CREO EN MI

Los matones llevan a Cristina a una playa desolada, ahí intentan ultrajarla, ella con las pocas fuerzas que le queda se defiende, al poner resistencia los tipos empiezan a golpearla, uno de esos tipos la golpea con más fuerza, ella cae y se desploma en la arena, ahí Cristina con la poca lucidez, recuerda lo que le dijo su gran mentora Melissa.

* Cuando te sientas acorralada y el oponente es superior a ti, toma está píldora, Melissa le entrega una píldora con eso tendras media hora, durante ese tiempo no tendrá signos vitales y todos pensaran que está muerta, Cristina coge su medallón que lleva en el cuello, sin que se dean cuenta los delincuentes, ella quita la cápsula del medallón y se lo come.

Los delincuentes al ver que Cristina no se mueve, la zarandean y tocan su muñeca, para saber si tiene signos vitales y confirman que no tiene.

_ Se te pasó la mano puerco, ni siquiera la gozamos y ¡La mataste imbécil!

_ Dice el jefe.

_ Pero igual podemos deleitarnos, todavía está calentita. _ Dice el puerco con una asquerosa sonrisa.

_ ¡Estás loco! No sufro de Necrofilia, tenemos que deshacernos del cadáver.

_ Dice el Jefe.

_ Dónde la llevamos. _ Dice uno de los matones, cuando se escucha el sonido de los silbatos y el ladrido de los perros.

_ Vamos, nos van a descubrir, dejé una lancha por aquí cerca, la llevaremos a unos metros mar adentro y la lanzaremos, ahí las mismas aguas se la llevarán lejos.

_ Dice el jefe.

* Cristina es abandonada en las aguas del mar, de ahí hasta que fue abandonada ha transcurrido veinticinco minutos.

Los tipos ya lejos del sitio, hacen la llamada a Miriam, en dónde comunican que el trabajo está resuelto, la mujer está feliz por haberse deshecho de la piedra del zapato que la estaba molestando.

****************

          **** THIAGO

Llevamos quince días mi padrino y yo en los Estados Unidos, exactamente en Miami, estamos cerrando unos negocios con una aerolínea, déjenme decirles que el tratamiento con la psicóloga me hizo bien, Pero aún sigo acudiendo a visitar la playa, no para recordar a Rosa, sino para relajarme.

Ya son las siete de la noche, sigo aquí sentado relajándome, el olor a mar y el viento golpeando mis mejillas, es una gran terapia para el estrés, en eso observo un bulto que está trayendo las olas del mar.

Me pongo de pie y me acerco, veo que ese bulto se está moviendo ¿Será una sirena? No las sirenas no existen, me contestó yo mismo, entonces debe ser un lobo marino, de seguro está herido el pobre, me acerco más, Pero me doy cuenta de que no es ninguna las opciones de lo que había pensado.

Llegó al sitio y me sorprendo al ver a una joven, se nota que recibió una fuerte golpiza, su rostro está todo moreteado, ella empieza a moverse y quejarse de dolor, intenta abrir sus ojos, Pero no puede, ya que se encuentran hinchados.

_ Por favor ayúdame. _ Dice la joven, para luego perder el conocimiento.

En este momento no sé que hacer, nuevamente me viene la angustia al recordar a Rosa, pensar que de repente ella sufrió lo mismo que está joven, decido tomarle entre mis brazos y llevármela a la casa, que está a unos metros de la playa.

Llegó a la casa y veo sentado leyendo un libro a Rodolfo, él levanta la mirada y me ve cargando a la joven en mis brazos, de inmediato se pone de pie y se acerca a mí.

_ ¡Que pasó! ¡Quien es ella! ¡Dónde la encontraste! _ Me dice todo alterado.

Le explico lo sucedido, él se sorprende, ya que es preocupante que jóvenes golpeadas lleguen a la orillas de su playa privada.

Rodolfo la observa, la joven tiene todo el rostro hinchado, la pobre fue brutalmente golpeada, no se descarta que haya sido ultrajada, por tal motivo llamamos a un médico de nuestra entera confianza.

Llevo a la joven a mi habitación, llamo a una de las mucamas y le pido que le retiren la ropa que tiene puesta, ya que se encuentra mojada.

Veinte minutos después, llega el Doctor González que es amigo de Rodolfo, le contamos lo sucedido y el porqué de no llevarla a un hospital, ingresa a la habitación y nos pide que salgamos, diez minutos después, sale de la habitación junto a la mucama, mueve la cabeza en señal de negativa y nos dice.

_ Pobre niña, recibió una buena golpiza, felizmente no tiene ni una costilla rota, tampoco fue abusada, los golpes solo fueron en el rostro, al parecer intentaron desfigurarla, está niña sí que lucho por sobrevivir, aquí tienes la receta, ya le suministre calmantes para el dolor e inflamación, también le extraje un poco de muestra de sangre para analizar si fue drogada. _ Dice el médico.

_ Gracias, amigo no te debo de mencionar que no digas a nadie lo sucedido hoy. _ Dice Rodolfo.

_ Claro, que no diré nada.

**** En el orfanato.

Alma se encuentra desesperada, siente una gran opresión en su pecho, la benefactora del orfanato se comunicó con ellos y le menciono que Cristina jamás llegó a su casa.

Mientras que Alma sufre al no saber nada de Cristina, Miriam se encuentra feliz por su cometido, ahora tiene la seguridad de que Joel solo será suyo, ya que Cristina se fue a mejor vida.

TRES DÍAS DESPUÉS

_ Estás seguro de que en cualquier momento despertará, no sabemos quién es ella o de que familia es, nosotros debemos de regresar a Italia, Pero tampoco podemos dejarla abandonada. _ Dice Rodolfo al médico.

_ No sabemos que otros traumas abra sufrido, recuerda que solo me cerciore de que no tuviera algún hueso roto, esperemos que despierte y nos diga que le sucedió, luego la llevaremos a mi clínica para realizarle más exámenes.

 _ Dice el médico.

* Mientras que el médico y Rodolfo discuten por el estado de salud de Cristina, Thiago la observa atentamente, de pronto la joven se empieza a mover indicando que pronto despertará, abre sus ojos demostrando lo bello que es.

_ ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué estoy haciendo aquí? _ Dice Cristina confundida.

_ Muchacha, te encontramos en la orilla del mar, estabas toda golpeada, nosotros necesitamos saber quién eres tú y de que familia perteneces, para comunicarles y que vengan a recogerte.

_ Dice Rodolfo muy calmado, para no asustar a la joven.

_ ¿Quién soy yo? ¿Quiénes son mi familia? _ Se pregunta ella misma.

*Empieza a pensar y se toma de la cabeza dando a saber que siente dolor.

_ Señorita, no se esfuerce, solo digamos si recuerda quién es usted. _ Dice el médico.

_ No señor, no recuerdo quién soy yo.

_ Dice la joven con lágrimas en los ojos.