SANTINO

Vamos camino a Insólito, no venía muy a menudo me gustan más las chicas de la alta sociedad que se las dan de mucha clase y siempre terminan de rodillas lamiendo mi entrepierna.

Pero Alexander era un putero de mierda, le encanta acostarse con las chicas de nuestros bares, son chicas dignas de una pasarela, pero no son mi debilidad como es el caso de mi querido amigo.

Solo vengo a follar muy pocas veces, la mayor parte del tiempo es para conocer nuevos ricos o políticos corruptos, ninguno de esos idiotas se resisten a un coño si las mujeres supieran el poder que tienen meneando el culo fueran las dueñas del mundo.

Las pocas veces que folle en Insólito fue cuando recientemente se había ido Manuela, follaba por rabia y frustración también por despecho, pero eso fue hace mucho tiempo ya las mujeres para mí solo cumplen un propósito hacerme ganar dinero o calmar mis deseos por unas horas.

Voy hablando con Jean-Paul y Alexander, ya entrando al bar saludando con la cabeza a los chicos de seguridad, cuando giro a ver todo el lugar y está repleto.

- Va muy bien el negocio jefe ... Me dice Jean-Paul.

- así debe ser.

Alexander se frota las manos, vamos a comer coños.

- eres un imbécil con una media sonrisa.

Vemos llegar a Selena una chica muy guapa pero no para mi gusto mucho maquillaje, y varias visitas al cirujano.

Llega con su voz chillona.

- Mi capo bienvenido, les prepararé la zona VIP.

- giro mi cabeza atraído por una fuerza invisible, mi mirada se cruza con la de una hermosa jovencita, de unos 20 años hermosa parece una aparición alta esbelta con una piel blanca y sin tocarla puedo adivinar lo sedosa que es, labio regordete y una mirada dulce, cabello ondulado a un cuerpo Dios... despierto de mi epifanía al momento que siento un codazo de Alexander.

- da un silbido, vaya carne fresca que belleza de mujer.

Selene gira y nos da la respuesta.

- ella es la chica nueva, se llama Rosella, pero todos la llamamos ángel por su apariencia.

Muy adecuado para una mujer como ella Ángel, repito en mis pensamientos.

- bueno, Selene que ella se encargue de llevar los tragos a nuestra mesa, dice Alexander.

- Señores lo que si debo decirles es que ella solo está dispuesta servir la barra y tragos no quiere prestar servicios extras, se lo sugerí, pero se negó rotundamente.

- Todas pueden prestarle servicios al capo.

- levanto una para callarlo, basta no me interesa tampoco solo que sirva los malditos tragos y dejen de parlotear los dos que viene a relajarme.

- Si capo.

Va Selene corriendo

Alexander me mira expectante.

- a mi no me vas a negar que te gustó el ángel.

- no me gustan tan mojigatas y tampoco pienso obligarla.

- mojigata... si esa es tu debilidad.

Levanta una ceja burlándose de mí.

- Ni se te ocurra nombrarla, o me olvidaré que eres mi amigo y te meteré una bala en tu maldito cerebro de mierda.

Levanta las manos en rendición.

- eres un maldito hijo de puta. Lo dice en tono burlón.

- pero esta bien no la a nombrar, cálmate.