El Renacer De Una Tirana.

Scott llegó hacia la mesa de ambas chicas, mirando con total enojó a Roxane, ella levanto la visto, pero no mostró expresión alguna.

— oye, será mejor que te vayas.— le pide Zarina.

— no te metas, sabías de ella y no me dijiste nada.— reclama.

— ¿por qué ella debería darte información de mi?— pregunta tranquilamente.

— porqué lo minino que podrías hacer es darme una explicación, te metes con otros, pero conmigo siempre te hiciste la pura.— reclama.

— así que eso.— sonríe ladina.— solo demuestra una cosa, que como hombre, no provocas ningún deseo en mí.

La voz de Roxane era firme, no había titubeos y la sonrisa maliciosa que se había formado en sus labios lo decía todo, era una total burla hacía el hombre que tenía ante ella. Zarina realmente estaba sorprendida por la forma tan fría y firme en la que Roxane habló.

Scott, sentía su orgullo de hombre herido, así que sostiene a Roxane del brazo para hacer que se ponga de pie.

— te enseñaré la clase de hombre que soy, y no te preocupes, pagaré por tus servicios.— hablo con ira.

Roxane sostiene la muñeca de Scott y la aprieta con fuerza para que la suerte, Scott no esperaba sentir tanta fuerza de parte de Roxane y se vio obligado a soltarla.

—¿quien te ha dado permiso de tocarme?—

Roxane giro con fuerza el brazo de Scott y le hizo quedar de espaldas a ella para después empujarlos causando que caiga contra la mesa que estaba a su lado. La caída llamo la atención de los presentes, sorprendidos de ver a una mujer delgada y pequeña, tirando a un hombre mucho más alto que ella, el cual acabo inconsciente en el piso. Incluso Zarina estaba sorprendida por como estaban resultando las cosas.

— ¡Scott! — Leysa llegó en su auxilio y se sorprendió de ver a Roxane ante ella.— ¿que te pasa?, se que estás molesta porque me eligió a mi, pero no era motivo para lastimarlo.— expreso con lágrimas en los ojos, para hacerse la víctima ante todos.

Los presentes enseguida asociaron todo a una pelea amorosa, pero, los murmullos no se hicieron esperar porque algunos reconocieron a Scott y Leysa. También reconocieron a Roxane, así que todo era una pelea de hermanas por un hombre.

— ¿por qué estaría molesta?, ese hombre es poca cosa para una emperatriz como yo.—

Todos escuchaban atentos la disputa. Zarina no comprendía porque su amiga se refería así misma como emperatriz, aunque no era la primera vez que escuchaba ese término para referirse así misma.

—¿que dices?, ¿emperatriz?, ¿te has vuelto loca?, deberías revisarte la cabeza.— se burla Leysa.

— creo que la que necesita esa revisión eres tú, diciendo cosas absurdas.— se burla Roxane.

— solo digo la verdad. Deja de insistir con mi prometido, él ya hizo su elección y además.— se toca el vientre.— ya tenemos en camino al fruto de nuestro amor.

— siento pena por esa criatura, no solo posee genes débiles, sus padres, son insignificantes.—

— cállate, estas celosa porque soy la única que le dará hijos a Scott, tú ya no podrás ser la madre de sus hijos por ser una zorra.— grita molesta.

— no necesito un hijo de ese hombre, es débil, si quisiera un hijo elegiría a un hombre digno de plantar su semilla en mi.— responde con toda sinceridad.

Leysa aprieta las manos con enojo, sin importar que dijera, Roxane no parecía quebrarse y solo daba respuestas menospreciando a Scott y ella.

— l-lo dices por dolida...ningún hombre se casará contigo porque eres una zorra que se dr*ga y se vende a hombres.— se asegura de gritarlo.

— hablas puras estupideces.— responde manteniendo su expresión seria.

— solo digo la verdad, mírate, aquí buscando un nuevo amante.— se burla.

Scott que había despertado escucho aquellas palabras de Leysa, por lo que no pudo evitar sentirse enojado y traicionado nuevamente, creyendo en las palabras de Leysa, después de todo, Roxane no iba a esos lugares o al menos eso es lo que sabía, pero al parecer, su ex prometida le había escondido muchas cosas. Scott se pone de pie.

— no puedo creer que me haya enamorado de una falsa como tú...— toma a Leysa de la mano.— afortunadamente he abierto los ojos.

