Chloe huye de sus captores en los barrios de la zona roja para salvar su vida, al ir hilando los acontecimientos se da cuenta que cayó en la trampa de su prima que resulta ser la amante de su esposo, hay una incógnita más ¿Dónde está su hijo?. Logra sobrevivir gracias a una indigente que no solo le salva la vida, también le ayuda a recuperar a su pequeño, su fortuna y el amor.
Te invito a que te sumerjas en esta historia donde la tradición, envidia se desarrollan, una serie de eventos donde la protagonista después de pasar momentos desagrables encuentra a su alma gemela.
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Nuestras historias...
El frío de la madrugada es fuerte, mis pies descalzos son lo que los sienten más, el aroma de la bebida aún persiste en el aliento de mi salvadora que se mezcla con el de la sucia cobija con la que ambas estamos cubiertas.
No nos hemos movido de ese lugar. Era muy sucio y a la vez acogedor, por alguna razon que no intento devatir, me da la calma que no sentía.
Me tomó por sorpresa esta indigente. ¡Me salvó la vida!
La sensación que sentí cuando ella me cubrió con esa sucia y deshilada cobija, el gorro sobre mi cabeza, todo era casi la misma sensación que sentí cuando desperté y me di cuenta que fui secuestrada. Inevitablemente senti el mismo miedo recorrer todo mi ser.
Recuerdo perfectamente que estaba sentada en el jardín tomando café con pastel de chocolate que yo misma había preparado, ese que me encanta. No pude terminar mi bebida caliente.
-- Mi bebé. ¿Cómo estará?
-- ¿Tienes un bebé? La señora a mi despertó al escuchar lo que dije o tal vez por mis sollozos.
--Sí ¡No sé cómo o dónde estará! Contesté entre las lágrimas.
-- Hola, soy Loretta Collins. También tengo dos hijos su padre me los quitó.
Con esta información mi salvadora comenzó a llorar con mucha fuerza, asi, continúo.
--Conozco esa sensación de angustia de no saber si están bien tus hijos.
Instintivamente, me acarició el pelo, jalo más la cobija y me abrazó con mucha fuerza.
Lloramos juntas, me recargue sus brazos su calidez llegó a mi cuerpo que comenzaba a temblar.
-- El que era mi esposo fue tan cruel, sin más me los quitó y se los llevó con su amante para criarlos como suyos.
De la bolsa de su suéter sacó la botella de licor 9con una sola mano la destapo y bebió.
--Son gemelos, un niño y una niña Estefan y Estefany son Igualmente de hermosos que su padre. Menos mal que no heredaron su mal corazón.
Me arrojó este lugar como desperdicio, me cerró las puertas a una posible salida, un trabajo. Me acusó de intento de asesinato a su amante, ahora soy una fugitiva; bueno fui, mi delito ya prescribió. En muchos años no pude verlos aunque fuese de lejos. Cuando crecieron mi niña se enteró de la verdad y me buscaron.
Con sonrisa se perdió por un instante en sus pensamientos, en silencio.
En sus ojos logre captar una mezcla de sentimientos, tristeza, angustia, miedo, con un hermoso azul.
-- ¿Porqué sigues aquí? Perdón. ¡No debí preguntar!
--No te preocupes, ya lo sabrás. Y tú. ¿Porqué estás aquí? ¿Quieres contarme?
Me mantuve en silencio, la señora Loretta se levantó, jaló un bote de basura, arrastrando el cubo de metal que rechinaba contra el piso, lo acercó hasta donde estábamos recostadas, lo llenó de cartones, plásticos que había en el piso y lo encendió,
Enseguida. nos calentó.
Se alejó unos metros y regresó con otra cobija igual de sucia y desgastada, pero cálida.
Nos sentamos cerca del fuego, ellas extendió las manos las acercaba a él frotándolas un poco.
--¡En verdad hace frío!
Un grrr se le escapó.
No supe ni cómo qué pero decidí contarle.
--¡Verás!
Inicié una empresa con mi esposo con el cual me fugué alejándome de mi padre, en poco tiempo nos consolidamos como los mejores en el ramo. A los 3 años me embaracé y di a luz un niño muy bello.
-- Un momento._Me interrumpió_ ¿Cómo te llamas?
--Perdón yo soy Chloe Steel, es un gusto.
Le extendí la mano, la recibió apretó mi mano con su otra mano y me sonrió.
Me di cuenta que sus manos eran muy suaves.
Comenzaba a amanecer los primeros rayos del sol se asomaban entre las azoteas de esas viejas casas, en una danza exótica de bellos colores serpenteantes y el humo de la basura.
-- Continúa por favor qué mal educada soy.
Un hipo se le escapó y ambos reímos
--En realidad todo era perfecto, podía decir qué maravilloso, miel sobre hojuelas, hasta ese día presentó mi queridísima prima Grace hija de el hermano mayor de mi padre "la perfecta" siempre me comparó con ella.
"Grace es muy inteligente".
"Grace sabe comportar".
"Grace tiene un excelente trabajo, es la CEO del banco más importante de Ciudad Azul". Deberías de ser como ella Choe. "Grace tiene mucho estilo".
