La tercera generación Vannecelli ha heredado de sus padres un legado de caos y destrucción. Estos jóvenes, acostumbrados al lujo y a las mejores instituciones educativas del país, se verán forzados a asistir a una escuela pública como parte de un castigo. Allí, enfrentarán las diferencias sociales y descubrirán realidades inquietantes en su nuevo entorno. ¿Serán capaces de sobrellevar las adversidades que les aguardan y demostrar por qué han sido apodados demonios? Te invito a explorar esta intrigante historia juntos.
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Capítulo 10 mi sueño
**Matteo Vannecelli**
-Noto cómo se quita su última prenda, quedando completamente desnuda. Se arrodilla y gatea con tanta sensualidad al llegar a mí, coloca sus manos en mis piernas y, en un tono dulce y de súplica, dice-Mi amo, deseo ser suya, por favor, no me haga esperar más.
-Tomo su cuello, lo aprieto mientras sus ojos brillan. Muerdo su labio y le digo-Estás tan deseosa de que te haga mía, te has portado muy mal y te castigaré. Te daré tan duro que te desmayarás y, aun así, te seguiré dando.
- Ella me respondió con súplica-Perdón, amo. Castígame como desee; soy tuya, puedes hacer conmigo lo que quieras. Me lo merezco por haber sido una niña mala.
- Con mi látigo golpeé sus glúteos mientras ella gime de dolor, dejando su piel pálida marcada de rojo. Sus ojos se llenan de lágrimas y eso me excita. Ella frunce los labios, esos labios rosados que me provocan a besarlos y luego a introducir mi miembro en su boca. Está a punto de decir algo cuando un sonido interrumpe el momento; arqueo una ceja. Se escucha el sonido más intenso. Al despertar por la molesta alarma, me levanto y la apago. Maldita sea, qué momento tan inoportuno para sonar; ruedo los ojos, ya es lunes otra vez y tengo clase. Me dirijo al baño para darme una buena ducha que me ayude a despejarme. Me alisto y, veinte minutos después, ya estoy en el comedor compartiendo el desayuno con mis padres y hermanos.
Al llegar al colegio, caminé con mis primos hacia el salón, donde notamos que ciertos compañeros, al vernos, desviaron la mirada. Nos sentamos y, poco después, llegó la profesora para comenzar la clase. El transcurso de las horas fue regular; sin embargo, observé que Elio se había quedado dormido. Me pregunté si quizás no estaba durmiendo adecuadamente en casa. Su comportamiento habitual en clase, donde suele dormir o comer, me preocupa; si continúa así, podría afectarle su salud. Liam revisaba su teléfono mientras yo intentaba concentrarme en la clase. El tema que se estaba abordando ya lo habíamos visto previamente, ya que era sencillo. Sin embargo, mi mente se distraía pensando en el sueño que había tenido sobre aquella chica. No era la primera vez que la soñaba. Su voz no tenía un acento italiano; parecía más bien de una nacionalidad extranjera, tal vez colombiana. Personalmente, tengo una predilección por las latinas, y especialmente por la tonalidad de voz de las colombianas. Mi abuela es colombiana y siempre nos ha hablado de su país. Lo que me despierta mayor interés son las mujeres, especialmente su manera de comunicarse tan seductora, su belleza y la forma en que bailan, que poseen un magnetismo similar al de Shakira. Estoy convencido de que algún día estaré con una colombiana. Ese deseo es muy claro para mí.
Suspiré al escuchar el timbre. Tomé la libreta y le di un suave golpe en la cabeza a Elio para despertarlo. Alarmado, este preguntó-¿Qué pasó? ¿Por qué me pegas? ¿Ya terminó la clase? ¿Ya nos vamos a casa?
-Le respondí con seriedad-Elio, vamos a tomar un descanso. Estoy preocupado por ti. ¿No estás durmiendo bien en casa?
- Él arquea una ceja y responde-Sí, duermo mis ocho horas. Debo cuidar mi piel y no puedo permitirme tener ojeras. ¿Por qué lo preguntas?
- Le digo- Porque siempre que estás en clase te veo durmiendo. Si sigues así, podrías desarrollar anemia. Además, no entiendo cómo te va bien en las materias si no estudias.
- Él se ríe y dice-Te compartiré un secreto: cuando duermo, comprendo mejor las clases. Además, dormir hace que el tiempo en clase pase más rápido. Ahora, vamos, tengo hambre.
