Estuve diez años casada con el amor de mí vida, aún sabiendo que el amor de mí vida, amaba a mí hermana.
NovelToon tiene autorización de Nix Agriche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 19
...Aspen....
Luego de aquél sueño húmedo, no he dejado de pensar en Xénorix.
¿Cómo se verá sin esos trajes caros que usa?
¿Qué tan atractivo me parecerá cuando su cabello esté despeinado?
¿Cómo se ve un domingo por la mañana usando nada más que bóxers?
Esas preguntas sin respuestas atormentan mí mente.
No debo pensar así de él, es mí salvador, no un maldito trozo de carne.
Me encontraba tranquilamente en el restaurante, preparando algunos pedidos solicitados, cuando ví a aquél hombre que atormenta mis sueños cruzar la puerta.
Miré al resto de los comensales, todas las mujeres del lugar lo miraron atentamente.
No debería sorprenderme, después de todo, es un hombre muy atractivo.
Aquéllos ojos verdes grisáceos se posaron en los míos.
Juro que dejé de respirar.
—Buenos días, Aspen. —Su voz ronca y varonil dirigida únicamente a mí, me causaba cosquillas en el estómago–.
Sonreí levemente.
—Buenos días, Xénorix. –Comenté tratando de actuar casual, pero al verlo, lo único que puedo recordar como se veía su rostro cuando estaba entre mis piernas–.
Sacudí rápidamente mí cabeza, no podía estar pensando en eso, no ahora.
Mucho menos frente a él.
—¿Qué vas a ordenar hoy? –Bebí un poco de agua, tratando de calmar el calor que sentía dentro de mí–.
Él pensó un momento, leyendo el menú.
—Hoy quiero sopa.
Me ahogué con el agua; pidió lo mismo que en el sueño.
Comencé a toser y limpiar mí rostro, tratando de recompornerme.
—¿Estás bien? –Preguntó, dándome palmaditas en la espalda para que me recupere–.
Asentí, calmándome.
Debo mantener la compostura.
Porque sólo es una coincidencia, ¿Verdad?
Sí, no hay forma de que él sepa del sueño, ¿Cierto?
—Iré a prepararlo ahora mismo. –Me escabullí rápidamente a la cocina, comenzando a preparar su órden–.
Necesitaba calmar mí mente, no había forma de que el sueño se volviera realidad, ¿O sí?.
Tal vez si yo...
No, no hay forma.
Mientras cocinaba, sentí una presencia imponente detrás de mí.
¿Podría ser...?
Quiero voltear, pero a la vez no.
¿Es otro sueño? Y si es así, ¿Ésta vez nosotros...?
—Debés respirar, Aspen. –Un murmullo ronco sobre mí oreja, me hizo estremecer–.
Volteé lentamente, encontrándome con Xénorix.
¡Es el sueño, el maldito sueño está sucediendo!
—Y-Yo... –Titubeé–. Si te dí alguna idea equivocada, entonces...
—Afuera hay dos chicos que te buscan, dicen que son tus hermanos. –Habló, interrumpiéndome.
¿Qué estaba escuchando?
Entonces... ¿Él no vino a...?
¿Por qué me siento decepcionada por ésto?
Miré hacia las mesas y, efectivamente, ahí estaban ellos.
Los gemelos; Ethan y Kyle.
Fruncí el ceño al verlos, Xénorix lo notó.
—¿Quieres que los eche? Puedo hacerlo. –Comentó, cruzándose de brazos–.
Pensé un momento en aquélla propuesta; no quería verlos, sí.
Pero al verlos ahí, tenían su informe escolar. Se movían de un lado a otro como si estuvieran nerviosos.
Se habían escapado de la escuela y vinieron a verme.
Suspiré, negando.
—No te preocupes, los atenderé. –Acaricié su brazo–. Gracias por preocuparte. –Sonreí–.
Él asintió levemente, con los ojos fijos en los míos.
—Ve a sentarte, ¿Sí?. Y dile a los niños que pueden pasar.
Con eso Xénorix se fue de regreso a su mesa.
Y no pasó mucho tiempo cuando escuché los pasos de los gemelos acercándose a mí.
Levanté la vista, observándolos directamente.
—¿Qué hacen aquí? –Pregunté con voz monótona–.
Ellos se movieron incómodos ante mí frialdad.
—Q-Queríamos verte, hermana... –Murmuró Kyle, viendo al suelo–.
—No me llames así, no soy su hermana.
Pude ver cómo ambos se estremecieron ante aquéllas duras palabras.
—Lo siento... –Fue todo lo que pudo decir–.
—Si ya terminaron, váyanse. Tengo trabajo que hacer. –Les di la espalda, continuando con mí cocina–.
Me detuve al oír un sollozo.
Mí corazón se encogió pero, aún así, no volteé.
—Lo sentimos mucho... –Habló Ethan, en un sollozo–. ¡Nos equivocamos, nos equivocamos mucho!
Mis manos comenzaron a temblar.
Podía sentir el nudo formándose en mí garganta.
—Por favor, hermana... –Continuó Kyle–.
—¿Ustedes lo sabían? –Dije interrumpiéndolos–. En el cumpleaños del abuelo, ¿Sabían que era una trampa para mí? –Mi voz salió más temblorosa de lo planeado–.
Ambos negaron rotundamente.
—Te juro que no lo sabíamos. –Respondió Ethan, secando sus lágrimas–. ¡Ni si quiera estuvimos ahí! –Espetó, haciéndome golpear la mesa con mis puños–.
—Sí, no estuvieron ahí ese día. ¡¿Y que hay de los diez años que pasaron?! –Solté con rabia, y mis lágrimas comenzaron a caer–. Sí, eran sólo niños, lo entiendo. Pero, ¿Por qué vienen aquí ahora? –Cuestioné, secando mis lágrimas–.
Ellos me observaron heridos, mientras las lágrimas también bañaban sus rostros.
—Papá nunca nos dejó buscarte y cuando te fuiste nombrar tu nombre estaba prohibido. –Habló Ethan, con la voz entrecortada–.
—Una vez nos escapamos de la escuela y salimos a buscarte. –Continuó Kyle–. Y papá se encargó de que no volvieramos a hacerlo.
Ambos me dieron la espalda y levantaron sus camisas, mí corazón se rompió ante aquélla vista.
Ambos tenían marcas de látigos en su piel. Marcas cicatrizadas.
Mis rodillas fallaron y caí al suelo, mientras lloraba sin parar.
Los gemelos se acercaron a mí; abrazándome.
Ambos lloraron conmigo.
—Perdónanos, hermana, por favor. –Habló Kyle, llorando–.
—Te dejamos sola. –Continuó Ethan, del mismo modo–.
Negué, abrazándolos.
—Fuí yo. Yo los dejé solos a ustedes. –Intenté detener mis lágrimas, pero fue imposible–. Perdónenme, niños, lo siento tanto... –Murmuré, entre sollozos–.
Ambos se aferraron a mí; como cuando eran niños pequeños.
Me abrazaron tan fuerte, temiendo que desapareciera si me soltaban.
No me dí cuenta, estaba tan cegada en mí dolor, que no noté que ellos también estaban sufriendo.
—————————————————————————————————
...¿Qué les pareció el capítulo de hoy? ;D...
...Háganmelo saber en los comentarios, ya saben que siempre los estoy leyendo. ;3...