Viviana Smith, ha estado enamorada de Tomás Jhonson desde su primer año en la universidad, fue para ella amor a primera vista, lastimosamente el solo tiene ojos para su novia Kendall, vivían se ha resignado, está segura que nunca va a tener una oportunidad con él, pero debido a una trampa puesta por Jeimy su mejor amiga y hermana de Tomás, ellos terminan casados, durante varios meses Vivían sufre por los desplantes y desprecios de Tomás, pero un día, después de un fatal accidente, ella decide olvidarse de él marcharse lejos, pero jura vengarse de las personas que le hicieron daño y acabaron con lo más preciado para ella.
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Capitulo 4
La boda
Vivían.
Lentamente retiro el teléfono de mi oreja y lo pongo en la mesa, las lágrimas salen de mis ojos y cada palabra que ella me dijo se repite en mi cabeza.
- !Lista para ... ! - Jeimy entra en la habitación y al verme guarda silencio y corre hacia mi. - ¿Qué pasa Vivían? - pregunta alarmada. - ¿Dime qué esas lágrimas son de felicidad? - cuestiona y muevo la cabeza de un lado a otro negando eso. - ¿ Qué pasa?
- Kendall, me llamo y...
- ¿Qué te dijo esa estúpida? - pregunta enojada..
- Lo que ya sabía. - respondo. - Jeimy, esto es un error, esto está mal, lo mejor será que se suspenda está boda. - digo secando me las lágrimas.
- ¡No de ninguna manera! No puedes hacer eso! - Exclama. - No puedes darle el gusto a esa arpía.
- Jeimy, no se trata de darle gusto, cada palabra que me dijo es cierta.
- ¡Olvida lo que te dijo! Vivían ella está dando patadas de ahogado, la muy estúpida se siente amenazada y por eso llamo. - Jeimy me toma de la mano y la envuelve con la suya. - Apuesto que te dijo que Tomas no te va a amar y que siempre la va amar a ella y bla, bla, bla. ¡Es obvio que tiene miedo! Si no es así, ¿Dime por qué espero hasta hoy para llamarte? ¿ Por qué no te habia llamado o buscado antes?
- N.. No lo sé supongo que tomas la convenció de no hacerlo.- respondo confundida.
- Si, y espero hasta ahora, eso da a entender que tiene miedo. Vivían, no te dejes amedrentar por el veneno que destiló esa víbora. - Jeimy me aprieta aún más fuerte la mano y sonríe con dulzura. - Recuerda que unas semanas atrás, estabas resignada a nunca estar al lado de Tomás, y hoy estás punto de convertirte en su esposa, no te acobardes ahora.
Guardo silencio por varios segundos pensando en las palabras de Jeimy, ¿Tendrá razón? ¿Kendall solo llamo a decirme esas cosas por qué se siente amenazada? ¿ Si decido seguir con esta boda podre algún día tener el amor de Tomás?
La puerta de la habitación se abre y mamá entra sonriente, pero al verme su semblante inmediatamente cambia.
- ¿Qué pasa Vivían? ¿ Por qué esa cara? Tal parece que vas a un sepelio y no a tu boda. - dice acercándose a mí.
- No pasa nada señora Luisa, Vivían llora de felicidad, ¿Verdad amiga? - pregunta.
Guardo silencio por varios segundos y las dos me miran espectante, en ese momento recuerdo las palabras que me dijo mamá cuando le contó lo que había pasado y lo de mi boda con Tomás.
- Has estado enamorada de ese chico desde que lo conociste, tal como dice Jeimy esto es una gran oportunidad, si lo quieres para ti, cásate, no seas tonta, si no, Mirame a mi, por estúpida y cobarde tu padre se fue con esa zorra, aveces pienso que si hubiese actuado de manera más inteligente, hubiera logrado que se quedará conmigo, pero me heche a la pena y termine sola y con hija acuesta.
Mama tiene razón y Jeimy tambien, no puedo rendirme ahora, debo aprovechar esta oportunidad, tal vez sea la única que tenga, seco mis lágrimas y sonrió.
- Sí mamá, solo estoy llorando de felicidad. - digo, está sonríe entusiasmada.
- Okay, por un momento creí que te habías echado para atrás. - comenta.
- Para nada. - dice Jeimy.
- Bueno, yo venía a decirte que ya el notario vino y todos te están esperando, así que vamos.
- ¡Oh enserio! Pero deja y te retoco el maquillaje. - exclama Jeimy.
-Date prisa, no podemos hacer esperar a los invitados y al novio. - comenta mamá.
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Minutos después voy caminando nerviosa por el sendero que dejan las sillas colocadas en fila, donde se han acomodado los pocos invitados a la ceremonia.
Justo frente a mi, a pocos metros se encuentra de pie Tomás, atraviado en un traje negro que lo hace ver más guapo de lo que ya es, su semblante se mantiene estoico sin rastro de emoción y me convenzo a mi misma que es normal que este así, después de todo, él hace esto obligado. Las personas a mi alrededor murmuran quien sabe que cosas y eso hace que me sienta más nerviosa. Después de varios segundos término el sendero y me coloco al lado del novio.
