¿Qué estarías dispuesta a hacer por salvar la vida de la persona más importante en tu vida?
María Bedoya era una joven que a tan corta edad tuvo que salir a trabajar para pagar los tratamientos de su madre que comenzó a sufrir insuficiencia cardíaca después de la muerte de su padre y hermano.
Hasta que todo se le vino abajo cuando le dijeron que su madre estaba cada vez más grave y necesitaba con suma urgencia un trasplante de corazón y la operación salía muy cara
Por lo que envuelta en la desesperación terminó entrando en un mundo de lujuria nocturno vendiendo su cuerpo. La realidad, el placer y el deseo de convertirán en una guerra interna para ella
Pero todo cambia cuando se entera que la persona con la que estuvo por dinero, esa que la llevaba hasta el cielo todas las noches por los placeres que le daba, era nada más y nada menos que Mariano Benítez el médico de su madre y del cual ella estaba enamorada secretamente
¿Qué pasará entre María y Mariano cuando descubran la verdad
NovelToon tiene autorización de Vanesa Casarino para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 22 - Desearla tanto
Mariano…
Salí detrás de María, sabía que se había molestado por lo que había dicho, pero yo solo buscaba lo mejor para ella, no manejarle la vida
Llegué a la puerta de su habitación y golpee suavemente, sabía que estaba dentro solo quería disculparme con ella
— Amor, abreme, mí intención no era hacerte enojar, sabes que te amo y que solo busco lo mejor para ti, entiendo también lo que piensas, siempre fuiste independiente y no dependiste de nadie desde que tu mamá enfermó, pero yo lo único que deseo es que descanses un poco ahora, déjame acompañarte en este esfuerzo, déjame ser el que soporte el peso en la espalda de mantener una familia, quiero saber lo que se siente, y practicar para cuando tengamos nuestra propia familia — le digo parado en la puerta esperando ver si me abre
De pronto veo que la puerta se abre y María me observa desde el interior con los ojos con lágrimas
— Lo siento, se que soy muy infantil por enojarme, se también que lo haces para ayudarme a que cumpla mí sueño de estudiar medicina, también se que desde que dejé la clínica nos vemos muy poco últimamente. Lo siento amor, perdoname, dejaré de trabajar y me dedicaré a terminar mis estudios y mí sueño de ser médico — me dice ella llorando
— No te disculpes mí amor, acá el que se debe disculpar soy yo, no quise hacerte sentir mal, esa no era mí intención, solo quería hacerte feliz, no pensé que te enojarías, perdóname tú también — le digo acercándome a ella para abrazarla
Ella se aferró a mí con sus brazos y continúo llorando, yo solo me dediqué a abrazarla, hasta que se calmara un poco
— Te amo mi amor, solo quiero lo mejor para ti — le digo separándome un poco de ella y mirándola a los ojos
— Yo te amo a ti, y sé que tú intención es buena, lo siento por ponerme así antes — me dice ella aún abrazada a mí
Yo me acerque a sus labios y la besé muy tiernamente, una vez más tranquila la tomo de la mano y la saco de la habitación
— Ven, vamos a almorzar con tu mamá que la dejamos sola en la cocina — le digo caminando con ella hasta la cocina
Al llegar a la cocina Elena se encontraba sentada en la mesa pero no había tocado la comida aún, de seguro estaría preocupada por María que se había ido molesta a su habitación
— Mamá qué sucede, ¿porque no has comido aún? — le pregunta María sentándose en la mesa
— Porque no quería comer sola, si ustedes no almorzaban yo tampoco lo hacía — le responde ella
— Lo siento mamá, ya estamos aquí, comamos que la comida ya debe estar media fría — le dice María y los 3 comenzamos a comer
Después de comer decidí que no volvería a la clínica por hoy, quería pasar el resto de la tarde con María antes de que ella se vaya al trabajo
Tendría mí teléfono encima todo el tiempo por si surgía alguna emergencia en la clínica
— ¿Ya te vas? — me pregunta María
— No, por hoy ya no volveré a la clínica, quiero pasar el resto del día contigo — le digo
— ¿En serio? — me pregunta emocionada
— Si, solo quiero estar contigo hoy — le digo sonriendo
— Bueno tortolitos, yo me iré a descansar, no hagan mucho ruido — dice Elena riendo
— Está bien mamá, trataré de hacer la limpieza sin hacer tanto ruido — le responde María y yo sonrió por lo inocente que es
— Si si claro, la limpieza — dice riendo y saliendo de la cocina