"Grace, Grace, Grace" era la misma cantaleta cuando estábamos juntos como si fuese desayuno comida y cena.
-- Y qué decía tu madre. ¿No te defendía?
--Mi madre falleció cuando yo era muy pequeña.
--¡Oh! Lo siento mucho Chloe.
--No te preocupes eso pasó hace mucho tiempo, pero te confieso que aún la extraño. ¡Me hace falta!
Un nuevo trago a su botella escuché y gire a verla.
La observé detenidamente, es muy bonita ese color azul de sus ojos, su personalidad, no es como la de un indigente.
Sacudí mi cabeza, continué mi relato mientras acercaba mis manos las frotaba sin dejar de observar el fuego.
--Me molestaba mucho y en algún momento me sentí inferior. Es un año más grande que yo compartimos cumpleaños. Ya sabrás "deberías de celebrar con Grace" intenté hacer la voz ronca de mi padre y volvemos a reír.
--Bueno, bueno. _Agregué con un suspiro_. Desde que entré a la universidad ya un poco más madura me dediqué a estudiar y obtuve mejores resultados que la "perfecta" Grace.
Esta vez hice una voz chillona.
-- Estás divagando pequeña. Añadió Loretta imitando mi tono de voz y reímos.
--Es cierto. No lo supe hasta el día que me secuestraron ate cabos.
Grace llego un día argumentando que su prometido la había engañado, viajo a Ciudad Dorada para huir de los chismes según ella.
-- ¿Y luego?
Su voz era suave y delicada.
Observándo más a fondo me doy cuenta de su postura erguida, con porte elegante, aún debajo de esos trapos viejos y sucios.
Le sonreí con sinceridad.
-- Le abrí las puertas de mi hogar para que pasara unos días. Ahora que lo pienso, ellos también tenía una mansión aquí. Comenzó a visitarnos en la empresa según, _Hizo comillas con los dedos_ Aporto algunas sugerencias para optimizar procesos, Posteriormente sus visitas fueron más continuas y largas en mi hogar.
Suspiro levantando la mirada para después volver a mirar el fuego.
Loretta volvio a tomar a su botella.
-Cargaba a mi bebé, buscaba la oportunidad de entrar en mi habitación cuando íbamos a dormir y en la oficina sí teníamos alguna reunión importante.
--¡Tonta! Debiste correrla desde la primera vez que te incomodo.
Grita mientras arroja más cartones al fuego avivando la flamas iniciando una danza de sombras y luces que se reflejaban en su rostro.
-¡Lo sé!_ Suspiro con pesadez_ Un día estando tomando una bebida caliente con postre mientras mecía mi bebé en la carriola, perdí el conocimiento.
Comienzo a llorar entrecortadamente por el sentimiento, pero continúo, desidida a compartir este sentimiento que me quema por dentro. Mi voz irregular.
Su salvadora no se atrevía siquiera a pestañar o perdía algún detalle.
--Desperté atada de pies, manos sin mi hijo en un lugar sucio y oscuro lleno de ratas. Me alimentaban una vez por día ahí mismo hacía mis necesidades.
Me tranquilicé un poco y dejé de llorar.
--Por cierto. ¿Qué día es hoy?
--20 de septiembre.
Contesta mirándome directamente a los ojos expectante.
Tapo mi boca con ambas manos y susurro.
-- ¡Llevo un mes encerrada!
-- Bueno, bueno ¿Y luego?
--Jale lloré y patale. encontré una pequeña barra de metal entre la pared en la que estaba atada y rasqué con mi grillete hasta que pude liberarme, primero una mano la otra y los pies. Los dejé sobrepuestos y me soltaba, podía pasarme por el lugar sabía que solo una vez al día me visitaban y a la misma hora, más o menos intentaba calcular. _Levantó los los hombros _ El tipo que me vigilaba estaba ebrio el día que le ordenaron matarme me informo cuando intentó soltarme de mis grilletes.
Me solté sola, estaba tan Ebrio, siquiera se cuenta escondí uno de mis grilletes con cadena debajo de mi vestido.
Me subió a jalones y cuando llegamos aquí lo golpeé en la cabeza, no sé si murió o qué sucedió con él, solo salí corriendo. Lo malo es que no me di cuenta que los guardias personales de mi esposo el idiota Joseph venían detrás.
Mm m susurró mi salvadora.
-- ¿Y entonces ? Tu esposo es el causante de tu situación.
Agregó con evidente enojo.
-- Jaja olvidé contarte, el idiota ebrio que me trajo aquí me contó de manera burlonamente que Grace planeó todo: quitarme a mi esposo, quedarse con mi hijo, incluso me contó que ella me había buscado con toda la intención de robarme todo
Baje lancabeza lloré lloré con más fuerza y como nunca.
Chloe, Chloe no te preocupes. ¡No te pueden robar todo!
Me da un golpe en la cabeza con suavidad.
-- Se tiene usted misma su esencia, su habilidad, su corazón, amor no se lo pueden robar. ¡No se deje caer! ¡vamos! Es hora del desayuno.
Nos levantamos y me guió por los callejones que empezaba a llenarse de personas.