¿Qué pasaría si una persona dulce y amable como Eiran se encontrara con Damon, un líder de banda de motociclistas brutal, escéptico y extremadamente frío?
Un incidente los une cuando Eiran, un joven médico omega, debe ayudar a Damon, un alfa herido de bala en medio de la calle tras un violento enfrentamiento entre pandillas en Madrid.
¿Cómo se desarrollará esta historia? ¿Podrá Eiran derribar las barreras de Damon y cambiar la brutalidad del líder, quien ya está al límite? Acompáñanos para descubrir esta intensa y emocionante historia en un mundo Omegaverse...
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📌 BL/Omegaverse (ChicoxChico)
📌Embarazo masculino
📌Doctor x Ceo (Gánster)
📌Omega fuerte x Alfa fuerte (Personalidad)
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Capítulo 5
Finalmente, Damon siguió el consejo de Eiran y accedió a quedarse un día en el hospital.
—Mantén mi paradero en secreto, incluso de mi padre —le ordenó Damon a Tommy, su asistente.
Eiran, que aún estaba en la habitación, escuchó las palabras de Damon, aunque no hizo ningún comentario.
—Puede encargarse de todo el papeleo para trasladar al paciente a una habitación de cuidados —dijo Eiran con un tono profesional, dirigiéndose a Tommy.
—Entendido, doctor Eiran —respondió Tommy, leyendo su nombre en la bata blanca.
Damon simplemente observó a Eiran en silencio, su mirada intensa no dejando escapar ningún detalle. Poco después, las enfermeras colocaron una vía intravenosa en su muñeca, y Eiran salió de la habitación sin más palabras.
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Cinco horas después, Eiran volvió a la habitación de Damon, ahora en una suite VIP.
¡CLICK!
Eiran entró justo cuando Damon estaba absorto en su teléfono, recostado en la cama con almohadas apoyando su espalda. El aroma dominante de Damon impregnaba la habitación, aunque parecía controlado por el momento.
—¿Cómo se siente, señor Ruiz? ¿Mejor? —preguntó Eiran con su habitual tono neutral, sin dejarse intimidar por la imponente presencia del alfa.
—Eres doctor, ¿no? Entonces deberías saberlo mejor que yo, ¿cierto? —respondió Damon con frialdad, liberando un leve rastro de sus feromonas, como si quisiera demostrar su descontento.
Eiran solo arqueó una ceja, ignorando la provocación mientras se acercaba para revisar la herida. Se inclinó hacia él y abrió la camisa de Damon con destreza.
—No se mueva demasiado si quiere que la herida cicatrice rápido —indicó Eiran, sus feromonas de omega puro emitiendo un aroma calmante para neutralizar la tensión en el aire.
Damon no respondió, pero sus ojos no se apartaron del omega, siguiendo cada uno de sus movimientos.
—¿Cómo está la herida de bala en su brazo? ¿Ya sanó? —preguntó Eiran de repente, con un tono frío pero inquisitivo.
—Eso no es asunto tuyo —respondió Damon, cerrando su camisa en cuanto Eiran terminó de revisar su abdomen.
Eiran dejó escapar un suspiro, ocultando su irritación tras una máscara profesional.
—Muy bien. Espero que pueda irse mañana —dijo mientras se daba la vuelta para salir de la habitación.
—Y espero no volver a verlo aquí —murmuró Eiran en voz baja mientras caminaba hacia la puerta.
Damon, con sus sentidos agudizados, escuchó el comentario claramente.
—No volveré aquí —respondió con firmeza, su tono bajo pero cargado de intención.
Eiran se detuvo en seco y se giró para mirarlo nuevamente, sus ojos grises encontrándose con los oscuros de Damon.
—Mejor mejore su actitud si no quiere terminar en el hospital otra vez. Su cara parece tan infeliz que cualquier enfermedad se sentiría cómoda alojándose en alguien como usted —replicó Eiran, incapaz de contener su enfado.
—¿Qué clase de doctor le dice algo tan cruel a un paciente? —respondió Damon, visiblemente molesto.
—¿Y qué clase de paciente solo sabe criticar al doctor que lo ayudó? —replicó Eiran, con la misma dureza.
El aroma de las feromonas de ambos se intensificó, chocando en el ambiente, una mezcla de dominancia y desafío. Damon entrecerró los ojos, intrigado por la audacia de aquel omega que no parecía intimidarse ante su presencia.
—Espero que siempre esté sano, así no tendrá que venir aquí y hacerme lidiar con pacientes como usted —añadió Eiran antes de darse la vuelta y salir de la habitación.
Damon se quedó mirando la puerta por unos segundos, frustrado e intrigado a la vez. A pesar de su temperamento, no podía hacer nada contra Eiran. Por mucho que fuera un alfa dominante, nunca había usado la fuerza física contra un omega, y mucho menos uno que le plantara cara de esa manera.
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Al día siguiente, Damon debía ser examinado antes de recibir el alta. Sin embargo, no era Eiran quien lo atendía esta vez, ya que no estaba en su turno.
—Tú no eres mi doctor —dijo Damon cuando una doctora entró a la habitación.
—El doctor Eiran está ocupado con otros pacientes en este momento, señor Ruiz —respondió la doctora con una sonrisa amable.
—Quiero que sea él quien me examine. Es el único que conoce mi estado —insistió Damon con un tono firme, dejando escapar una mínima dosis de feromonas para enfatizar su autoridad.
—Pero ahora es mi turno, señor. No hay ninguna diferencia —respondió la doctora, tratando de mantener la calma.
—No aceptaré ser examinado por nadie más que por él —sentenció Damon, su mirada penetrante dejando claro que no cambiaría de opinión.
—Pero, señor…
—Solo siga las órdenes del señor Ruiz, doctora —intervino Tommy, acostumbrado a las demandas inusuales de Damon.
La doctora, aunque incómoda, asintió con una sonrisa forzada.
—De acuerdo, señor. Llamaremos al doctor Eiran para que lo atienda —respondió antes de salir apresurada de la habitación.
Damon se recostó nuevamente, dejando el teléfono a un lado. Una ligera sonrisa se formó en sus labios. Por alguna razón, quería volver a ver a ese omega testarudo, aunque no entendía bien por qué.
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PDT: Diosito te pido un hombre como Damon 🫦, él es lo máximo 😏