— ¿De que se reía mí madre? — pregunta confundida
— De nada amor — le digo riendo y acariciándole la cabeza
Ayudé a María a levantar los platos de la mesa y luego a lavarlos. Una vez que dejamos la cocina limpia me quedé observándola como guardaba las pocas cosas que quedaban
Esta última semana hemos tenido pocos encuentros íntimos, desde que cerraron el club, a mí departamento no la puedo llevar porque aún está mí hermano ahí y las pocas veces que estuvimos fue aquí en su casa cuando la traía a cambiarse antes de ir al trabajo
La he estado deseando tanto, me había acostumbrado a estar todas las noches con ella, jugar con su cuerpo y escucharla gemir con esa intensidad por todo lo que yo le hacía
La tomé de la mano y comencé a caminar hasta su habitación, por suerte Elena dormía en la habitación de abajo, por lo que no escucharía nada de lo que aquí va a pasar
De pasada por la sala tomé mí bolso que lo había dejado sobre el pequeño sofá que había
— ¿Qué haces Mariano? Mí madre está en la casa — dice ella con nervios
— Tu madre se fue a dormir y está en la habitación de abajo, no escuchará nada — le digo llegando a la habitación y entrando con ella
Una vez dentro la tomo de la cara pegando la contra la pared y comienzo a besarla con deseo, mucho deseo
Le levanto los brazos por sobre su cabeza con una de mis manos, mientras que con la otra comienzo a acariciarle el cuerpo muy lentamente hasta llegar al final de su vestido y vuelvo a subir pero ahora por debajo del mismo
Al llegar hasta su intimidad comienzo a frotarla por encima de la braga haciéndola encender enseguida
Escucharla gemir excitada por cómo jugaba con su parte íntima, me estaba haciendo enloquecer y solo deseaba estar dentro de ella ya, pero no, quería jugar un poco más con ella antes de eso
— Arrodillate en la cama — le ordenó separándome de ella y enseguida lo hace
Me acerco a ella y comienzo a sacarle el vestido que llevaba puesto
Una vez que la dejó casi desnuda, comienzo a quitarme el cinturón del pantalón
— Tus brazos sobre la espalda — le vuelvo a ordenar
Cuando coloca sus brazos en su espalda, comienzo a atarlos con el cinturón, luego la volteo dejándola acostada boca arriba
Tomó mí bolso del trabajo y de adentro saco un vibrador, me acerco a ella y le quitó la braga que era lo único que le quedaba puesto y ahora sí dejándola completamente desnuda
Enciendo el aparato y se lo coloco en su punto sensible haciéndola gritar y retorcerse de la excitación que eso le estaba causando
Comencé a subirlo y bajarlo desde su punto sensible y su entrada, hasta que ya no aguantando más, explotó en una gran liberación pegando un grito ahogado que la dejó sin aire
Rápidamente la volteo dejándola boca abajo, me quitó la ropa, me coloco un condón y me posiciono detrás de ella, la tomo del los brazos dejándola casi arrodillada y de una sola estocada me introduzco en su interior
Comencé a darle estocadas duras y fuertes, estaba desesperado, escucharla gemir, ver cómo su cuerpo reaccionaba a todo lo que le hacía y como ella lo disfrutaba me habían encendido de tal forma que no medí mí fuerza y le di bien duro por varios minutos ocasionando que ella llegara por segunda vez
Aceleré mis embestidas jalando sus brazos para que quedara levantada con su espalda casi pegada a mí pecho, la tomé del cuello y le hice girar un poco la cabeza para que me mirara, y la besé mientras la seguía embistiendo hasta que al fin llegue a mí liberación
Nos quedamos unos segundos en esa posición tratando de recuperar el aire que nos faltaba y luego proseguí a desatarle los brazos
— ¿Te hice mal? Fui muy rudo contigo, ¿Te duele algo? — le pregunto abrazándola por la espalda
— Me duelen un poco los brazos, pero me gustó, me gustó que me hicieras el amor de esa forma — me dice ella y mí corazón se acelera al escucharla
Saber que ella disfruta y le encanta lo que soy en el sexo y todo lo que le hago me hace sentir feliz, eso significa que nos complementamos tan bien el uno con el otro
Me sentía completamente feliz, saber que María al fin era mía, me generaba una paz y una emoción dentro mío que no quería que jamás acabara
Quería pasar el resto de mí vida con ella, me había enamorado completamente, ella se había metido hasta en lo más profundo de mí corazón y jamás sentí por otra lo que siento por ella, eso me hace sentir bien y solo deseaba que durara toda la vida.