Ayelen lo entrego todo por amor, pero termino marcada por la humillación y el rechazo.
Expulsada de su manada, tuvo que criar sola a sus gemelos. Mientras el mundo licantropo la señala como traidora.
El destino la lleva a encontrarse con el rey lobo frío y maldito, cuya herida no solo está en su cuerpo, también en su alma. Entre tratamientos y silencios empieza a descubrir un lazo entre él y sus gemelos.
Lo que parecía un nuevo comienzo se convierte en un juego de poder, secretos familiares y tradiciones.
¿Podrá renacer como la gran luna, frente a las manadas o volverá a ser destruida por quienes mas odian verla brillar?
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Difamación
El sol apenas despuntaba sobre la aldea cuando Ayelen salió de la cabaña, sus pasos eran pesados, su cuerpo todavía temblaba por la discusión de la noche anterior. Había llorado hasta quedarse sin lágrimas, preguntándose en qué momento su vida se había convertido en una prisión invisible.
Darían no había regresado a la habitación, paso la madrugada bebiendo, encerrado en la oficina, ya estaba acostumbrada a esas noches solitarias.
Ella colocó una mano en su vientre, a pesar de todo, esos pequeños latidos dentro de ella seguían siendo la única razón para no rendirse.
"Por ustedes aguantaré todo ".
Su mañana paso como siempre, fue a la academia de la manada donde estudia fisioterapia, sus padres, suegra le habían insistido que dejara sus estudios después de todo era la luna. Pero ella se rehusó a dejar de estudiar ama esa profesión y su sueño convertirse en una excelente fisioterapeuta para ayudar a otro.
Completamente ajena a lo que pasa a su alrededor, sin sospechar que su propio compañero estaba por dar un golpe aún más cruel.
Cada luna llena la manada se reunía para escuchar las decisiones del alfa, resolver disputas y renovar votos de unidad. Cuando llegó a la asamblea, el aire estaba cargado de tensión, murmullos la siguieron desde el momento que cruzó el umbral del gran salón. Sentía las miradas clavadas en su espalda, cuchicheos qué no alcanzaba a comprender.
Darien ya estaba de pie, su porte parecía más firme que nunca, aunque Ayelen reconoció en sus ojos esa dureza enloquecida que había visto crecer en los últimos días. Se colocó junto a él, como era costumbre de la luna del alfa, pero él retrocedió medio paso, como si su sola cercanía lo contaminara, el gesto no paso desapercibido.
--- Hoy debo hablarles de una traición, --- anunció con voz grave, que resonó en cada rincón del salón.
Ayelen parpadeó, desconcertada, un mal presentimiento le erizo la piel.
Darien avanzó un paso al frente, señalando con un dedo acusador qué la heló hasta los huesos.
---Mi esposa, Ayelen, me ha deshonrado, esos cachorros no son míos, ---
Un rugido de incredulidad recorrió la sala, el corazón de Ayelen se detuvo por un instante, luego comenzó a golpear su pecho con furia.
---¡¿Qué...?!,--- logro balbucear, su voz quebrada.
Él no se detuvo, --- ella mancilló mi nombre y el de toda la manada. ---
Ayelen retrocedió un paso, mareada, los murmullos se transformaron en cuchicheos venenosos, unas mujeres la miraban con compasion, otras con desprecio. Los guerreros fieles a Darien, asentían como si su palabra fuera ley indiscutible.
---¡Es mentira! ¡estos niños son tuyos, Darien lo sabes!,---
El alfa esbozó una sonrisa fría, triunfal,-- Entonces demuéstralo, ¿ te harás una prueba de paternidad?,---
Las risas crueles estallaron entre algunos hombres del consejo, Ayelen sintió que el suelo desaparecía bajo, su mundo se redujo al eco de esas palabras traición, deshonra, infidelidad.
El consejo decreto que se abriría una investigación, pero todos sabían que las palabras del alfa eran sentencia suficiente.
Ayelen salió tambaleándose del salón, ignorando las miradas de burla, los susurros qué se clavaban como agujas. Afuera el aire helado no bastó para calmar el incendio en su pecho, se apoyó contra un muro, llevándose ambas manos al vientre.
--- No los escuchen pequeños, los protegeré, --- susurró entre sollozos, su corazón definitivamente roto, Darien la había expuesto como una infiel, su compañero, el lobo que debía cuidar de ella.
Por un instante pensó en huir, tomar el camino hacia las montañas, desaparecer, pero sabía que Darien enviaría a todos los guardias tras ella. No...no podía escapar todavía, no con tantos ojos sobre ella, persiguiéndola.
Esa noche Darien volvió a la cabaña, el alcohol impregnaba su aliento, ella estaba sentada junto a la ventana, sin lágrimas ya, con la mirada perdida.
---- Eres buena actriz, los convenciste a todos que esos bastardos son mis hijos, --- dijo Darien
Ayelen lo enfrento con una calma que lo descolocó, --- ¿Qué ganas con esto Darien? ¿Destruirme frente a la manada? ¿Y los cachorros, tus hijos?,----
Él la fulmino con la mirada, --- No son mis hijos y si instantes en traerlos al mundo sabrás de lo que soy capaz, nadie te creerá, yo soy el alfa, Ayelen, mi palabra es la ley, si abortas te perdono y hago que toda la manada te respeto, ---
Ayelen trago saliva, sintiendo que algo dentro de sí se quebraba de manera irreversible, el hombre con el que había soñado una vida ya no existía, en su lugar quedaba un alfa ciego por la frustración y el orgullo.
Se levantó lentamente, sin apartar la mirada de él, --- es cierto no son tus hijos, y si cuento tu secreto nadie me creerá, pero un día la verdad saldrá a la luz Darien y cuando eso pase, lo que habrás destruido no seré yo.... será tu propio nombre,--- respondió Ayelen.
Él río con desdén dándole la espalda..
Pero en el silencio de la noche, mientras Ayelen acariciaba su vientre y prometía proteger a esas vidas a cualquiera costó, supo que su camino había cambiado. Ya no era la luna del alfa, ya no era la esposa sumisa y callada, era una madre y lucharía aunque todo la manada se levantara en su contra.
Ese pensamiento fue su único refugio mientras afuera, en la oscuridad, los rumores crecían como fuego incontrolable.
La difamación estaba hecha, la herida era pública y aunque Ayelén se sentía desnuda ante el juicio de todos, también nació en ella una semilla de fuerza que ningún murmullo podría apagar.
En el estudio, Darien abría otra botella de whisky...
"Eres un maldito cobarde, humano", rubia Finian su lobo interior.
"¿Cobarde? ella se atrevió a quedar un embarazada de un extraño ", respondió Darien
"Si me dejaras salir y reclamar lo que es mío, eso no hubiera pasado ", dijo Finian
"Ayelen no despierta mi deseo, no siento nada por ella, es una inútil, insignificante omega ", dijo Darien.
" Y tú un maldito ignorante, ni siquiera sabes el valor que tiene una omega en su manada, lo importante que son", respondió Finian
"¿Importante una omega?", una alfa es digna de darme cachorros, hijos fuertes que lideren a la manada", dijo Darien
"te arrepentirás de esto humano ", respondió Finian, desapareciendo en su interior.
Ya empiezan con la cizaña..... a qué Señora es que llaman ??? .... La Luna de Hendrix está viva ???
y confíe en ella y la proteja ahora vien esa ama de llaves a quien llamó espero no sea otra piedra en el zapato si a si ya tienen bastantes enemigos como para que salgo otro más