VENDIDA.

Una semana después Emiliano volvió.

Encontró a Sienna haciendo los quehaceres del lugar.

Se sorprendió al ver a la muchacha tranquila y totalmente resignada.

Sienna al notar la presencia del hombre dejo caer la taza que se encontraba lavando y comenzó a temblar.

Emiliano se acercó apresurado y la tomo por el brazo.

__ Veo que ya tomas este lugar como tu hogar. Tanto así que asta rompes mis pertenencias.

__ Yo, yo lo siento. No fue mi intención romper su valiosa vajilla.

(comienzan a caer lágrimas por sus mejillas)

__ Limpia este desastre y luego sube a la habitación y espérame. Hoy tienes que complacerme.

Sienna comienza a llorar más desesperadamente. Mientras recoge los trozos de vidrio con sus manos desnudas, lo que le proporciona un ligero corte en uno de sus dedos.

Ve marcharse a Emiliano junto a cuatro hombres más rumbo al despacho.

Sus piernas tiemblan al subir las escaleras.

No quiere ni imaginarse lo que le espera.

Poco después llega Emiliano quitándose la camisa.

__ Quítate la ropa y acuéstate boca abajo, me desagrada ver tu rostro de sufrida. Me quita todas las ganas y deseo enviarte lejos.

Sienna comienza a despojarse de sus prendas y se acuesta boca abajo tal como se le ordenó.

Se aferra con fuerzas a la almohada mientras intenta con todas sus fuerzas llevar su imaginación a otro lugar.

Se imagina a la orilla de una isla, intenta imaginar como será el aroma del mar, el sol caliente bronceado su blanca piel.

Pero el sonido del cinturón abriéndose la hace volver a la cruel realidad.

Siente el peso del hombre sobre su cuerpo y como su asquerosa erección roza su zona íntima.

Su cuerpo todavía se encuentra muy maltratado y le duele, pero sabe que no recibirá compasión alguna.

Emiliano comienza a embestirla sin piedad.

La sujeta con fuerza de sus cabellos y se mueve salvajemente.

No muestra ni una sola pizca de compasión o arrepentimiento al escuchar el fuerte llanto de la joven.

Es como si deseara hacerla sufrir lo más posible.

Como si quisiera que todos en ese lugar pudieran escuchar sus desgarradores pedidos de ayuda.

Y matar todas sus esperanzas al saber que nadie moverá un solo dedo para que pare su sufrimiento.

Poco después Sienna siente como un líquido espeso se desliza entre sus piernas.

Emiliano se levanta y va por un vaso de whisky, prende un cigarrillo y se queda observándola.

__ Eres un desperdicio de mi valioso tiempo. Pero al menos eres lo suficiente estrecha como para entretenerme.

Al acabar se prepara para volver a torturar salvajemente a Sienna que luego de la tercera vez pierde el conocimiento por el abrumador dolor.

Pero eso no detiene al hombre que por cuarta vez toma a la joven sin piedad. Ya completamente satisfecho se marcha rumbo a la ducha.

Sienna que recobra el conocimiento se incorpora como puede y nota que otra vez está sangrando demasiado.

Envuelve su cuerpo maltratado con la sábana y se acomoda en un pequeño rincón junto a la mesita de luz.

Rogando al cielo que ese hombre esté completamente satisfecho y no quiera volver a tocarla.

Luego de unos minutos Emiliano se marcha.