- Aquí está mi hija,Tomás, es mi tesoro así que cuidala. - dice mi madre y evito rodar los ojos, quién la oye pensaría que es una madre amorosa, nada más distante de la realidad. Tomas no dice nada y solo se acomoda quedando frente al notario, yo hago lo mismo.
- Ya puede comenzar. - ordena Tomás.
- Muy bien, Tomás Jhonson Stevens y Vivían Smith Laurent, se encuentra reunidos en esta mañana para unir sus vidas en matrimonio....... - el hombre continúa con las palabras de rigor hasta que hace la pregunta tan esperada.
- ¿ Tomás Josep Jhonson Stevens, aceptas a Vivian Elisabeth Smith Laurent como tu esposa ante la ley de los Estados Unidos de América?
- Sí. - responde tajante.
- Firme aquí por favor. - le pide el notario dándole el lapicero, Tomás lo toma y sin dudar pone su firma en el documento y le devuelve el bolígrafo al notario.
- ¿ Vivian Elizabeth Smith Laurent, aceptas a Tomás Josep Johnson Stevens como tu esposo ante la ley de los Estados Unidos de América?
- S.. sí.
- Muy bien, firme aquí. - al contrario de Tomás yo tomo el bolígrafo con manos temblorosas y sudadas, pero aún así logró colocar mi firma en el papel.
- Muy bien, ¿ Hay alguien que impida esta union? - cuestiona el notario y después de varios segundos de silencio sonríe. - Muy bien, por el poder que me ha concedido la ley de los Estados Unidos de América y el estado de florida, los declaro esposa y esposo, pueden besarse. - termina, los invitados aplauden entusiasmados, trago en seco y miro a Tomás quien aún mantiene su rostro estoico, sin decir nada se acerca un poco a mi y me da un beso en la mejilla.
- Jamas serás mi mujer. - dice cerca a mi oído para después alejarse de mi, me quedo estática por varios segundos y hago un esfuerzo titánico para evitar llorar.
- ¡Felicitaciones amiga! - Exclama Jeimy llegando dónde mí y abrazándome. - Ahora somos cuñadas, ¿No te parece maravilloso eso! - cuestiona y asiento. Después de las felicitaciones de ella sigue las de los demás.
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Varias horas después por fin la recepción había terminado, justo ahora me encontraba en una limosina junto con Tomás rumbo a un hotel donde se supone que pasaremos la noche. No habrá viaje de luna de miel.
En el lugar se respira un ambiente pesado, pues ninguno de los dos dice nada, Tomás luce irritado así que prefiero no decir nada recordando el concejo de mamá.
" Evita molestar a un hombre cuando lo veas enojado si no quieres salir herida"
Pensar en eso me da escalofríos, aunque dudó que Tomás sea capaz de hacerme daño físico, pero de todos modos decido estar callada.
La limosina se detiene después de varios segundos y el chófer nos abre la puerta, Tomás sale primero que yo y camina hacia la entrada del hotel, el chófer es quien me tiende su mano y me ayuda a salir del auto.
- Gracias. - le digo y el me sonríe.
Camino con paso apresurado y cuando entro al hotel veo que tomas está dándole a la recepcionista su trajeta de crédito.
¿No se supone que la habitación ya está paga?
Camino hacia ellos, la chica me sonrie amable.
- Buenos días señorita, ¿ En qué puedo servirle? - cuestina y miro a Tomás con el ceño fruncido, creí que estaba pagando nuestra habitación.
El se mantiene en silencio, miro a la recepcionista. - Tenemos una reserva de una habitación, está a nombre de Tomás Jhonson. - digo, la mujer frunce el entrecejo y mira a Tomás.
- Denos un minuto. - dice este y me toma del brazo, con fuerza me jala hacia una esquina.
- ! Auch me haces daño! - le digo tratando de safarme de su agarre.
- Cállate y escucharme - anuncia molesto. - ¿ De verdad creíste que iba a pasar la noche contigo? ¿Estás loca? - dice. - Cancele la reservación que mi abuela había hecho le pedí una habitación para mí y que Kendall. - Lo miro sorprendida.
- P.... Pero es nuestra noche de bodas, no puedes hacer eso. - musito en un hilo de voz.
- Ya lo hice.
- ¿ Y a dónde se supone que iré yo?
- No lo sé, ¿Crees que me importa? - cuestina y sonríe burlón. - Por mi puedes irte debajo de un puente. - termina y camina hacia la recepción.
- Tomás - lo llamo pero no me determina, cuando llega a la recepción la chica le da la llave de la habitación, justo en ese momento al hotel entra Kendall, atraviado en un hermoso vestido rojo, perfectamente maquillada, él le sonríe y camina hacia ella, cuando llega a su lado la toma por la cintura y la besa apasionadamente.
Mi pecho duele como si me hubieran enterrado un puñal en la espalda y las lágrimas salen de mis ojos.
Ellos terminan con el apasionado beso y me miran, ella sonríe triunfante mientras él la toma por la cintura y la guía al ascensor, las puertas de este se abren y se adentran, ellos vuelven a besarse y así con esa escena las puertas del ascensor se cierran dejándome con un mal sabor de boca y un dolor punzante en el pecho.
Kendall Donovan
Pobre Vivian, es muy ingenua y manipulable, lastimosamente las personas a su alrededor se aprovechan de eso.