Rebeca Giordano es una joven de familia adinerada completamente enamorada de Leonardo Ferrari quien siente odio y aversión por ella. Está enamorado de la joven Fiorella Moretti y hace todo lo que la mujer quiere sin saber quién es realmente. En su vida pasada, Rebeca hizo todo por Leonardo, todos en su círculo social sabían lo mucho que lo adoraba y hacía todo por él mientras que a él ni siquiera le importaba ella. Se casarían por voluntad de su abuela y por negocios comunes. En su vida anterior, él la descuidó y terminó muriendo. Sin embargo, en esta nueva vida, ella renace y hace todo diferente, incluso poner a su ex en su lugar, sorprendiendo a todos, incluido Leonardo.
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Capítulo 24
Día del viaje...
Amélia:_¿Señorita Rebeca?
Rebeca:_Sí.
Amélia:_El señor Maurício está afuera.
Rebeca:_¿Maurício? Pero él sabe que voy a viajar.
Amélia:_Dijo que vino a llevar a la señorita al aeropuerto.
Rebeca sonríe.
Rebeca:_Está bien, ya voy.
Rebeca baja las escaleras y se dirige a la entrada de la casa.
Rebeca:_¿Maurício?
Maurício:_Buenos días, vine a llevarte al aeropuerto.
Rebeca:_Buenos días, Amélia me lo dijo, ¿pero por qué?
Maurício:_¿Por qué no?
Rebeca sonríe ampliamente.
Maurício besa a Rebeca, quien le corresponde.
Rebeca:_Eres increíble, ¿sabes?
Maurício:_Vamos, señorita.
Rebeca le da la mano a Maurício y entra en el coche.
Amélia viene corriendo con el bolso de Rebeca.
Amélia:_Tu bolso.
Rebeca:_Gracias, Amélia, qué haría sin ti.
Amélia:_De nada, buen viaje.
Rebeca:_Gracias.
Rebeca narrando.
¿Qué puedo decir sobre Maurício? Mientras él conducía, yo lo miraba y me quedaba pensando dónde había estado este hombre y ¿por qué no lo conocí antes? Las cosas con él eran tan naturales, no necesitaba andar con pies de plomo con él, todo era tan simple, pero como le dije a Giovanni, prefiero ir con calma, sin precipitarme, ya he sufrido demasiado, no quiero pasar por eso de nuevo.
Maurício:_Estás tan callada, ¿sucedió algo?
Rebeca:_Nada, solo estoy un poco maravillada contigo, no estoy acostumbrada a que alguien se preocupe por mí, ¿sabes?
Maurício me mira y sonríe.
Maurício:_Para mí, tienes que ser tratada como una reina.
Él toma mi mano y me hace estremecer.
Momentos después llegamos al aeropuerto y, en cuanto bajo del coche, me encuentro de frente con Leonardo saliendo del suyo.
Estaba acompañado de Fiorella, que pone mala cara en cuanto me ve. Él también pone cara de pocos amigos.
Fiorella:_Rebeca, ¿cómo estás?
Ella me da una sonrisa falsa.
Rebeca:_Bien, gracias.
Leonardo:_¿Ustedes se conocen?
Leonardo habla mirándome a mí y a Maurício.
Maurício:_¿Cómo estás, Leonardo?
Leonardo:_Bien, gracias.
Rebeca:_Sí, nos conocemos. Creo que tenemos que irnos, el piloto del jet debe estar esperando.
Fiorella:_Amor, ella tiene razón, es hora.
Fiorella besa a Leonardo. Creo que ella pensaba que yo lloraría por eso; por increíble que parezca, no me importaba, ¿no se amaban ellos?
Maurício:_Te voy a extrañar.
Le sonrío.
Rebeca:_Vuelvo pronto.
Le doy un beso a Maurício y me despido de él.
Leonardo y Fiorella observan. Entro sin esperar a Leonardo.
Maurício entra en el coche y se va. En seguida, Leonardo viene detrás de mí. Gracias a Dios, no dice una palabra. Vamos a la puerta donde estaba el jet, hacemos los trámites y embarcamos normalmente.
Leonardo:_¿Desde cuándo conoces a Maurício Santoro?
Rebeca:_¿Desde cuándo te debo explicaciones sobre mi vida?
Leonardo:_Él no te conviene.
Rebeca:_No recuerdo haberte pedido tu opinión, y tú no lo conoces.
Leonardo:_No, la verdad es que solo lo he visto pocas veces. ¿Entonces es por eso que me dejaste? ¿Por él?
Rebeca:_¡Leonardo, cállate la boca! Nunca te importé. ¿Por qué ahora? Nunca te importó si estaba viva o muerta. ¡Ahora vienes con esta payasada, ahórrame el discurso, eh! Deberías estar feliz, finalmente puedes casarte con tu gran amor. No vinimos aquí para esto. ¡Basta de esta conversación idiota que no nos llevará a ninguna parte!
moieza a aprender defensa personal