo su movimiento.
—Un momento... necesito que hablemos antes de que comiences a curarme. Si lo hacemos despues, estare demasiado abrumado como para decir algo coherente.
Cristal asintió con las mejillas enrojecidas, ella era consiente de la manera tan dócil en la que el alfa actuaba al terminar, le costaba minutos volver a estar consciente.
El alfa la miro con seriedad—Necesito que me digas que clase de relacion tienes con el alfa de las tierras altas.
Cristal tembló en su lugar, bajo la cabeza nerviosa. No queria hablar de eso, y menos con el. No queria que el lo supiera... que ella habia sido rechazada y expulsada de la manada donde habia crecido. ¿El siquiera le creería?... talvez tambien dudaría. Tal vez la juzgaría... ¿Y si la alejaba de el?
El solo pensar en eso la habia puesto a temblar. El solo pensar en alejarse de el instalaba un dolor insoportable en su pecho. ¿Por que? ¿Por que se sentia de esa manera? como si pudiera morir solo por no estar a su lado. ¿Hasta donde habia llegado la necesidad de su omega por aliviarlo? ¿Su omega habia creado un lazo tan fuerte con el alfa que parecia imposible de romper? porque sentia que si lo rompía... ella se rompería en el proceso.
¿Como habia dejado que esto sucediera?
—Omega—el alfa susurro preocupado, la tomo de las muñecas llevándola hasta hacerla sentarse a su lado—Esta bien. Calma. Nadie va a lastimarte omega. Yo voy a cuidarte. Pero tengo que saber a que me enfrento. Tengo que saber la verdad antes de dar un paso arriesgado que puede ponerlos en peligro... Asi que dime... ¿El es el padre de tus hijos?
Cristal lo miro con los ojos aguados y nego repetidas veces.
—Ok...Ok, eso me... alegra—el alfa solto un suspiro aliviado.
Y no sabes cuanto lo hace
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros