¿Qué estarías dispuesta a hacer por salvar la vida de la persona más importante en tu vida?
María Bedoya era una joven que a tan corta edad tuvo que salir a trabajar para pagar los tratamientos de su madre que comenzó a sufrir insuficiencia cardíaca después de la muerte de su padre y hermano.
Hasta que todo se le vino abajo cuando le dijeron que su madre estaba cada vez más grave y necesitaba con suma urgencia un trasplante de corazón y la operación salía muy cara
Por lo que envuelta en la desesperación terminó entrando en un mundo de lujuria nocturno vendiendo su cuerpo. La realidad, el placer y el deseo de convertirán en una guerra interna para ella
Pero todo cambia cuando se entera que la persona con la que estuvo por dinero, esa que la llevaba hasta el cielo todas las noches por los placeres que le daba, era nada más y nada menos que Mariano Benítez el médico de su madre y del cual ella estaba enamorada secretamente
¿Qué pasará entre María y Mariano cuando descubran la verdad
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Cap 24 - Juego en la cocina
Mariano …
Lunes había llegado, eran las 6 pm y con María nos encontrábamos en el aeropuerto despidiendo a Elena que ya viajaba para Italia
— Mamá por favor me llamas ni bien llegues a Italia, por favor, eso es importante para que yo esté tranquila — le dice María abrazándola
— Tranquila mí niña que ni bien baje del avión te marco enseguida ¿De acuerdo? — le responde Elena
— Bueno, está bien, te amo demasiado mamá, por favor no te quedes mucho tiempo, ya que voy a extrañarte demasiado — le dice María comenzando a llorar
— Y yo te amo a ti hija, te cuidas ¿ok? — le dice separándose del abrazo — Mariano cuídala por favor — me dice ahora a mí
— No se preocupe Elena que yo la cuidare con mí vida, ella estará bien, disfrute del tiempo que esté allá — le digo acercándome a saludarla
Después de unos minutos el vuelo para Italia fue anunciado y Elena se marchó para abordar el avión
Maria lloraba a mares, le dolía la partida de su madre pero yo haría que se distraiga
El viernes había sido el juicio por el divorcio de su amiga Luciana con su marido y por suerte después de todas las pruebas que había presentado Natanael, el juez le concedió el divorcio
Maria estaba feliz con esa noticia, pero hubo algo que nos llamó la atención a los dos y es ver cómo mí hermano Natanael se devoraba la boca de Luciana a la salida del juicio
Según ellos no hay nada entre ellos dos, pero se que dentro de poco eso cambiará, ya que mí hermano no es de andarse besando con mujeres en público, a menos que ella le guste, y por lo que se ve Luciana le gustó.
Después de salir del aeropuerto volvimos para la casa de ella
— ¿Cómo te sientes preciosa? ¿Aún estás triste porque tu mamá se fue? — le pregunto abrazándola, ya que la notaba algo decaída
— Me cuesta asimilar que ya no la veré por un tiempo, me había acostumbrado tanto a estar con ella, que de solo pensar en eso me entristece — me dice ella algo triste
— Lo sé mí amor, pero ahora estoy yo para hacerte compañía, y no dejaré que estés triste mientras yo esté contigo — le digo abrazándola
— Gracias cariño — me dice ella
Después de un rato juntos nos pusimos a preparar la cena, María ya estaba un poco más animada y me gustaba verla sonreír así que decidí hacerla reír más
Tomé un poco de harina en mí mano sin que se diera cuenta y me acerque lentamente hasta ella, una vez que estoy a su lado, le pasó la mano llena de harina por la cara y salgo corriendo
— Haaaa Mariano — grita ella enojada y sale corriendo detrás de mí con el paquete de harina en la mano
— Jajaja ¿qué sucede mí amor? Te pusiste pálida de repente — le digo burlándome mientras continúo escapando de ella
— Ya vas a ver quien será el más pálido cuando te agarre — dice ella riendo detrás de mí hasta que logra alcanzarme y me tira toda la harina del paquete en la cabeza
Enseguida la tomé del brazo y la hago caer conmigo al piso y comienzo a tirarle algo de harina que logró agarrar del piso y ella ríe a carcajadas
— Mira como me has dejado la ropa — dice ella riendo y yo la agarro nuevamente del brazo y la jalo hasta mí dejándola sentada arriba mío
— Eso se soluciona rápido mí amor — le digo comenzando a quitarle la ropa
Ella me miraba mientras continuaba riendo y yo me acerco a darle un beso en los labios, un beso que comenzó a despertar un gran deseo de hacerla mía en ese mismo momento y en ese mismo lugar
Comencé a acariciarle el cuerpo con deseo mientras que mis besos bajaban a su cuello
Ella comenzó a quitarme la ropa que tenía poco a poco hasta que ambos quedamos completamente desnudos
Ella se vuelve a subir a horcajadas sobre mí introduciéndose mí compañero ya bien duro en su interior
Sentir a mí compañero estar dentro de ella era la mejor sensación que podía sentir, la había estado deseando todo el día
Ella comenzó a cabalgar con más intensidad mientras yo la tomaba de las caderas y la ayudaba con sus movimientos
Escucharla gemir era música para mis oídos, eso hacía que me encendiera aún más
Rápidamente me levanté con ella aún encima de mí y caminé hasta la cocina, la coloque a ella sobre el mesón y la volví a embestir con más fuerza
Mis embestidas eran tan rápidas y profundas qué sus gemidos se intensificaron hasta el punto de llegar a su primera liberación
Enseguida la bajo del mesón y la giro dejándola de pie con su cuerpo acostado sobre el mesón y me vuelvo a introducir en su interior aumentando mis embestidas mientras que le colocaba las manos en su espalda
Continúe embistiendola por varios minutos más hasta que sentí que estaba a punto de venirme y rápidamente salí de su interior y termino acabando afuera, ya que no habíamos usado condón
Después de haber terminado, la cargo en mis brazos y la llevo hasta el baño que había acá abajo y juntos nos metemos bajo la ducha a darnos un baño
— Te amo demasiado, no sabes lo que me encanta estar contigo, me vuelves loco María — le digo ayudándola a bañarse
— Y yo te amo a ti Mariano, me encanta sentirte dentro mío, pero extraño todo lo que me hacías cuando nos encontrábamos en el club — me dice ella mirándome a los ojos
— Yo también extraño usar todos mis juguetes contigo, al club ya no volveremos porque fue clausurado y Karry está detenida por contribuir con la prostitución, pero en mí departamento tengo mí cuarto de juegos. Le pediré a Natanael que se busque otro departamento y me devuelva la privacidad del mío — le digo acercándome a sus labios para poder besarla
Después del baño, nos colocamos algo de ropa cómoda y juntos comenzamos a limpiar todo el desastre que habíamos hecho con la harina
Una vez que dejamos todo limpio, volvimos a la cocina y continuamos preparando la cena, ya eran mas de las 8 pm, se nos había ido bastante la hora, pero estaba feliz, al lado de María me sentía muy feliz.
Después de la cena juntos limpiamos la cocina y una vez que dejamos todo limpio, nos fuimos a dormir, ya que yo al día siguiente tenía que trabajar
— Mañana iré a anotarme al colegio para terminar mis estudios — me dice ella una vez que ya estamos acostados
— Bueno preciosa, te deseo mucha suerte mañana — le digo dándole un beso
— Gracias cariño — me dice ella con una sonrisa y luego nos acomodamos juntos y nos dormimos.
Al día siguiente me despierto con el sonido de la alarma y me levanto con cuidado de no despertar a María, pero al mirar a mí lado ella ya no estaba
Rápidamente me levanté, me vestí y salgo de la habitación hasta la cocina buscándola, y allí estaba ella terminando de preparar el desayuno
— ¿Amor que haces?, ¿Por qué te levantaste temprano? — le digo entrando a la cocina y llegando hasta ella
— Quería hacerte el desayuno antes de que te fueras a la clínica — me dice ella
— Pero mí amor, no necesitabas hacerlo, hubieras aprovechado a dormir un poco más, ahora que ya no trabajas en el restaurante, ya no tienes que levantarte temprano — le digo yo abrazándola y dándole un beso
— Lo sé, pero quise hacerlo, ten, te lo prepare para que te lo lleves cariño, recuerda desayunar ¿De acuerdo? — me dice ella y yo sonrió
— Está bien preciosa, gracias, me iré ahora, vuelvo al mediodía — le digo despidiéndome de ella con un largo beso
— Adiós amor, ten una linda mañana — me dice ella antes de salir para la clínica
Al llegar me dirijo primero a mí oficina, saludo a mí secretaria y cuando estaba a punto de ingresar ella me habla
— Señor Benítez, en su oficina lo espera su novia — me dice y yo la miro confundido, ¿De qué hablaba? Si María estaba en la casa
Intrigado camino hasta mí oficina y al entrar me sorprendo de ver quién se encontraba esperando ahí .