-Suspiré, revolviendo los ojos, y salimos hasta llegar al comedor, donde traemos nuestra propia comida, ya que la comida de aquí es bastante mala. Noté que Flor también estaba comiendo con nosotros; me agrada su compañía. Es una chica atractiva, pero me doy cuenta de que Kai la observa con atención. Sonríe; parece que le gusta Flor. Después de concluir el descanso, informo que me adelantaré al ir al baño, ya que ellos se han anticipado. Una vez que cumplo con mis necesidades y me lavo las manos, salgo del baño y, al subir las escaleras, observo a tres chicos amenazando a uno de nuestros compañeros. Uno de ellos lo tiene acorralado contra la pared, mientras que los otros dos revisan su bolso. Carraspeo y digo-Es de cobardes atacar en grupo a una sola persona.
-El individuo que sostiene al chico se gira hacia mí y dice-Eres uno de los Vannecelli. Eres muy popular en la escuela y, además, en los alrededores se comenta que tu familia es adinerada, como se puede apreciar por tu reloj; debe tener un alto valor.
-Con una sonrisa lateral, respondo-Así es, pero ahora suelta al chico y déjalo en paz.
-Él sonríe y añade-Vannecelli, sé que tú y tus primos le dieron una paliza a los miembros de mi grupo. No porque sepas pelear, significa que yo no pueda hacer lo mismo contigo. No te conviene meterte conmigo.
- Hago una mueca y le respondo-Así lo dijeron ellos; ya viste cómo terminaron. No me interesa tener problemas contigo, solo suelta al chico y todo quedará en paz.
- Él lo suelta, camina hacia mí y dice- Está en mi puta escuela; yo hago lo que me plazca. Tú y tus primos, porque tienen dinero, creen que pueden hacer lo que quieran, pero aquí las cosas son diferentes.
- Giro la cabeza hacia un lado y le digo-No hay nada diferente. Italia es nuestra y nuestra voz es la ley; en realidad, tú no significas nada en comparación con nosotros.
-Uno de los jóvenes grita-¿De qué mierda estás hablando?.
-Corre hacia mí con la intención de golpearme, pero me muevo a un lado, colocándome en una posición estratégica. Lo agarro del cuello de la camisa y lo estrello contra la pared. El otro chico, que había soltado el bolso, comienza a lanzar golpes, pero logro esquivarlos. Presiono un puñetazo en su abdomen, sacándole el aire, y luego lo golpeo con mi codo en la espalda, empujándolo escaleras abajo. El tercer joven me observa sorprendido, luego sonríe y dice- Esto será divertido.
-El se aproxima a mí e intenta agredirme con un golpe. Logro esquivarlo y, con el mismo movimiento, intento contraatacar, pero él también se aparta. Sin embargo, me propina una patada en la pierna, lo que me hace caer de rodillas. Me levanto rápidamente y le propino un golpe en el abdomen, él contraataca apretando su puño contra mi pecho. Es evidente que tiene habilidades en artes marciales. Con fuerza, lo agarro de la camisa y lo empujo escaleras abajo, pero él agarra mi brazo, lo que provoca que ambos caigamos mientras continuamos intercambiando golpes. Me subo sobre él mientras lo golpeo, pero él solo se protege con los brazos. De repente, escuchamos unos pasos y ambos nos levantamos. Una profesora se acerca y pregunta-¿Qué está pasando aquí?.
-Él responde-Nada, profesora.
-Ella arquea una ceja y dice-¿Nada? Vamos a la dirección; estaban peleando.
-Nos miramos y, en ese momento, le explico- Profesora, ambos tropezamos en las escaleras y por eso nos golpeamos. Créanos, lo mejor sería llevar a mi compañero a la enfermería, ya que él lo necesita más que yo.
-Ella mira con duda y asiente. Yo sonrío, pero él me lanza una mirada fulminante y hace un gesto con la mano como si pasara una daga por su cuello. En respuesta, solo le muestro el dedo medio. Empiezo a sentir un dolor punzante en la espalda y hago una mueca de incomodidad mientras subo las escaleras; me doy cuenta de que, en realidad, quien necesita ir a la enfermería soy yo. El chico se acerca a mí y dice- Gracias por defenderme.
-Mientras me toco la espalda, le respondo- No es nada, vamos a clase, ya es tarde.
bonito fin de semana Bendiciones 😉 😊