Scott tira del brazo de Leysa pidiendo que se vayan de ese lugar, no piensa quedarse ni un minuto más en cerca de la mujer que lo ha traicionado.

— pensé que no se irían nunca.— sostiene a Roxane del hombro.— ¿estas bien?, debió ser difícil escuchar que tu hermana esta embarazada de tu ex...a este punto, quizás ya hasta se entendían desde antes.

Zarina estaba molesta, ese par de desgraciados solo era una piedra en el camino, era como si no tuvieran vida propia y solo buscarán arruinar la noche.

— no es importante, como dije, un hijo de ese hombre no tendría lo suficiente para heredar mi legado.— responde para después darle un trago a su copa.

— Ya conocerás a un mejor hombre, te casaras, tendrás hijos y yo seré su tía favorita.— ríe.

—¿casarme?, no es necesario casarse para tener un heredero, solo debo encontrar a un hombre con buenos genes.— observa por todo el lugar.

Sin duda habían hombres atractivos en ese lugar, pero ninguno llamaba su atención.

—¿planeas ser una madre soltera?, no creo que eso sea lo mejor, tú mereces conocer a un hombre que te ame y formar una familia.— responde Zarina.

— el amor te hace débil y yo no soy débil, si quiero un hijo, lo tendré con un buen donador.— Roxane detiene su vista hacía un balcón vip.

— si, bueno, mejor lo piensas mejor, además no hay prisa para eso.— ríe.

— soy joven, es el momento adecuado, mi cuerpo esta en su momento para procrear y criar a un heredero.— sonríe ladina.— lo encontré.

— si, pero...

Antes de poder decir algo más, Roxane corre por el lugar y salta pisando una mesa para elevarse hacia el balcón, Zarina y todos los presentes se sorprenden por la habilidad de Roxane, nunca antes vieron saltar a alguien así y menos a una mujer en tacones. Roxane se paro en el barandal de aquel balcón, observando al hombre que estaba en esa zona. Las chicas que lo rodean miran con sorpresa a Roxane, incluso aquel hombre que estaba en medio de ellas, sentado en un elegante sofá. Roxane lo observa, era atractivo, de cabello pelirrojo y ojos miel, lo cual le daba un toque exótico, de buena estatura, al parecer de cuerpo atlético y en especial parecía sano, el hombre adecuado para darle lo que necesita.

— tú.— señala.— eres perfecto, te daré el honor de plantar tu semilla en mí, para que pueda tener un heredero.

El silencio reino en aquel lugar ante las palabras de Roxane y es que desde que la pelea inicio, la música se había detenenido. Zarina casi perdía la quijada de tan grande que abrió la boca al escuchar las palabras de su amiga y aquel hombre ante Roxane la miraba fijamente.

Una de las chicas se acerca a Roxane.—¿que tontería dices?, debes de estar loca, largo de aquí.

— no molestes plebeya.— Roxane baja del barandal caminando hacia el pelirrojo.

— debo admitir que tienes el valor para estar frente a mí, mujer, en especial al decir cosas tan absurdas.— comenta aquel hombre con una voz imponente.

Roxane se inclino sosteniendo la barbilla del pelirrojo para observarlo de cerca, era sin duda atractivo, un buen diseño oseo, un cuerpo fuerte y sano, un espécimen perfecto, a diferencia del enclenque con el que la verdadera Roxane se quería casar.

— no son absurdas, solo te estoy pidiendo tu semilla, ¿o es que eres impotente?, sería una pena, tienes genes muy buenos.

El pelirrojo abrió los ojos con sorpresa ante la cercanía de la mujer y en especial por las palabras tan humillantes que le acababa de decir, los guardaespaldas ya se acercaban para retirar a la chica, pero el pelirrojo hizo una seña para que se detengan, en cambio, la sujeto del cuello con fuerza.

— parece que no sabes a quien acabas de insultar.— se puso de pie sin soltar el cuello de Roxane.

Zarina desde abajo, estaba aterrorizada, al igual que la mayoría de ese club. Zarina pedía ayuda para que alguien salvará a su amiga, pero, cuando ella corrió hacía las escaleras para subir al balcón un guardaespalda se interpuso, negando su acceso aún cuando ella pedía que le dejarán pasar por su amiga.

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