Rencarne Para Su Venganza

Al segundo día de estar en ese frío, sucio y oscuro calabozo, Max apareció, con una mirada peor que la que tenía el día del incidente. La mirada desprendía odio puro.

-Mataste a mi hijo.- le dijo con ira.

Luna se llenó de miedo.

-No Max, no fui yo. Ella se tiró sola de la escalera, yo no la toque.- ella trataba de explicar, pero él solo se rio.

-ja ja ja en verdad piensas que te creería algo de lo que dices?

-Max por favor. De verdad, no fui yo.- decía mientras lloraba.

-Sáquenla de aquí!- le dijo a los guardias mientras se alejaba sin decir nada más.

Luna fue tomada de los brazos con fuerza y llevada hacia afuera, a ellos no les importaba si la estaban lastimando. La llevaron a un patio donde los estaban esperando, allí había algunos guardias y doncellas, todos la miraban con odio. También estaban presentes algunos nobles, ellos en su mirada tenían indiferencia, ya que en realidad no les agradaba ni ella, ni Carolina, ambas eran un obstáculo para cada uno de ellos en sus planes de obtener poder al querer emparentar con la realeza. La arrastraron hasta un árbol y la amarraron contra él, con unas cuerdas que al estar tan apretadas le empezaron a lastimar sus muñecas. Allí se dio cuenta de que era lo que le iban a hacer.

-por el crimen de matar a mi hijo no nato y atentar contra la concubina Carolina, serás castigada con 50 latigazos.

Al oír las palabras de Max, Luna se puso histérica.

-¡no!, ¡no! ¡Max, por favor! Yo no he hecho nada- gritaba.

-¡Cállate! Da gracias a Carolina que no te mato por lo que hiciste!- le gritó, aunque en realidad no la mataba porque si lo hacía podría afectar sus planes, si el padre de Luna se enojaba con él.

Aunque rogada piedad y decía que ella no había sido a Max, poco le importo y dio la señal.

Se acercó un soldado y le desgarró el vestido por la parte de atrás mientras otro con un látigo se colocó enfrente de su espalda para comenzar con los latigazos.

Para cuando terminaron ya Luna estaba completamente inconsciente, su espalda desgarrada y ensangrentada. Cuando Max se dio la vuelta y se fue, la descolgaron y la llevaron a su habitación para que descansara. Por más que Max quería matarla por lo que hizo, no podía, por quien era su padre, así que solo la castigo de esa manera. Pero su odio por ella fue tanto que estaba pensando seriamente mandar a un asesino a matarla sin dejar pruebas que lo incriminen.

Cuando Luna despertó estaba completamente adolorida, tanto física como emocionalmente. Porque todavía lo amaba. Por más que lo negara, lo amaba. Así que ya no queriendo vivir de esa manera, se levantó de su cama con gran dificultad y fue a buscar algo que había pedido comprar con anterioridad. Un veneno muy poderoso que no te hacía sufrir, solo te relajaba y luego dejabas de respirar mientras dormías. Se hizo un té con eso y se lo tomó. Luego fue a su cama y se acostó. Mientras se quedaba dormida, pensaba, ojalá paguen por todo lo que me hicieron, ojalá sufran....

Y así fue como murió la bella Luna, dándole la oportunidad de renacer a Ana en su cuerpo.

Nadie se dio cuenta de que Luna había muerto. Ya que no es sino hasta cinco días después que van las doncellas a su habitación a ver como estaba. Y valla que se llevaron una buena sorpresa al verla.